Capítulo 22

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La ciudad de México estaba fresca. Fernando y Leticia bajaron del avión. El respiró profundamente, inhalando el aire frío.

F: Sin duda... Huele a México. Estamos en mi tierra (dijo mientras cerraba los ojos).

L: Claro, el smock es inconfundible, ¿no amor?

F: Jaja, un poco si. Sabes, me llena de nostalgia estar acá.

L: Lo se y te entiendo. Pero ánimo. Todos aquí están muy ansiosos por verte. Te han extrañado muchísimo. Se van a alegrar demasiado.

F: Gracias mi Lety porque siempre me reconfortan tus palabras.

Ella sonrió para él y después tomaron juntos un taxi hacia casa de los Padilla.

Julieta se esmeraba preparando la comida. Siempre disfrutaba cocinar pero este día era aún mejor porque sabía que tendría visitas muy especiales. Leticia volvía con Fernando. Estaba muy feliz, en primer lugar por volver a ver a su querida hija, y también por volver a ver a Fernando, y es que ella lo quería mucho. Lo veía como un hijo, el hijo que nunca tuvo, al igual que a Tomás.
Erasmo bajó las escaleras, sintiéndose mejor. Su salud había estado un poco mal por la presión, además la preocupación de saber que su hija estaba tan lejos, en una ciudad extraña y en busca de algo que quizás no conseguiría. Sin embargo ahora se sentía como renovado. Saber que Leticia llegaría le daba mucha ilusión y alegría. El desánimo se convirtió en intriga porque no podía esperar más para saber qué habría ocurrido en ese viaje.

Er: Julieta, ¿a qué hora llega la niña? (Dijo adentrándose en la cocina, dónde su esposa estaba concentrada en su labor)

J: Ay Erasmo, ya me lo preguntaste como mil veces. Ya no debe tardar, no comas ansias.

Er: Es que quiero verla ya. Necesito ver que está bien, que es feliz. Julieta estoy preocupado por ella. Quiero que ya sea feliz y esté tranquila. Ha sufrido mucho estos dos años y no quiero verla llorar más.

J: No te preocupes. Ya verás que estará bien. Por fin se reencontró con don Fernando y ellos se aman. Ya verás que pronto llegarán y nos darán buenas noticias.

Er: Eso espero.

Tomás llegó de pronto, emocionado por supuesto con la llegada de Leticia. Saludó a sus padres adoptivos y se sentó a la mesa, ansioso.

Er: Ni creas que vas a comer antes de que llegue la niña, ¿eh Tomás?

T: Claro que no don Erasmo. ¿Cómo cree? Además yo ya no soy tan tragón, le recuerdo que mi chiquita me hace de comer muy bien y muy rico, nunca me deja salir sin comer.

Er: Tu serás tragón por siempre Tomás. Árbol que nace torcido, nunca su rama endereza. Eres capaz de comer 10 veces al día. Y comer me refiero a comer bien, así como te conozco.

J: Ya Erasmo no molestes a Tomasito.

T: Si don Erasmo, no sea así conmigo.

La puerta se abrió de pronto. Todos voltearon expectantes mientras Leticia entraba, seguida de Fernando. Los dos llevaban una sonrisa enorme que casi se salía de su cara.

L: Hola familia (Leticia saludó entusiasmada. Se acercó a su papá y lo abrazó). Papito, me da tanto gusto verte mejor. ¡Te quiero! (Se acercó también a Julieta y repitió la acción)

J: Hija, ¡qué gusto verte!

Er: Si Lety. Nos tenías en suspenso. Me alegra verte bien, completita y radiante hija (Erasmo sonreía, lo cual sorprendió a Fernando).

"Otoño" "Goodbye my love"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora