Qualia - Fase 1

Capitulo 42: Las Dos Naciones

Año Unificado 652, Vigésimo noveno día del Mes Hitze

A eso de las dos de la mañana ya estábamos todos preparados para salir a la expedición. Estos pendejos a webo hicieron esta mierda en la noche, y yo quería dormir. No me puedo concentrar bien si no duermo mis horas.

En realidad, solo éramos nosotros, el "Equipo Dinamita de Brayan" (nombre provisional) en nuestra propia carroza y una princesa extra que iba de colada. Éramos acompañados de otras cuatro carrozas con algunos soldados del rey y dríadas criadas y esclavas que también nos asistirían en nuestro viaje. La ventaja es que avanzábamos rápido y hasta tuve tiempo de dormir un poco dentro de la carreta.

Un poco antes de la salida de Solis (o sea, el Sol) llegamos a la playa de Habin. La isla de Azaf podía verse en la distancia si abrías bien los ojos.

Bajamos todos y los criados establecieron el campamento a las orillas. También prepararon el desayuno y comimos. El soldado que había venido a dar el mensaje a los reyes, nos invitó a esperar un barco.

─Nos llevará a la isla de Azaf en una hora más o menos.

Tal y como lo dijo, una pequeña embarcación con algunos soldados de Habin llegaron por nosotros y nos recogieron. Eran también de la guardia costera, así como nuestro mensajero, el cual, por cierto, se llamaba Zuf. Apenas hasta ese momento se presentó.

─Sigo pensando que es mala idea meternos en este rollo de la rebelión de las dríadas ─comenté mientras navegábamos en la embarcación─. Solo necesitamos recuperar la Entela, ¿No?

─¿No mencionaste que las ayudarías a independizarse? ─me preguntó Alice.

─No hablaba muy enserio ─respondí.

Con una expresión sombría, la dríada continuó hablando:

─Me gustaría que fueran libres.

─Eso es de esperarse, eres una dríada ─respondió Carinthia─. Se supone que también eres una esclava, pero mira cómo te consienten. Hasta un vestido de alta costura tienes.

─¿Disculpa?

─Perdón ─la princesa se retractó─. A veces hablo sin pensar.

─Sí, se nota.

─De todos modos ─Carinthia reflexionó por unos momentos─. Creo que nos merecemos todo esto.

─¿Por qué lo dices?

─Te habrás dado cuenta de las fiestas que mis padres celebran ─comentó─. Ellos se la pasan haciendo celebraciones por cualquier motivo, lo que nos ha endeudado mucho. Evaden sus responsabilidades justo como ahora que te pidieron que detuvieras esta rebelión. Tampoco hicieron nada sobre la Entela sabiendo que los Savants la querían, por eso es que mi hermana y yo decidimos actuar.

─Entiendo.

─Y también, es por eso que quieren prepararme lo más rápido que puedan para acceder al trono y así ellos puedan abdicar y olvidarse de todas esas responsabilidades. Pero si supieran que no les daré gusto, jaja.

Esta morrilla como que tiene el carácter de Minoris.

Llegamos a la isla de Azaf, que es mucho más pequeña que la isla Erus. Digamos, del tamaño de la Isla de Pascua de Chile. No hay poblaciones ni aldeas ni nada, sólo algunas bases militares y puestos de observación. El resto es pura vegetación.

─Bienvenidos a la isla Azaf ─anunció uno de los guardias que nos recibieron─. La Cuna del reino de Habin.

─¿Cuna?