Pastoral Daily Life

º111º

Desde que supo que Yan Yue iba a regresar a Zhongjing para el Año Nuevo, Lu Lingxi deseó que el tiempo pasara más lentamente, muy lentamente. Aunque no lo dijo, sus acciones inconscientemente mostraron su renuencia hacia Yan Yue.

Por la noche, cuando Yan Yue se estaba duchando, Lu Lingxi lo siguió como un cachorro, entregándole una toalla en un momento y ayudándolo a buscar ropa en otro. Yan Yue casi podía ver la pequeña cola de Lu Lingxi moviéndose detrás de él todo el tiempo. Su corazón era tan suave que abrazó a Lu Lingxi y lo inmovilizó contra la pared, besándolo ferozmente.

La mirada de Lu Lingxi estaba desenfocada; le faltaba el aliento cuando Yan Yue lo besó. Sus hermosos ojos negros se nublaron con una capa de niebla, su expresión inocente y dulce, llena de sensualidad letal. Yan Yue apretó los labios sin control, pensando en su corazón que bien podría quedarse aquí para el Año Nuevo. Realmente no quería separarse de Lu Lingxi ni un solo minuto.

"Bebé, ¿por qué no..."

Yan Yue ni siquiera había terminado de hablar cuando la voz fuerte de Yi Hang sonó desde afuera. "¿Qué estás haciendo, Lao San? ¿No estás en casa?"

La voz estaba tan cerca que parecía que solo había una pared de distancia. Lu Lingxi prácticamente empujó a Yan Yue, sin molestarse en decirle nada, y salió corriendo en un instante. En el baño, Yan Yue miró a su emocionado hermano pequeño y su rostro se hundió rápidamente.

"Yi cuelga". Lu Lingxi saludó tímidamente.

En el sofá de la sala de estar, Yi Hang estaba molestando a Xiaohei con una galleta. Al ver a Lu Lingxi salir del baño, se sorprendió un poco: "Lao San, ¿te estás duchando?"

Lu Lingxi sacudió la cabeza avergonzado y encontró una excusa: "No, solo le traje su ropa al Gran Hermano Yan".

—Oh, ¿entonces el hermano Yan se está duchando? ¿Cómo está el cuerpo del hermano Yan? ¿Es tan fuerte como el mío? —dijo Yi Hang, levantando los brazos en una pose de culturismo. Lu Lingxi parpadeó y lo miró sin palabras.

Yi Hang se rió, le arrojó la galleta que tenía en la mano a Xiaohei, saludó con entusiasmo a Lu Lingxi y dijo: "Lao Er me acaba de llamar, volverá con Lao Si en un par de días. Cuando llegue ese momento, los hermanos tendremos una buena reunión y retendremos a Lao Si durante el próximo año y no lo dejaremos ir".

Lo dijo como algo normal; Lu Lingxi se sentó junto a Yi Hang, todavía preocupado de que el padre de Bai Yuan no lo aprobara. Yi Hang sonrió, abrazó el cuello de Lu Lingxi y dijo: "¿De qué tienes miedo? Lao Si dijo que su escuela no está estrictamente controlada. Incluso si no va a clase por un tiempo, la escuela no se enterará. Deje que Lao Si trabaje en el restaurante durante un mes primero. Cuando le paguen y su padre vea el dinero, no dirá nada ".

Los dos estaban hablando cuando Yan Yue abrió la puerta del baño y vio que todo el cuerpo de Yi Hang estaba a punto de presionarse sobre Lu Lingxi. Su estado de ánimo, que ya estaba triste, se volvió aún más angustioso.

—Hermano Yan. —Yi Hang no sabía leer las caras y saludó a Yan Yue con una sonrisa.

Desde que el patio trasero de Yan Yue y Lu Lingxi se había unido, cuando Yi Hang buscaba a Lu Lingxi, nueve de cada diez veces Lu Lingxi estaría con Yan Yue. Con el tiempo, Yi Hang se había acostumbrado a ir directamente a la casa de Yan Yue cada vez que venía, sin tratarse a sí mismo como un extraño en absoluto.

Yan Yue asintió con la cabeza hacia Yi Hang con una sonrisa, y sus ojos brillaron, mirando el brazo de Yi Hang. Por alguna razón, Yi Hang sintió un escalofrío en su brazo y subconscientemente lo retiró y lo frotó. Una pizca de satisfacción apareció en los ojos de Yan Yue mientras se sentaba al otro lado de Lu Lingxi en silencio. Esto hizo que fuera un inconveniente para Yi Hang decirle algo a Lu Lingxi. Cada vez que miraba hacia arriba podía ver el perfil de Yan Yue, y aunque Yan Yue no dijo nada, Yi Hang se sentía un poco incómodo de alguna manera.