𝟙𝟡. 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨

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Pov. Stanford

Ya estábamos de nuevo de camino a casa, los meses habían pasado bastante rápido, más de lo que pensaba, y no tuvimos grandes problemas, aunque pequeños inconvenientes, sí.

Stan había algunas veces que se ponía a molestarnos, a Marta y a mí mientras estábamos juntos, debido a eso más de una vez se quedó durmiendo en el puerto de cualquier estado cercano, una vez nos lo olvidamos "sin querer" durante un día en una ciudad.

Se lo tenía muy merecido, pero no le pudimos dejar mucho tiempo, es mi hermano, quizás es un poco molesto, pero no podría alejarme de él por mucho tiempo, no luego de 30 años sin verle.

Otras veces Stan y Marta hacían grupo contra mí, sabía que era por alguna tontería, pero era gracioso verla molesta, aunque ya no tanto cuando Stan se ponía de su parte y sacaba cualquier tema para que la discusión siguiera.

Han sido unos meses bastante interesantes, Marta dio una felicidad a este barco muy importante, además de orden, mirando el lado bueno, esta vez no se hundió, ni se quemó, un logro.

También, Marta y yo habíamos podido seguir avanzando en nuestra relación, estábamos cada vez más unidos, las actividades eran las mismas, pero, diferentes, se notaba más cariño en los gestos.

Empezamos a realizar citas de manera más seguidas, aunque eran dentro del barco, las películas se mantuvieron igual, cada noche se veía una, ampliamos la variedad de juegos de mesa, pero nuestro principal siempre era DD&MD, las series también eran cada día, bueno, un capítulo por día.
Además, algunas veces nos poníamos a cocinar, en mi opinión era de los momentos más divertidos, Marta se manchaba muy seguido y verla así era lo más lindo del mundo.

En otro punto algo más... privado, lo solemos hacer dos veces a la semana, si es que es posible, porque con Stan en el barco muchas veces era difícil, por no comentar la vez que casi nos ve en pleno acto...

Pero mejor dejemos el tema, como dije, estábamos ya de camino a casa, llegaríamos en un par de días, justo para cuando llegaran los niños, estás Navidades, serán las mejores, estoy seguro.

En este momento estaba en la habitación de Marta, yo estaba tumbado en su cama leyendo, con ella encima durmiendo mientras le acariciaba el pelo, esta era una de nuestras actividades favoritas, era tranquila y agradable.

Terminé el libro y le di un beso en la cabeza mientras la abrazaba, era un momento perfecto hasta que Stan entró de golpe y gritando, siempre en los momentos más oportunos.

- ¡Hey tortolitos, dejen de tener intimidades y vengan!

- ¡Ugh Stanley! ¿¡Qué te pasa?! ¿¡Y si de verdad hubiéramos estado haciendo algo?!

- ¿No estaría la puerta cerrada?

- Cierto..., ¿qué necesitas?

- Simplemente, para decirte que estaremos en nada de nuevo en el pueblo.

- Estupendo, y ahora, puedes irte, Marta está durmiendo y no quiero que la despiertes.

- Pero si está como un tronco, no se despertó cuando entré, ya no se va a levantar con nada.

- Ya, pero quiero que descanse sin molestias.

- ¡Qué delicado eres!

- A ti no te cuesta nada irte.

- Pero es que me aburro solo.

- ¿Y qué quieres hacer?

- ¿Cartas?

ɢᴏʟᴅ ʜᴇᴀʀᴛ | 𝓢𝓽𝓪𝓷𝓯𝓸𝓻𝓭 𝓟𝓲𝓷𝓮𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora