El pueblo de los susurros

Capítulo 12 "Misión"

Años antes en Francia...

Entonces... ¿No lo quieren? - Preguntó Nadine. - Así es, la familia Igarashi dijo que buscaban un heredero y como la señora Igarashi ya quedó embarazada no quieren tener al pequeño. - Explicó un abogado.

Nadine y Sylvie se quedaron sorprendidas al escuchar lo dicho por el hombre ¿Cómo podían dejar así a un niño?

¿Y qué va a pasar con él? - Preguntó Sylvie. - El bebé Ryuujin será dado en adopción y si tiene suerte encontrará una familia. - Explicó el abogado.

Nadine se quedó pensando unos segundos y analizó la situación, nunca antes les había pasado esto y no podía dejar un bebe a manos de los orfanatos.

Syl... ¿Y sí nos lo quedamos? - Preguntó.

Sylvie abrió sus ojos en grande al escuchar lo que su mujer le decía.

¿Adoptarlo dices? - Preguntó.

Nadine asintió.

Sylvie miro al pequeño bebe, tenía unos intensos ojos violetas y con el brillo que poseían parecía que la galaxia estaba encerrada en ellos.

El pequeño Ryuujin sonrió al hacer contacto visual con quien en ese momento no sabía que sería su madre y sólo eso basto para convencerla.

...

¿Por qué nos vamos tan repentinamente de viaje? - Preguntó Ryuujin. - Para ver a un viejo amigo. - Respondió Sylvie. - Tiene un problema en las manos. - Explicó.

Ryuujin elevó una ceja.

¿Qué clase de problema? - Preguntó. - Es... Complicado de explicar. - Le dijo su madre.

Ryuujin solo se alzó de hombros y metió su bolso en el auto en el que se irían al aeropuerto. Entre que él hacía eso su madre decidió llamar a Jake.

...

Jake se encontraba en su casa, pensando en los mil problemas que se le avecinaban y que ahora pondrían en peligro a sus hijos si no tomaba cartas en el asunto, hasta que escucha su celular sonar.

Al ver quién era de manera instantánea contestó.

¿Están viniendo? - Preguntó con rapidez. - Hola, Jake ¿Cómo estás? - Le preguntó su vieja amiga.

Jake puso los ojos en blanco.

Lo siento... ¿Cómo estás? - Preguntó. - Bastante bien, estamos en camino. - Le contestó Sylvie.

...

Mireia se encontraba escondida escuchando la conversación, junto con Roger, podía escuchar la respiración agitada de Jake hablar y eso la hacía sentir preocupación, se preguntaba si realmente era tan grave el asunto como para que su padre se alterará tanto.

¿Crees qué si le insisto me lo dirá? - Preguntó en un susurro Mireia. - Créeme, en poco tiempo no tendrá opción. - Le respondió Roger.

Jake proseguía con su llamada, desconociendo que su hija lo estaba espiando detrás de la puerta de su habitación.

Syl, esto es importante, te pido que te lo tomes en serio. - Pidió Jake. - Te prometo que seré la mujer más seria que hayas visto. - Le respondió la nombrada. - ¿Estas seguro de que no es un error? - Preguntó. - ¡Literalmente salió en las noticias! ¡¿Por qué crees que estoy tan desesperado?! - Exclamó Jake. - Bueno, bueno, cálmate. - Lo calmó su amiga. - Estaremos allí pronto, por ahora ten cuidado. - Le dijo.

Mireia se quedó pensando "¿Cuidado de qué? ¿De los fantasmas?". Pensó.

Roger, tienes que decirme ¿Qué hago? - Le Insistió. - ¿Sabes llegar al cementerio? - Le preguntó.

Mireia asintió.

Bien, empezaremos a buscar allí, pero te recomiendo no ir sola. - Le dijo Roger. - Bien... Llamare a mis amigos y al estúpido de mi hermano. - Le contestó Mireia.

...

Los gemelos Roses se encontraban en su no muy gigante casa, junto con su abuelo, agradeciendo de que este bien y no le paso nada después de que se encontrarán a ese extraño y tenebroso ente.

¿Crees que podríamos encontrar otro de esos extraños seres? - Le preguntó Lucy a su hermano.

Valentine levantó una ceja, conocía lo audaz y curiosa que era su hermana y que probablemente querría mandarse sola a capturar alguno de esos entes y por eso siempre la cuidaba.

Ni creas que vas a ir a buscarlo, menos sin ayuda de nadie. - Le dijo. - Oh, vamos, Val, sería un pasatiempo interesante. - Animó su hermana. - No y no, no te dejaré ir sola, eres mi pequeña hermanita, no dejaré que nada te pase. - La regañó.

Lucy puso sus ojos en blanco.

Somos gemelos, Valentine. - Le recordó su hermana. - Aún sí es solo por unos segundos que soy mayor, lo sigo siendo y no voy a dejarte ir a buscar esas cosas. - Le contestó su hermano. - ¿Y qué haremos si eso se propaga? ¡Tenemos que estar listos! - Insistió Lucy.

Valentine lo pensó por unos segundos, su hermana tenía un punto, pero aún así ¿Valía la pena arriesgar sus vidas?

Bien, pero no iras sola, hablaremos con los chicos para ir a investigar. - Dijo. - ¡Yahoo! - Exclamó Lucy.

...

¿Qué se supone que haga? - Preguntó Jacobo, al fantasma que tenía en frente. - No se exactamente quien está causando que fantasmas se corrompan, pero debemos investigarlo o todo lo que conocemos podría ser destruido. - Explicó Michael.

De repente la puerta de su hermano fue abierta, provocando que Michael desapareciera inmediatamente.

Jacobo, tenemos que irnos. - Dijo su hermana.

Jacobo alzó una ceja.

¿Irnos? - Preguntó. - Es difícil de explicar, pero tenemos que ir con los chicos a un cementerio. - Explicó su melliza. - ¿Salir habiendo monstruos sueltos? - Preguntó. - ¿Qué? ¿Te da miedo? - Se burlo. - N-No es eso, es que... - Pensó que decir. - Bueno, sí, me da miedo. - Tranquilo, tonto, tengo un respaldo. - Le contestó su hermana.

Jacobo se quedó mudo unos segundos, su hermana lo despreciaba por razones que él desconocía y ahora le estaba pidiendo que juntos resuelvan un problema.

¿Por qué tenemos que ir? - Preguntó. - Este estúpido pueblo está pasando por algo grave, tenemos que resolver este problema. - Le explicó Mireia.

Jacobo abrió su boca para hablar, pero inmediatamente la cerró "¿Qué puedo hacer yo?". Se preguntó.

Te ayudare, pero por favor, prométeme que a pesar de todo me mantendrás al tanto de todo. - Le dijo. - Lo prometo, si prometes que tu también lo harás. - Le respondió su hermana.

Ambos dieron un "de acuerdo" como respuesta, ambos mintiendo, pues ninguno tenía planes de revelarle al otro los visitantes que tenían.

No hicieron más que salir de la habitación para escabullirse y lograr ir al cementerio.