Ella es un serafín y él es Lucifer.
Sus caminos se cruzan de la peor manera. No hay nada más repugnante que la mezcla de un demonio con un ángel.
Él ha quedado fascinado por la belleza del serafín, pero sabe que no debe involucrarse con ella.
La mujer no habla, se limita a dejarse morir.