Marcia abrazó a Fernando con mucha fuerza, mientras las lágrimas se apoderaban de sus ojos azules.
M: Eres el peor hombre que he conocido en mi vida, Fernando Mendiola (lo miró a los ojos). Jamás te perdonaré haberte ido así... Y tenernos en esa angustia tan grande. Te olvidaste de nosotros, tu familia, de tu hermana, y ni una llamada nos hiciste. ¡Ingrato!
Así era Marcia Villarroel. Siempre con esa actitud tan suya. Pero ahora para bien. Había extrañado tanto verla y escuchar sus reclamos, que Fernando no pudo evitar abrazarla con la misma fuerza y dejar escapar algunas lágrimas.
F: Hermanita... Te extrañé mucho.
M: Claro claro y por eso me tenías tan abandonada ¿no? (Marcia lo miró de arriba a abajo) Estás más delgado. Luces distinto. Seguro no comías bien.
F: Jajaja, tu siempre tan controladora. No cambias Marcia.
M: Me preocupo por ti, al igual que todos aquí nos preocupamos, aunque Lety fue la que más te extrañó. No hubo un solo día que no te mencionara. Que bueno que ya estás con nosotros. Tus papás están felices con tu regreso, y lo estarán más cuando te vean.
Marcia abrazó a Leticia.
M: Gracias Lety, gracias por traerlo de vuelta.
L: No fue muy fácil, te cuento. Regáñalo más porque se estaba resistiendo a venir conmigo.
M: Ya hablaremos de eso. Fernando Mendiola. Ahora entremos que tus papás están ansiosos por verte.
Humberto y Teresita si abalanzaron sobre Fernando en cuanto lo vieron cruzar esa puerta. Siempre se caracterizaron por ser duros, fríos y hasta en ocasiones insensibles. Pero en realidad no era así. Ambos escondían sus sentimientos a veces de los demás, pero también cedían en muchas ocasiones, dejando ver lo que de verdad sentían. Ahora, eran más sensibles, más humanos.
T: Hijo, mi Fernando (decía Teresita mientras abrazaba a Fernando, llenando de besos sus mejillas). Qué gusto verte de nuevo. Bienvenido a tu hogar.
H: Hijo, nos alegra que hayas vuelto (Humberto los envolvió en un abrazo más grande, quedando Teresita justo en medio de los dos). Gracias por venir.
T: Y gracias Lety, por traerlo de vuelta (Teresita volteó a ver a Leticia, quien lloraba conmovida, al igual que Marcia).
F: Yo también los extrañé mucho, aunque no lo crean. Discúlpenme por preocuparlos así. Solo necesitaba un tiempo, un espacio.
T: No te preocupes. Entendemos. Solo que, debiste llamarnos, somos tus padres y queríamos saber de ti. No era suficiente con mandarnos unos cuantos recaditos con nuestra empleada hijo.
F: Lo siento (respondió entre lágrimas). No era mi intención preocuparlos de esa manera. De hecho, siempre estuve pendiente de ustedes pero, nunca me detuve a pensar que ustedes también querían saber de mi. Creo que, actúe de forma egoísta. Es solo que, necesitaba olvidar.
H: Hijo, entiendo que necesitaras ese tiempo. Estás conectado en todo un hombre. Estoy seguro que todo esto te ayudó para mejorar y crecer como persona. Estamos orgullosos de ti.
Fernando los abrazó, lleno de nostalgia.
F: Gracias papá.
La compañía de los Mendiola estaba resultando más cómoda y agradable de lo que Leticia había imaginado. Estaba nerviosa pero los nervios habían pasado, dando paso a una grata alegría. Sin embargo, aún no sabía cómo reaccionarían ellos ante la noticia de la boda.

ESTÁS LEYENDO
"Otoño" "Goodbye my love"
FanfictionLa historia empieza cuando Fernando se resigna a que perdió a Leticia en brazos de Aldo Domenzaín. Ella se ve perdidamente enamorada de ese hombre rubio que conoció en el mar. Ella ha demostrado una y otra vez que ama a Aldo y que dejó de amar a Fer...