CAPÍTULO 32

132 9 0
                                    

Finalmente llegó el día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Finalmente llegó el día. El día que hace un tiempo atrás pensaba que sería el peor de la historia, pero no lo es dentro de todo. Aunque sí, era consciente de que la persona que amaba estaba por casarse por segunda vez y con la misma persona, y para peor también estaba amenazada a muerte.

—Algo muy... ¿Común?—me dije a mí misma mirándome al espejo mientras maquillaba mis pestañas.

Desde que volvimos de Italia hace cuatro días todo permanecía normal, no había dramas ni problemas nuevos. No queríamos ilusionarnos, solo esperamos a que llegue el día del compromiso para que el futuro nos sorprenda. ¿Quién sabe? Quizás nos ilusionábamos de que todo cambiaría para bien pero justo una bomba explota en la iglesia con nosotros adentro y no la contamos más, quien sabe.

Dios si me escuchas, no la explotes por las dudas.

Los dos días que habíamos estado fuera del país, todo el grupo nos enfocamos en las compras de vestimenta para la ceremonia. Decidí comprarme un vestido color azul marino con un escote halter, pegado a mi cuerpo hasta la cintura y una larga falda campana plato con encaje del mismo color con un tajo, en mi pierna derecha para poder moverme con facilidad. En mi cabello, recogí dos mechones de enfrente con ayuda de dos horquillas detrás de mis orejas y unas ondas en lo que restaba.

Yo: ¿Esta vez llevarás un traje color blanco como esposa de tortas?

Lisa: Jamás me verás con un traje color blanco, son horribles.

Por cierto, ¿me recuerdas que color era tu vestido?

Yo: Azul marino.

Lisa: Azul marino mi corbata será, te encantará.

Sonreí y rodeé mis ojos al leer su mensaje, la relación entre nosotras permanecían igual como si una de la otra no podía morir en los próximos días si todo saliese mal.

Sonó feo.

Me adelanté a mi auto y fui hacia el departamento de Chitthip para ir juntas a la iglesia. Bajó las escaleras del lugar llevando puesto un vestido color morado muy oscuro, con un escote asimétrico y no tan pegado a su cuerpo, más bien suelto, con una joyería que cualquiera podría envidiar. Cual "caballero", bajé del auto y abrí la puerta del copiloto para que ella entre y dirigirnos directamente hacia nuestro destino.

—¿Estas nerviosa como la primera vez?—preguntó.

—Sinceramente no. Intentamos no pensar en qué pasaría para no llevarnos ninguna desilusión.

—¿Has hablado con Lisa? No me respondió en todo el día, debe estar de muy mal humor.

—Hablé con ella, y no lo noté tan mal que digamos.

Llegamos al lugar, la entrada del lugar estaba repleta de personas, pero no tantas como la anterior, podría decirse que había personas más "cercanas" a las comprometidas.

Tu Misterioso Amor - JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora