Qualia - Fase 1

Capitulo 48: La Rebelión de Habin - Parte 6

Un gran estruendo sacudió el área donde nos recuperábamos volteando algunas camillas.

─¿Qué fue eso? ─preguntó la bruja

─¿Y qué voy a saber yo? ─respondí.

─A ti no te pregunté.

Los dos nos levantamos y salimos de la tienda. Lo que vimos afuera nos dejó impactados.

Algo que parecía ser una serpiente o un dragón enorme que se elevaba al cielo.

─¿Qué mierda es eso?

─Otro juguete Savant ─respondió la bruja─. Vamos.

Aunque empezamos a correr de regreso hacia la zona de combate, algo más nos detuvo a medio camino. Vimos en el cielo, lo que parecía ser un cometa azul que también se dirigía a nosotros. O más bien, hacia ese "dragón"

─¿Y ahora que chingados? ─exclamé.

─Creo que sé quién es ella ─replicó Larissa─. Hay que apresurarnos.

La corazonada de la bruja resultó ser cierta. Ahí, en medio de todos había "aterrizado" ese "cometa". Pero no era un cometa, era una mujer. Estaba un poco lastimada, pero se veía emputadisima. Ya después supe que era Denyen, la hermana mayor de la princesa Carinthia. A saber dónde estuvo todo este tiempo.

─Entrégame la Entela, Dáfira ─exclamó desafiante.

─Ya no la tengo conmigo ─respondió sonriendo el Savant.

─¡Mientes!

─No es mentira ─replicó sin dejar de sonreír─. No se los había dicho, pero, desde hace un buen rato que se la entregué a uno de mis hombres para que se la llevara al Generalísimo. Ya debe de estar demasiado lejos de aquí. Pero creo que ustedes deberían preocuparse más por lo que tienen enfrente ahora.

─¡Y tú deberías de preocuparte más por tu propia vida, imbécil! ─no había terminado de decir esto cuando el Savant fue envuelto en una esfera de aire que rotaba a una velocidad potentísima. En segundos, el tipo ahí dentro quedó hecho pedazos.

Todos quedamos callados al ver aquello. Los Santos dan mucho miedo.

─Enserio está encabronada ─comentó Minoris.

─¿Eh? ─Lucius miró extrañado a la chica─. ¿Qué dijiste?

─Las jergas que suele usar el Héroe suelen ser más expresivas.

─Déjenme esto a mí ─anunció Denyen mientras miraba desafiante a la serpiente mecánica.

No tienes que repetírmelo dos veces mija, ya entendí que no me debo de meter contigo.

Aquella máquina gigantesca empezó a moverse, revolviendo todo a su alrededor. Fue directo hacia la Santa para atacarla.

Denyen recitó entonces algo que después me enteré que era una Oración. Su poder de Santa apareció manifestándose con un aura color azul, justo como cuando estaba en modo "cometa". Así salió disparada hacia la serpiente mecánica, introduciéndose por su boca, y atravesándola totalmente hasta salir del otro lado, destruyéndola por completo. Todo en segundos.

Los Savants que contemplaron el final de su jefe y su "mascota" mecánica, huyeron aterrados. La batalla había terminado.

Un gran jubilo estalló entre los soldados de Habin y las dríadas.

─¡Lo logró! ─exclamó Minoris.

─Si ─respondió la chica albina─. Pero acaba de echar a perder el discurso de Alice.