Innocent's Day- JongKey

Unico

Una pareja estaba recostada en su cama después de la cena, se hacían mimos y se decían lo mucho que se amaban el uno al otro.

—Jjong ah...- empezó el rubio de ojos felinos— Necesito mostrarte algo muy importante- le dijo, levantándose de la cama.

— Lo que sea eso puede esperar~— protestó el de ojos caninos.— Vuelve aquí~— rogó, haciendo pucheros. De esos que el rubio tanto amaba besar.

—No, puppy.— le regaño KiBum.-—Si no te lo digo ahora, no volveré a tener la suficiente valentía para decírtelo otro día— decía, mientras rebuscaba algo entre los cajones del armario.

— Mm~ debe de ser muy importante entonces, porque para que tu tengas que reunir valentía para decirme algo a mi , ya es algo extremo— se burlo JongHyun.

—Kim JongHyun! Estoy hablando en serio!— vocifero Key, haciendo sobresaltar a JongHyun. Si, a veces lograba sacar de quicio al de ojos felinos. Pero, podía contar con los dedos de una mano las veces en las que KiBum le había gritado.

—Yeobo~— susurro JongHyun, esta vez si estaba asustado. Debía de ser algo importante como para que Key llegara a gritarle.

— Y...yo... Lo lamento Jjongie, no quise gritarte es que...- No llego a terminar lo que iba a decir, rompió en llanto con lo que parecía un sobre de manila en la mano.

JongHyun, rápidamente, se levantó de la cama y abrazo a KiBum, quien no había más que llorar y susurrar cosas inteligibles.

El mayor no hacía más que susurrarle al oído que todo estaría bien, que el lo amaba a pesar de todo lo que pudiera suceder y que jamás lo dejaría solo.

KiBum se separó de él, sorbiendo por la nariz y con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. A pesar de la triste escena, a los ojos de JongHyun, KiBum era hermoso

—Ahora si, bebe- JongHyun rompió el repentino, pero para nada incómodo, silencio.—Dime, que es los que esta sucediendo?—le pregunto, suavemente, mientras acariciaba su mejilla.

—No creo que pueda ser yo el que te lo diga- le respondió, extendiéndole el sobré de manila, que ya había sido olvidado.—Toma, léelo.—JongHyun lo tomó, indeciso. Se sentó en la cama y le echo un vistazo a lo que parecía ser un diagnóstico de hospital, que estaba anexado con una clase de ecografía o radiología. No sabía con exactitud, a él jamás le había interesado mucho el tema de la medicina, pero en este momento deseaba saberlo. Sin saber que más hacer, se dispuso a leer el diagnóstico.

Paciente: Kim KiBum.                                                                                                       Edad: 22 años.

El paciente ha asistido al hospital debido a unas extrañas cosas que sentía en su cuerpo.

Debido a esto se le realizo unos exámenes básicos. Al notar una anomalía, le hicimos unos exámenes más avanzados, en los que se encontró una anormalidad en el pulmón derecho. Buscando más profesionalmente, se llego a una conclusión.

El paciente Kim KiBum, de veintidós (22) años de edad, tiene un tumor en el pulmón derecho.

Como se logra ver en la radiografía, el tumor es bastante avanzado, por lo que se le estima un año de vida; eso si, si el paciente accede a darle un tratamiento. Si este se niega, no pasara de los seis meses.

Jonghyun sintió que su mundo se vino abajo, su gatito, el amor de su vida, estaba enfermo. Y no le quedaba más de un año. Un mísero año que tendría que aprovechar al máximo.