No fui capaz de responder, simplemente me limité a sonreír y seguir mi camino. Fui hasta mi casa y al llegar no había nadie. Por el largo día que había tenido decidí tomar una larga ducha de agua caliente, pero justo antes de abrir la llave Adam me llamó.
-Idiota, ya me habías olvidado- reclamé
-Lo siento, estuve ocupado. Voy para tu casa en 20 minutos- cortóMe bañe y arreglé rápidamente. En 20 minutos exactos llamaron a la puerta. Adam siempre tan puntual.
-¡Sarah!-
-¡Adam!- repetí en su mismo tono -Pasa-
-¿Qué tal la escuela?-
-Igual que siempre, ¿y tu escuela?- nos sentamos en el viejo sillón marrón
-Igual que siempre, pero con una linda chica nueva-
-Uy, ¿qué pasó con Jane?- pregunté
-Seguimos juntos, pero discutimos por todo-
-Adam, eres un casanova, Jane es una gran chica. Debes valorarla-
-Lo sé, Sarah. Pero a veces no sé que hacer con ella-
-Tenerle paciencia, es todo lo que las mujeres queremos-Hablamos durante un rato más mientras comíamos palomitas de maíz. Le conté sobre lo que recién pasó en la escuela.
-¿¡Emma Wilson!?- gritó Adam
-¿Pasa algo?-
-Ella salió con mi primo, ¿recuerdas el canadiense?- asentí- Salieron durante casi un año, se metió con todos sus amigos- me quedé sin palabras, en realidad no creía mucho, quiero decir, dudo que ella sea de esas tipas rameras.
-No tengo nada que decir-
-No digas nada, pero estás advertida-
-¿Por qué advertida?-
-Porque veo tus ojos de esperanza, Sarah, hubo algo en esa chica que llamó tu atención. Sabes que te conozco-
-Y lo odio.-Después de un rato que mamá llegara, Adam se fue. Yo subí a mi cuarto a hacer mis deberes de estudiante, aunque no tenía gran cantidad.
Me acosté a mirar el techo escuchando algo de música relajante. Blanqueé mi mente, no pensaba en nada, pero si en alguien; Hanna. No podía creer que me hubiera saludado después de matarme con sus penetrantes ojos azules, era normalmente hermosa, y lo que vivimos fue aún más hermoso. Mis padres, hermanos y familia no tenían ni idea de mi real orientación sexual. Pero todos esperaban que saliera con el especial, apuesto y arrogante joven Thomas, de la familia Duncan; los vecinos.
Sí era lindo, era alto, cabello corto, ojos verdes, mandíbula cuadrada, vestía bien, pero muy elegante para mi gusto.
¿Y qué si algún día le diré a mi familia que me gustan las mujeres? Sí, seguramente pero no ahora. Muchos tememos la reacción y más que todo el rechazo. Cuando lo haga tendré que estar completamente segura, y esperar no arrepentirme de lo que viene.Me acosté temprano, últimamente podía dormir. Rara vez que puedo, sufro de insomnio desde los 10 años, cuando empecé a preguntarme sobre los cambios que tenía mi cuerpo.
5:56 am. El sonido de la alarma me despertó. Me alisté, usando un short de jean y medias negras con unos peculiares triángulos, una camisa a cuadros blanca y negra, y por debajo, una remera algo descubierta, finalmente mis Converse blancos.
Me gustaba usar diferente ropa, probar estilos. Siempre he dicho que lo que uses no dice quien eres pero es bueno verse bien. Si te ves bien, te sientes bien.Entré a clase, allí estaba Emma, en la silla junto a la mía.
-Hola Sarah-
-Hola Emma-
-Así que conoces a Hanna, ¿eh?- de nuevo no. No dije nada, la miré sorprendida y bajé la mirada
-Lo tomaré como un sí- hizo una pausa- ¿Cómo la conoces?
-Eramos amigas cercanas, por un inconveniente dejamos de hablar. ¿Tú la conoces?-
-Sí, somos vecinas desde que teníamos 8 años. Antes solíamos salir y conocer chicos, los hombres le rompieron el corazón demasiadas veces y empezó a intentar algo más con mujeres. Me comentaron que hace poco tuvo una novia y la utilizó solamente para llamar la atención de otras mujeres, porque solamente estaba "experimentando"- hizo comillas
-Sí, eso lo sabía. No estuvo bien lo que hizo-
-Para nada, decían que esa chica en verdad la quería-
-Así era- suspiré
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~Nuevo Cielo~
Teen Fiction"El amor no tiene edad, ni altura, ni género, ni etiquetas, ni tiempo".