Different worlds soojun

Miedo

Yeonjun despertó de nuevo, sus ojos pesaban aún más, su cuerpo estaba cálido a pesar de que la ventana de la habitación no estuviera del todo cerrada, sintió la calidez del cuerpo ajeno sobre el suyo, bajó su mirada notando sus labios medio abiertos, sus ojitos cerrados dejando ver las lindas pestañas que caían sobre las mejillas con un tono carmesí un poquito hinchadas por el dormir sobre su pecho, su cabello desordenado y las manos empuñadas tomando su camisa de trabajo.

—Soobin ya casi es hora de que venga el doctor para la terapia— murmuró, Soobin negó o al menos lo intentó.

Trató de moverse pero este pesaba un poco, se quitó de debajo de su cuerpo a lo que este se quejó gimiendo suavemente de dolor para luego estirarse un poco, se veía tierno a los ojos de Yeonjun.

—Vamos tienes que estar listo para la terapia— movió su hombro con suavidad.

—No quiero— le tomó la muñeca— quédate conmigo por favor cariño.

—Pero no es necesario que yo esté en las terapias además no creo que quieras que escuche sobre tu vida ¿o si?

—Pero yo no, quiero volvamos a dormir, así como estábamos por favor.

Yeonjun pudo ser duro, pudo preocuparse por ir a comer y dejar al chico abandonado porque apenas lo conocía pero decidió quedarse, se acomodó de nuevo y Soobin tomó su mano alegremente.

—Tendré que decirle al doctor que no recibirás la terapia ¿estás seguro de que no quieres?

—No no quiero— dijo haciendo un puchero, Yeonjun suspiró y asintió— ¿estás enojado?

—No claro que no.

Sus ojitos brillantes escanearon cada parte del rostro del enfermero pero no había enojo, quizá un poco de cansancio ¿en serio era tan agotador cuidarlo? Quizá ya era hora de hacerle el trabajo más fácil a Yeonjun pero por el momento amaba estar así con alguien.

—Cariño— susurró Yeonjun— ¿por qué estabas triste hace rato?

Soobin lo pensó un poco, Yeonjun quiso ver que pensaba, claro, como si tuviera poderes, este miró sus ojos y luego se acomodó de nuevo sin dejar ver su cara.

—Antes mi vida era aburrida.

Yeonjun no dijo nada.

—Hoy vi a Beomgyu y me pregunté que hacía con mi vida todo este tiempo

—Pero aún tienes tiempo— dijo Yeonjun tratando de sonar tranquilo, aunque en su mente tenía demasiadas preguntas.

—Es que... nunca me importó ver a las parejas y toda su miel al contrario me daba asco pero luego... verlo sonreír— casi lloraba— como se veía tan enamorado y un brillo en sus ojos...

—Te gusta Beomgyu?

—¡No!

—Entonces— Soobin se levantó y lo miró seriamente, Yeonjun quería reír al ver su expresión seria— ¿qué?

—Eres idiota.

—Ahora tenemos confianza? — asintió— bueno si lo dices...

—La cosa es que me siento raro y no quiero salir de aquí.

—Pero si tú eres el que más a peleado por salir de aquí Soobin— el contrario suspiró avergonzado tomando un tono rosa casi rojizo— ¿qué?

—Te necesito...

—De qué hablas?

—No creo que mi familia me quiera en casa porque les doy pena y lo único que me queda es tu compañía.

Yeonjun se quedó en silencio, eso no podía ser posible, Soobin estaba solo, el apenas podía con su familia, pero algo dentro suyo quería cuidarlo, quería saber que estaba bien, que su vida sería normal luego de salir de allí, tal como fue la suya.

—Tu familia te ama Soobin y te aceptarán además puedes ir conmigo cuando quieras y te llevaré a comer algo.

—Lo juras?

Asintió, uno de sus grandes males era ese, querer tanto que duele.