Ocho.

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—¿Miedo? —Preguntó y me di cuenta de que había metido la pata —¿Miedo de qué? —No contesté —Des, ¿Harry te a hecho algo? ¿Te a golpeado? —Negué —¿Te a... tocado? Por que, Destiny, si lo a hecho...

—¡No! —Grité y ella calló —No lo a hecho.

—Entonces dime, cariño. ¿A que le temes?

—A.. mmh, a que me mienta denuevo.

—Oh, bueno. Creí que era cosa más grave —¡Claro que hay algo más grave!, quería gritar.

—¿Tia Gemma?

—¿Si?

—¿Te molestaría dejarme sola? —Intenté que no sonara grosero.

—No, amh, me voy con tu padre —Se levantó y se marchó.

Me senté en mi cama y abrazé mis piernas. Realmente no sabía que hacer, hace una semana, mi vida era perfecta, buenas calificaciones y a mi papá. Pero ahora, ahora estoy a punto de tirarme del balcón de mi habitación, no literal.

Segundos después, apareció en mi habitación la abuela Anne.

—Cariño... ¿Estás bien? —Se sentó a mi lado y acarició mi espalda.

La abuela Anne probablemente nunca me entienda, pero me abrazaría sin importar qué, y la amo por eso. Y por que la amo, no debo decir nada.

—Si, abuela, no te preocupes.

—No quiero que mientas, Des. Si tienes algo que decir, sólo dilo, desahogate.

Negué con la cabeza —No. Estoy bien, no es nada.

—Bien, ahora duerme, estás pálida —Me besó la frente y salió de la habitación.

Me acosté en la cama y media hora después, ya me había quedado dormida.

—¡Lo dijiste, niña estúpida! —Gritó Aron mirándome de una forma diabólica.

—N-no. Te lo juro, y-yo no he dicho na-nada —Contesté, temblando de terror.

—Ahora la jodida policía está afuera —Apuntó la ventana —Ésto lo pagarás, idiota.

Tomó el cuchillo del mesón que estaba a su lado, y se acercó a mí, mientras yo retrocedía.

—Aron, por favor. S-soy tu hija.

—¡Yo nunca te quise, maldita perra! —Dicho eso, enterró el cuchillo tres veces en mi estómago...

Desperté y mis lágrimas comenzaron a salir. Tengo miedo, terror, horror a Aron.

Lloré y lloré por casi tres horas, hasta que sentí que el aire me faltaba, y al intentar respirar, mi pecho dolió, con poca fuerza, me levanté de la cama, pero a los segundos, caí al suelo. Sentía miedo, inseguridad y era terrible, sentía que iba a morir, y raramente, quería morir. Tenía mucho frío. Mi pulso era rápido, pero de poca intensidad.

Arrastrándome, llegué a la puerta de mi habitación, como ya era de noche, supuse que todos estarían durmiendo, así que intenté llegar a la habitación de Harry.

Mis lágrimas salían debido al miedo y dolor por mis fallidos intentos por respirar, el poco aire que llegaba a entrar en mis pulmones, no era suficiente.

Cuando estaba casi a medio camino, sentí que iba a desfallecer, así que junté fuerzas, ignrando el dolor y hablé;

—Papá...

Seguro no escuchó, así que más pánico tuve; éste sería mi fin.

Me acerqué a la pared, y la golpeé con todas las fuerzas que logré reunir. La golpeé tres veces, hasta que sentí que se abría la puerta de la habitación de mi papá.

—¿Quién está...

—Papá —Dije en un suspiro. Su mirada recorrió el lugar, hasta que me vió a mi, tirada en el piso, llorando y luchando por respirar.

—¡Destiny! —Se lanzó al suelo conmigo —Bebé, ¿Qué tienes?

—N-no puedo.. —intenté hablar —res-pirar —Me tomó en brazos y corrió hacia la puerta.

—Tranquila, amor —Dijo algo alterado. Salimos del departamento y me llevó hasta el ascensor. Presionó el botón número uno y en un segundo, las puertas se abrieron.

En menos de un minuto, ya estabámos entrando a su auto. Pero para nuestra mala suerte, no funcionaba.

—Maldición —Gritó papá.

Me sacó del auto en sus brazos, y comenzó a correr. Correría hasta el hospital. Mi papá es mi héroe.

—Cariño, ya llegaremos, sólo respira —Por el tono de su voz, supe que ni él estaba tan seguro.

Al entrar al sector de urgencias. Él comenzó a gritar.

—¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme, por favor, no respira!

—Señor, cálmese. La atenderemos en un segundo —Dijo una enfermera. —Tome asiento.

Papá me dejó sentada en un asiento azul, y se puso frente a mi, agachado hasta quedar casi a mi altura.

—Estarás bien, cariño, tranquila. Intenta respirar.

Mi cuerpo convulsionaba, pero no tanto como antes. Seguía teniendo ese sentimiento de muerte, pero con mi papá aquí, me sentía más segura.

Papá se alejó un poco, para llamar a alguien. Suponía que a la abuela Anne. Pero no era así...

Cuando creía estar más calmada, Aron apareció frente a mi. Y todo volvió. Más miedo. Menos aire. Más dolor. Menos ganas de vivir.

Mi papá, al notar que volvió el ataque, y que ya nos habían ignorado durante mucho, fue con una enfermera.

Hablaron un poco, hasta que sentí su grito.

—¡CUANTO MÁS TENGO QUE ESPERAR, MALDICIÓN! ¡LES PAGO EL DOBLE DE SU SALARIO ANUAL, PERO ATIÉNDANLA!

Vi a Aron reír disimuladamente y se acercó a mi oido y susurró;

—Nisiquiera se por que se preocupa, deberías morir.

Dejó un beso en mi frente y se alejó.

Papá ♔ h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora