En medio de aquel escenario envuelto en silencio, solo un constante jadeo hacía de ruido blanco ante este ambiente dubitativo. Aportando al compás casi mortecino de su respiración, un sin cesar de gotas acuosas caían al suelo, una tras otra. Una mezcla de agua y sudor, naturaleza y astenia, juntas a raíz de una lluvia de críticos acontecimientos, con una cadencia que repetía y realzaba la tensión alrededor.
Tensión que desde ya más temprano se hallaba en Ebbsfield, acompañada de una cadencia de gotas similar a la causada por el inesperado Ninja. Gotas de agua caían una tras otra de entre las manos de la joven Violet. Rendida en su afán de esperar el regreso de Lade, permanecía sentada frente al televisor, con el noticiero comentando lo que acontecía en el centro de la ciudad.
Ese escenario en una extraña quietud entre la policía y esa extraña chica, así como el desconocimiento del paradero de Lade, eran cómplices de la angustia de la joven Gardens. Sus manos tiritaban alrededor de un vaso que, instantes atrás, aún contenía agua. Tanta incertidumbre la tenía al borde, pero la necesidad de un líquido que le brindara calma pudo más.
—Debería hacer un poco de té —pronunció tras bajar su mirada hacia el vaso—. Seguro nos hace bien a todos.
Bajó las escaleras tomándose su tiempo. Su padre había salido a hacer unas compras de último minuto, así que quedó en ella el cuidado de Green. Aunque el que estuviese aún dormido la tranquilizaba un poco. Sería un momento a solas entre ella y su mente, pero no sabía si sería algo bueno o malo.
Giró la vista de golpe. Escuchó un mínimo golpeteo a lo lejos, pero lo tomó como el metrónomo que solía usar su padre antes de trabajar. Era claro que estaba intranquila, así que se echó al suelo, recostada en la puerta del cuarto en el que Green dormía.
—“Todos allí son una bola de imbéciles” —las palabras de Green se reprodujeron en su cabeza sin siquiera avisar.
Rememorar estas palabras la llevó a un viaje de recuerdos pasados. La vida en la secundaria Guinns era difícil, y ella lo sabía. No era sencillo lidiar a diario con los malos comentarios de los demás. Ser rechazada a menudo solo por ser diferente es algo a lo que no se acostumbraba. Desde el suelo, observaba sus notas del pasado grado, enmarcadas en la pared. Calificaciones sobresalientes, que denotaban su esfuerzo por destacar y ser reconocida como una más. Sin embargo, algo tan simple como una nacionalidad diferente bastaría para nunca dejar de recordarle que jamás sería una igual.
¿Por qué habrá ayudado a ese chico herido?, se preguntó. No podía quitarle razón a Green, pues el ambiente y las personas en esa secundaria no eran las mejores. Pero de alguna manera, sentía que aún se podía sobreponer ante ese ambiente hostil. Lo supo aquella vez que, por perderse luego de clases, terminó tras las puertas de la sala de Kendo.
Fue ver un chico de pie ante los golpes de varios Bokken, apaleado pero sin rendirse ante los abusos de sus compañeros de clase, lo que se lo enseñó. “Si Storm era alguien fuerte, yo también puedo serlo”, una frase que se quedó con ella, junto a la sonrisa de un Lade que jamás se doblegó ante la adversidad. Chico al que no dudó en ayudar cuando lo vio mal herido en unas escaleras.
Un sonido chispeante la sacó de su pensar. La televisión en el cuarto de Green había sido encendida, por lo que quizá se habría despertado. Tomando eso en cuenta, Violet posó su cabeza sobre la puerta, y sin prestar atención al sonido de la tele, siguió pensando.
—Green, no sé si me estarás despierto ya —empezó a decir viendo al techo—, pero entiendo lo que podías estar sugiriendo en aquella ocasión. He pasado por momentos difíciles en lo poco que he estado en la secundaria. No es... sencillo ser diferente.
Con esa última frase, su corazón se sintió apretujado por los recuerdos. Tomó un respiro para seguir hablando, y retomó con calma tras seguir pensando.
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Undersouls: Entre Los Bosques
Ciencia FicciónEl pasado nos encontrará, no importa cuanto queramos escapar de él. En Ebbsfield, la heredera del Gobierno fue secuestrada, y su guardaespaldas desapareció. Nunca se supo el motivo de aquellos sucesos. 20 años después, parte del bosque cercano fue m...