24- La misma que antes.

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Narra Jane:

-¡Kellin, sálvame de los fantasmas!- Grité. En mi defensa, le tengo miedo a todo.

Divisé una sombra detrás nuestro, que me hizo contener el aliento. Sentí como los pelos de mi nuca se erizaban. Sin duda, la sombra, era humana, parecía ser un hombre, no una mujer.

Una sonora carcajada se hizo presente en el silencio que ofrecía la fría noche. El gesto anterior me hizo girar en mis talones, encontrándome con ¿Gerard? ¿Qué hacía el aquí?

-¡Gerard te odio! ¡Casi me matas!- Le regañe, mientras el seguía riendo. Estúpido.- ¡Vine aquí porque estoy enojada con todos ustedes!- Su risa se detuvo, su expresión cambió. Ahora era seria- ¡Y tu te apareces aquí como si nada! ¡¿Tienes idea de cuanto duele?! ¡Todas las personas en las que cofiabas, te mintieron, siempre, todo fue una mentira!- Lágrimas ya caían por mis ojos. ¿Cómo pudo hacerme esto?

Narra Gerard:

"Tu te apareces aquí como si nada, ¿Tienes idea de cuanto duele? Todas las personas en las que confiabas te mintieron, siempre, todo fue una mentira."

Al escuchar esas palabras saliendo de la boca de mi pequeña, mi corazón se rompió. Ver lágrimas como derramaba lágrimas por mi culpa era lo peor que me había pasado en la vida. Me odio, fui un estúpido. Un estúpido con mayúsculas y negrita.

Sabía como se sentía: rota, decepcionada, furiosa, confundida. Sabía que su cabeza no dejaba de dar vueltas.

Todo esto era mi culpa, sola mía. No podía culpar a los demás. Sabía que ellos me dijeron que nunca le diga y eso lo prometí. Pero ¿por qué nunca le dije? ¿por qué nunca rompí esa estúpida promesa? ¿por qué por primera vez en mi vida fui un hombre de palabra?

Yo sabía que si se enteraba iba a ser peor. ¿Por qué no se lo dije a los cinco años? Si, eso hubiese sido lo mejor. Era tan inosente que no hubiese dicho todas esas palabras que lastiman.

Creo que nunca tuve el valor de decirle. Eran solo unas palabras "Tienes una hermana. Se llama Annie." Era un cobarde, esas palabras nunca salieron de mi boca.

Tenía miedo. Miedo a que nunca me vuelva a hablar. Miedo a que me odie. Miedo a que me rechace.

Quería volver el tiempo atrás y decirle todo el día que Annie nació. Pero no podía.

Sentía como si la hubiese perdido para siempre. Sentía que ya no era la misma que hace dos horas atrás. Daría lo que fuera para borrar las últimas dos horas, para que Jane sea la misma que ayer, la misma que hace unas horas atrás.

- Jane hice una promesa. Prometí que jamás te diría. - Traté de excusarme.

- Gerard, no eres un hombre de palabra.- Un gesto indignado apareció e mi rostro, para tratar de que Jane riera. Pero, no se inmutó.

'Ya basta de juegos, Gerard'.- Me regaño mi subconsciente.

-¿Qué te hace pensar eso de mi, linda?- Traté de sonar tranquilo.

- Me prometiste siempre decirme la verdad, cuidarme, protegerme y defenderme. Pero no lo cumpliste, estoy rota, dolida, enojada y confundida.-Me dijo todavía con lágrimas en los ojos.

- ¿Sabes que diciendo todo eso lastimas, no?- No me importó que Kellin presenciara todo esto, él no tenía la culpa y él me caía bien.

-¿Más de lo que tu me lastimaste a mí? No lo creo.

- Jane, ya basta. No estamos ganando nada con este juego tonto. No te pido que me perdones, ni que me escuches. Solo te pido que me dejes que te lleve a casa, por favor ya es tarde.- Traté de negociar.

- Está bien. Igual los dos sabemos que tarde o temprano te voy a terminar perdonando, no puedo estar mucho tiempo enojada contigo. Pero con una condición.- Me dijo. Eso me hizo sentir un poco más aliviado, la iba a tener de vuelta. Iba a pser la misma que antes.

-¿Cuál?- Pregunté.

- Primero lleva a Kell a casa.- Me gusto como le había puesto un apodo, pero no hice comentarios.

- Por supuesto, él me cae bien.- Le dije.

-¿Viniste en auto?- Preguntó Jane.

-Aham- Asentí en modo de afirmación.

Salimos de aquel jardín abandonado. Caminamos hasta mi auto. Les pedí a ambos que vayan en la parte trasera.

Jane y Kellin me iban guiando por las calles. No pregunté como Jane sabía dónde vivía.

Nos acercamos a un hermoso barrio llenos de casas, árboles y flores. Pasamos por una enorme plaza. Y por fin llegamos. Era una casa de dos pisos, grande y blanca.

-¡Que bella casa! -Le dijo Jane con una sonrisa.

- No es solo mía. La comparto con Jack, Justin, Gabe y Jesse.- Claro, lo dice como si los conociéramos. -Pasen. Yo entré a su casa sin siquiera invitación.- Dijo. Seguramente era solo para Jane.¿Por qué me lo diría a mi?

- Gracias Kell.- Jane le dedicó una sonrisa.

Salierom del auto tranquilamente, pero yo no lo hice. Jane ni se inmutó solo siguió su trayecto a la entrada principal de la casa. Pero, en cambio, Kellin volvió hasta el auto.

-Gerard- Me dijo. - Ya se le va a pasar. Déjala por ahora, yo se que te quiere. No dudes de que te va a perdonar. Y otra cosa, tu también pasa, los invoito a los dos. -Kellin era una muy buena persona.

-Gracias Kellin, pero no quiero molestar.- Me interrumpió.

-Yo no tuve la opurtunidd de elegir, tu tampoco.- Me gusto la firmeza con lo que lo dijo. - Volviendo al tema anterior... Te ayudaré, no quiero que Jane se separe de ti. Te toma como un padre. Yo se lo que es no tener un padre cuando lo necesitas, no quiero que Jane sienta eso.

Me voy mañana la mañana. Osea que estos días no voy a subir. Yo que pensé que iba a aprovechar estas dos semanas de vacaciones para escribir. :(.

Escuchen música. ❤

¡Graciass!❤

¡Las amoo!

Xx musicmyeverything xX.




Different - Kellin Quinn - PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora