Parte de historia sin título

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  Me desperté en el auto, era sábado, el día donde toda mi familia iba a la casa de mi reciéntemente muerta bisabuela.
  La verdad es que no me importaba ni un poco, la vieja nunca nos había ido a visitar, supongo que para no tener que dejarnos su dinero cuando muera, lo que ella sabía que iba a pasar pronto.
  Vivía en una mansión en el norte de Alemania, a unas cuantas horas de mi casa, por lo cual nunca había ido a visitarla.
No conocía ni me interesaba conocer la historia de la casa. Lo único que sabía es que mi bisabuela no deseaba ser enterrada en el cementerio de la misma con un montón de gente perteneciente a los antiguos dueños que ella no concocía. La idea la aterraba.
  Mis padres no me prestaban mucha atención mientras que hermanita Rose de cinco años se pasó todo el viaje molestándome. No tenía una buena relación con ella debido a que yo soy la mayor por once años.
  No era un gran trayecto, sin embargo las horas se hacían eternas mientras veía la monotonía del campo a mis costados. Encontré cierta belleza en la simpleza del paisaje.
  Abrí la ventana y el viento hizo que mis cabellos rubios volaran, eso me apaciguó.
  Cuándo llegamos lo primero que pude observar fue un sendero de pinos que conducían a la mansión, cuando este se terminó quedó a la luz la misma. Era colosal, tenía un aspecto que destilaba soberbia y superioridad. Por dentro se apreciaba el arduo trabajo de quien la había construido, la presición en cada detalle, más que una casa era una obra de arte milenaria.
  Sentí algo raro, debido a la muerte de mi bisabuela tenía el prejuicio de que iba a ser un ambiente vacío, desólito. No pensé en ningún momento que iba a tener el presentimiendo de que había alguien, algo habitando allí, pero lo hice, sin duda se percibía una presencia que llenaba la soledad de la casa, que la complementaba.
  Me asignaron mi cuarto por las próximas 24 horas antes de que me vaya. Era una horrible y terrorífica habitación con paredes de un color rosa viejo cubiértas de cuadros de los antiguos dueños de la casa, que obviamente no habían sacado por el valor histórico de la casona.
Cenamos a las 21:30pm en el salón princial a la luz del candelabro de cristal que hacía que todo parezca más perverso: los cuadros, las ventanas.
A las 22:30pm mis papás me avisaron que habían tenido un problema en el servicio fúnebre con respecto al cadáver de la anciana, y que no sabían cuánto iban a tardar, por lo cual tenía que quedarme a cuidar a mi hermanita en la casa. Y simplemente se fueron.
La primera hora pasó bien, hasta que a mi hermana se le ocurrió jugar al escondite, lo cual acepté.
Conté hasta 50 y fuí en su búsqueda.
Se me complicó.
La busqué en todos los lugares posibles: Su habitación, la mía, trás los muebles, y en todas las habitación es de la planta alta.
Entré a la habitación de la abuela, y lo único que encontré fue un cofre oculto bajo su cama, la llave estaba arriba de la puerta colgada, por lo que tuve que subirme a una silla para agarrarla. Cuándo lo hice abrí el cofre y lo que encontré adentro me sorprendió. Era una carta escrita por ella que decía:
"Cuando alguien de mis malditos familiares encuentre esto voy a estar muerta, y no de anciana, aquí hay algo que quiere matarme, destruirme.
Y lo único que me pone feliz es que ahora ustedes, los que me dejaron sola, están en peligro también."
No lo podía creer, la vieja estaba loca.
Salí de la habitación después de haber cerrado el cofre y haber dejado todo en su lugar. Empecé a gritar el nombre de mi hermana, pero no me contestó.
Cuándo bajé al salón principal vi a mi hermanita tirada en el piso inconsciente. Traté de reanimarla y no pude, le tomé el pulso y no tenía. Estaba muerta.
La ira y tristeza se apoderó de mi, no podía creer que la vieja tenía razón.
Cargué a la pequeña Rose y deposité su cuerpo sin vida en un sillón. Luego agarré un cuchillo y fuí a buscar al culpable.
Pasó lo que tenía que pasar.
Dos horas después llegarón mis papás gritando mi nombre, Estella, y diciendo que nos teníamos que ir de inmediato por algo que se habían enterado.
Me encontrarón en el sillón, con un cuchillo clavadó en el estómago, al lado del cuerpo de mi querida hermana.

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2015 ⏰

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