Suelen decir que el cosmos ya ha escrito nuestra vida, la de nuestros hijos y futuras generaciones. Antiguas tribus afirman que podemos no sólo predecir, si no saber cómo va a ser nuestra vida hasta el nuestro último día, qué conseguiremos ser y qué errores cometemos. Podemos conocer todos estos aspectos leyendo las constelaciones, y es que todo termina en un mismo punto: el universo.
Nos definimos a base de etiquetas que nos pone la gente que nos rodea a partir de nuestros actos o de cómo la gente nos percibe. Nosotros no elegimos. Nosotros no somos capaces de decir "quiero que me definan como fuerte" o " quiero que tal persona me etiquete de preciosa" no podemos, ni podremos. El ser humano está creado para sobrevivir al fin y al cabo, nosotros hemos sido los que hemos complicado todo siendo sociales, creando industrias o simplemente tomándonos tiempo de relajación.
Siempre hay una acción-reacción. Y el espacio está al tanto de esto. El ser humano ha complicado el objetivo inicial de nuestra existencia, y el universo nos la paga entorpeciendo nuestro destino.
Y a mi, me lo ha entorpecido averiando mi coche en una autopista que no suele ser transitada, a la deriva, echándolo todo a suerte. O no.
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Thais y Matt.
Teen FictionPon dos personas que se conocen apenas en una autopista intransitable por 18 horas. A la primera persona le es indiferente la otra. La segunda tiene una visión del individuo basada en segundas opiniones. ¿Qué puede pasar?