¿Cómo han estado, mis preciosuras? ¡Espero que muy bien!
Iba a publicar antes, pero no he podido.
Aparte de las fiestas, he estado algo mal pasando el duelo por el fallecimiento de mi perro apenas unos días antes de año nuevo. Ha sido mi mascota, mismo al que trataba como a un hijo, durante 11 años y me ha costado bastante poder sobrellevar su ausencia.Lejos de eso, todo ha sido agotador y espero que hayan tenido una hermosa navidad, un lindo fin de año y un espectacular año nuevo!
Itachi no podía apartar su oscura mirada de la figura del doncel. Lo observaba moverse silenciosamente dentro de su hogar, recorriendo su interior una y otra vez como si fuera un alma en pena.
Había notado la forma en la que Minato había comenzado a evitarlos, tanto a él como a su hermano. Aún cuando con Sasuke solía mantener conversaciones largas y sin sentido, había dejado de jugar con él como siempre lo hacía.
Ya no se sentaba a jugar con él en el jardín de su hogar, sino que permanecía sentado junto a la puerta de entrada o inventaba alguna excusa para mantenerse en el interior de la cocina y ni siquiera era capaz de ingresar al cuarto de Itachi cuando su hermano menor quería escapar del doncel antes de ir a la academia.
Itachi sabía que las cosas habían cambiado y estaba seguro de saber el momento exacto, aún cuando no puede comprender el porqué.
Minato ya no le hablaba, no lo invitaba a desayunar con ellos cuando Fugaku no estaba ni había vuelto a aceptar los dulces que el varón le quería obsequiar. El joven rubio había puesto una gruesa barrera entre ellos, lo bastante fuerte como para que el mismo Itachi Uchiha no sea capaz de quebrar.
—¿He hecho algo malo?—Su voz sonó casi en un susurro que Minato fue capaz de oír.
Itachi no se iba a quedar de brazos cruzados con aquel bonito doncel.
—¿Qué quieres decir?—Preguntó Minato, colocando los trozos de sandía correctamente en el plato de su hijo.
—Solo...—Un suspiro escapó de su boca en un intento por querer hacerle sentir a Minato un mínimo de culpa por su lejanía.— De un momento a otro has dejado de hablarme.
El rubio lo observó por un momento por encima de su hombro antes de volver a su labor.
—No sé de que hablas, Itachi, estamos conversando justo ahora.
Bien, Uchiha podría aceptar que estaba siendo lo suficientemente atrevido al acercarse al contrario como lo hizo, pero las manos de Minato habían comenzado a moverse con mayor velocidad y aquello solo le había indicado que el doncel estaba listo para huir de él una vez más.
Itachi sabía que no era correcto arrinconarlo contra la encimera como lo estaba haciendo. Sabía que no era correcto estar en una posición tan comprometedora que podría ser fácilmente vista por su hermano menor o interrumpida por la llegada de su padre.
Sin embargo, en el momento en el que el agradable aroma a limón de Minato ingresó a su nariz, se vio obligado a mantener el control para no enterrar el rostro en el cuello del más bajo.—Ni siquiera me miras a los ojos, entonces... ¿Hay algo que yo haya hecho mal? Si es así, necesito que me lo digas porque no lo sé.
¿Cómo se suponía que se lo dijera? ¿Cómo decirle que Fugaku había sido más que claro en su pedido de alejarse de su hijo mayor?
El actual líder sabía que era un riesgo para él si el acercamiento entre ellos continuaba, pero sería culpa de Minato si Itachi descubría aunque sea una de sus marcas, porque Fugaku no iba a permitir que lo avergonzara de aquella manera frente a su primogénito.

ESTÁS LEYENDO
Ángel (ItaMina)
أدب الهواةLo sacrificaron para convertirlo en el contenedor del Kyubi. Ni siquiera era un Uzumaki como lo habían sido las antiguas Jinchurikis, Mito y Kushina. Odiaba la vida que le había tocado vivir, porque no solo se había visto obligado a convivir con aqu...