Capítulo 5: Cubetazos.

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Capítulo 5: Cubetazos

Uno siempre puede llegar a creer que las rivalidades entre dos o más personas se hacen después de unos meses, empezado, ya sea por problemas que los involucran o cualquier otro motivo sin sentido por el que comenzar una disputa. Que quizá, solo se hacen por las diferencias que estos llegan a tener, sobre todo cuando apenas se llegan a conocer, pero lo que uno nunca se podría esperar es que en un primer día de clases tan solo se lleguen a odiar tanto, que incluso apenas y se dirigían la palabra. Tal era el caso de Percy y Annabeth, que dejaron sorprendidos a sus amigos, y no sólo a ellos, si no que ya eran conocidos por toda la secundaria Goode. Los rumores corrían rápido.

Annabeth entró al baño de un portazo y se dirigió a los lavabos para lavarse la cara, no sin antes limpiarse las lágrimas que se habían escapado de sus ojos.

No tardó mucho en darse cuenta de que ella no estaba sola en aquel lugar, pues escucho como alguien lloraba desde dentro de uno de los baños. Y no, no era Myrtle la llorona.

Annabeth se acercó hasta el baño del cual provenía el origen de tal llanto, cuando estuvo frente a la puerta del cubículo, tocó este dos veces. Hasta que escucho que una voz entre el llanto le respondía.

-¿Quién es? -dijo la voz a la que Annabeth reconoció inmediatamente, pues era única y dulce, supo que Calipso estaba del otro lado de la puerta.

-Calipso soy yo, Annabeth, ¿te acuerdas de mí? ¿La chica que conociste en el restaurante Ogigia? Podrías abrir, por favor -le pidió la rubia desde el otro lado.

Por un momento creyó que ella no la recordaba pues no había respondido, pero en cuanto escuchó un sonoro clic que provino dentro del cubículo, supo que tanto como ella lo hacía, Calipso también la recordaba.

La chica salió de ahí con la cabeza fija en piso del baño, y en lo que Annabeth no vio venir, ya la estaba recibiendo en un abrazo.

-¿Cómo te encuentras? -le preguntó Annabeth, mientras ella solo lloraba en su hombro, quizá la cosa llevaría su tiempo.

Y así fue hasta que pasaron lo que aproximadamente fueron diez minutos, y Calipso paró de sollozar en el hombro de Annabeth.

-Me siento...me siento como si solo hubiera sido usada para sus estúpido juegos -se atrevió a responderle con una sonrisa torcida, por lo que Annabeth sonrió de manera reconfortante.

-Sabes, hiciste bien dándole su merecido a Michael, eso lo merecía por la falta de respeto hacia ti y por ser un tarado, así para la próxima aprende a no meterse contigo -Annabeth le guiño un ojo, haciendo reír a Calipso

-Sí, lo sé, gracias Annabeth...creo que ya no voy a estar más cerca de ellos, no soy de esas fáciles y creo que ya se los deje bien claro -dijo Calipso riendo en bajo junto con Annabeth.

-Por supuesto que lo has hecho y si quieres puedes sentarte conmigo y mis amigos, ellos no son así y te prometo que mantendremos controlado a Leo -bromeó Annabeth.

Calipso no comprendió lo último que ella había dicho, y la miro confundida, Annabeth rio por su expresión.

-Es un amigo mío, que parece un duende latino por sus ojeras y ser moreno, y aquí entre nosotras, llamaste su atención, nunca lo había visto actuar tan cursi en serio -afirmó Annabeth-, hasta me asuste porque llegué a creer que perderíamos a ese chico bromista por uno enamorado con frases cursis incluidas en su vocabularios diario, como sea no venimos a hablar de eso...-comenzó Annabeth hasta que Calipso la interrumpió.

-Hablas del chico que estaba sentado en una esquina, ¿con el pelo rizado y ojos marrones? Porque puede ver cómo me observaba y se lo dije a Drew pero ella dijo que sólo era un cualquiera, después de eso ella le dijo algo a Michael algo que no alcance a escuchar, y después de eso él me beso -mencionó Calipso, Annabeth enfureció pues se dio cuenta de cuál había sido la intención de Drew, ella quería hacer sentir mal a Leo, pero hubo una falla en su plan pues no contaba con que Calipso no se dejaría llevar, eso bajó un poco su furia.

-Sí -confirmó ella-, ese es Leo. Así que ahora si quieres lavarte la cara porque las clases ya van a comenzar y no creo que quieras irás a sí, ven -dijo Annabeth, Calipso la siguió.

Terminando, ambas salieron del baño y vieron como la multitud salía, Annabeth se encontró con algunos de sus amigos quienes se le acercaron a ella y Calipso, que se encontraban riendo cerca de los bebederos.

-Hey, ¡Annabeth! -la llamó Leo que se iba acercando, al verlo Calipso se sonrojo, recordando lo que le había contado Annabeth; seguido de eso observó el piso para que él no lo notase.

-Oh, hola chicos -saludó Annabeth cuando ya todos estaban ahí, a excepción de Percy, por lo que Annabeth supuso que él se las estaba arreglando con aquella bebida que terminó en su cara.

Ja, suerte con eso, pensó ella divertida.

-¿Estás bien? -preguntó Hazel, Annabeth asintió en modo de respuesta.

-¿Segura? Porque no quiero una bebida en mi cara -bromeó Thalia, haciendo que Annabeth riera ante su comentario.

-Segura...-dijo ella, pero justo en ese momento tocó la campana, dando por finalizado el receso e interrumpiendo lo que diría.

-Bueno, a clases -dijo Frank, todos asintieron y se despidieron, Frank y Hazel se fueron a su grupo.

Calipso, se fue acompañada de Thalia y Nico pues estaba con ambos en el Grupo C, antes de irse se despidió de todos. Leo se despidió de ella tímidamente, por lo que sus amigos rieron ya cuando Calipso y los demás se les habían perdido de vista entre las multitudes de estudiantes que se dirigían a sus respectivas clases.

Por último, Jason, Piper, Leo y Annabeth fueron a su clase de historia en la que Annabeth tomó asiento en el primer pupitre de la segunda fila y detrás de ella no había nadie ya que ese banco no lo había querido Piper por las palabras obscenas escritas en él, las cuales fueron demasiado desagradables para la chica.

Annabeth noto que Percy aún no llegaba, y en ese momento entró el maestro, era un tipo de mediana edad quien iba en una silla de ruedas motorizada, tenía el pelo cayéndosele, una barba desaliñada y portaba una chaqueta de tweed, este se presentó:

-Buenos días alumnos, yo soy el señor Brunner y seré su maestro de historia, en esta mes veremos acerca de la mitología griega y romana y antes de finalizar el mes se presentará un proyecto en el que ustedes elegirán un dios ya sea griego o romano y harán una presentación sobre este en maqueta.... -comenzó a decir el profesor pero fue interrumpido cuando tocaron la puerta. -Adelante -dijo este para que la puerta fuera abierta por una chica que se veía ser de los de primer grado.

-Buenos días, disculpe profesor, me permitiría a Annabeth Chase, es que el director le mandó hablar -dijo la muchacha, todos lo estudiantes, incluyendo al señor Brunner, fijaron la vista en la mencionada; quien solo se mostraba confundida.

-Por supuesto, vaya señorita Chase -dijo el maestro dándole permiso a Annabeth, ella obedeció y se levantó de su asiento.

Antes de salir del aula, Annabeth miró a Piper, en busca de respuestas a por qué el director le había mandado a hablar, pero tanto como ella y su amiga, ninguna tenía idea.

-Entonces, ¿voy a la dirección? -le preguntó Annabeth a la joven, la cual sólo negó a su pregunta. - ¿Entonces? -volvió a preguntarle ella, la joven sólo se limitó a tomarla de la muñeca, guiarla por los pasillos hasta llegar a los pasillos de los que correspondían al grupo A.

La joven la llevó afuera, en la salida "1-A Campus", y la dejó ahí afuera de aquella entrada.

-Aquí espera -ordenó la chica, quien se regresó a los pasillos del Instituto, y se fue dejando ahí a Annabeth, quien espero y espero.

Ya estaba dispuesta a volver a su clase, ya que el director no llegaba y Annabeth no lo podía esperar ni un minuto más, pero no pudo continuar pues justo en ese instante sintió un tremendo frío en todo su cuerpo, como sí hubiera caído en un río durante un crudo invierno. Pero sobre todo, estaba la sensación del agua helada recorrer por su cuerpo, en ese momento se sintió parte del ice bucket challenge; su ropa estaba empapada, pegándose a su cuerpo, y fue en ese momento en el que se volteó que supo quién había sido responsable de tal cosa.

T & O es porque te odio || PercabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora