Capítulo 13

883 88 11
                                    


Capítulo 13

Curvitas



El día pasó lentamente para ambas. Marta pasó la mayor parte del tiempo en su despacho, incapaz de acercarse a Fina. Las palabras de la morena sobre su repentina salida le carcomían porque llevaban varias semanas replicando el mismo patrón los fines de semana y de golpe, en éste no iban a estar juntas. La otra cuestión era que no acertaba a adivinar qué había querido decir Fina al mencionar cosas que se le olvidaban: ¿qué se le podría haber olvidado comentarle?

Cuando faltaba apenas media hora para salir, Fina tocó a la puerta de su despacho.

- Adelante.

- Marta, disculpa. Necesito que me firmes esto - entró y se acercó a la mesa.

- Claro, ¿qué es? - Marta trató de adoptar el tono más profesional posible.

- La copia de la compra de la máquina de Luis.

- Ah perfecto... - Marta leyó rápidamente el documento y lo firmó.

- Gracias... - Fina recogió el documento y dio media vuelta para marcharse.

- Fina, espera - la llamó Marta, levantándose del asiento.

- ¿Necesitas algo? - cuestionó la morena, girándose.

Marta se quedó a medio camino. Tragó saliva y bajó la mirada. Se sentía como una niña pequeña delante de ella.

- Yo... solo quería saber si te vas hoy o mañana - dijo al fin, volviendo a mirarla.

- Nos vamos esta tarde. ¿Por? - contestó fríamente.

- Por nada... por saber.

- ¿Algo más, Marta?

- No... nada más. Pero antes de que te vayas... me gustaría saber a qué te referías esta mañana cuando dijiste lo de que se me olvidan las cosas.

Fina entrecerró los ojos y cruzó los brazos.

- Marta, no vamos a tener esta conversación aquí.

- Necesito saberlo, porque ya no sé si está todo bien entre nosotras... - Marta dio un paso hacia ella.

- Bueno, eso depende de la vuelta de tu marido y de lo que tú vayas a hacer al respecto - le espetó.

- ¿Cómo?

Fina suspiró.

- Tu padre le comentó al mío que Jaime va a empezar a pasar más tiempo contigo.

Ahora fue el turno de suspirar de Marta.

- Déjame que te explique.

- No Marta... ahora no quiero que me expliques nada.

- Fina por favor - le suplicó dando otro paso hacia ella.

- Marta, ahora no. Si eso cuando vuelva hablamos.

- Está bien, como quieras.


Marta dio media vuelta y volvió a su mesa. Se apoyó con las manos en el borde y tomó aire.

Fina la observó y se acercó lentamente a ella.

- ¿Estás bien? - le preguntó, bajando la intensidad de su voz.

- Sí... no te preocupes. Haz una cosa - la miró - si quieres puedes irte ya.

LA SECRETARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora