Kookie Love

Un pequeño cambio

Pov's Jungkook

Todo se veía diferente para mi, quizás ya me había acostumbrado a mi vida allá, en  USA.

Fue un viaje tranquilo, sin demora alguna, todo transucurría con completa normalidad, hasta que aterrisamos en Corea.

Sabía que Jimin estaría a mi espera cuando arribará al aeropuerto,me abrazaría y me daría un gran beso, lleno de sentimientos y emociones que solo el podía brindarme o eso era lo que esperaba.

Mis maletas habían desaparecido como por arte de magia, me pusé algo molesto.
Estando ya en el aeropuerto, decidí ir por un café, tenía que de alguna forma bajar mi mal humor.

Compré un Capucchino y unas galletas.

Por toda la situación de las maletas no me había dado cuenta de que Jimin no estaba en ningún lugar, así que dispuse caminar en el aeropuerto, esperando que Jimin o mi equipaje aparecierán.

Ya habían pasado unas horas.

Miles de preguntas habían invadido ya mi mente, ¿se había olvido de que regresaba en esta fecha?, ¿estaba retrasado?, ¿algo pasó con él? —pensé— No lo creo, lo había repetido inmaginable cantidad de veces, además habiamos hablado por skype hace algunas semanas pero, aquella llamada de skype no había salida para nada bien.

Él estaba desanimado y triste.

Yo no tuve el valor de preguntarle que le sucedía, slo hable de lo genial que era la vida allá —ladeé mi sonrisa con algo de tristeza—.

No me había tomado el tiempo de preguntarle como estaba, que había hecho, o como la estaba pasando, estuve enfocado únicamente en mi vida.

No habia podido terminar la frase, sentí un cálido y casto beso en mi oreja, seguido de un abrazo por la espalda y una pequeña mordida en mi cachete.

Erizó por completo mi piel, sabía que era él.

—¿Piensas morir tan joven? —me giré quitando las manos de mi cuello, queriendo ocultar mi felicidad por ver su sonrisa.

Él comenzó a reir. Amaba su risa.

—¿Llegastes a creer que había olvidado que hoy llegabas? —me reprochó.

Se acercó a mi oreja susurrando —¿o creistes que me había olvidado de ti?, Kookie—.

—Callaté enano, —dije sonrojado.

Sonrió nuvamente y nos dispusimos a irnos.

Las cosas mejorarón cuando llegó él, de hecho siempre ha sido así, más no recordaba día en el que yo hubiera hecho algo por él.

Caminamos por todo el aeropuerto.

Jimin me preguntaba muchas cosas, yo entusiasmado le contestaba, él notó mi insesable sonrisa, entonces, él rió amablemente.

Esa sonrisa, fue tanto reconfortante como dolorosa, había recordado aquella última llamada en skype, recordando su tristeza, esto se reflejó en mi rostro, fue ahí cuando unió nuestras manos expresivamente y se dispusó a darme un pequeño empujón, para tomar mi brazo y llevarlo justo a su pecho, para abrazarlo, como un niño.

—¿Pero que rayos estás haciendo Jimin? —dije timidamente con una pequeña sonrisa en mi rostro. —Eres tan extraño —agregué.

Continuamos nuestro camino, al poco tiempo llegó una señorita indicandome que habían encontrado mi equipaje, ya podriamos irnos a casa. Estaba realmente cansado de andar sin rumbo en ese lugar.

...

Tomamos el transporte público, el cuál nos dejaba al inicio de una pequeña cuesta, sobre la cual quedaba el apartamento donde se alojaba él.