Capítulo 1

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Hacía calor, mucho calor. Las gotas de sudor que nacían en la raiz de mi cabello, resbalaban por mi frente, igual que un niño pequeño desliza su trasero por un tobogán. Sudaba, estaba nervioso, mis manos temblaban de una forma inimaginable, si en ese momento hubiera tenido entre mis dedos un tenedor, hubiera batido perfectamente un par de huevos. Pero no, lo que tenía en mis manos no era ningún tenedor, sino las suyas. Eran sus dedos cálidos los que hacían que mi piel se deshidratara. Así, sin previo aviso se puso en frente de mi y me agarró las manos. Sus ojos se clavaban en los mios, lo que me provocaba un gran dolor de cabeza, pues semejante belleza no era algo que cualquier pupila pudiera resistir. Me hablaba, quería decirme algo, lo intentaba, pero yo estaba sordo, cegado y sordo, por lo que no podía ni escuchar, ni leer sus dulces labios. ¿Que cómo sabía que eran dulces? no lo sabía, me lo imaginaba, era lo que quería creer, lo único que podía ser cierto.

Hubiera seguido soñando durante algunos minutos más, feliz, en mi mundo de nubes, flotando. Pero notó algo extraño en mi, supo que mi mente estaba más cerca de tocar la luna que el suelo. Su perspicacia es realmente asombrosa, se da cuenta de todo, es impresionante, aunque más impresionante todavía fue el guantazo que me dio para que volviera en mi.

- Eric. Eric Miller - Me gritaba mientras agitaba mi cabeza de un lado para otro - Eric ¿me escuchas? No te hagas el sordo. Te está sangrando la mano, el corte parece muy profundo, tenemos que ir al hospital, rápido -.

Ah si, ya lo recuerdo, me había cogido las manos para intentar parar la hemorragia, y tenía tanto calor porque estaba perdiendo mucha sangre y mi sistema inmunológico ya se había puesto a la defensiva. En cuanto al dolor de cabeza, tengo hemofobia, por lo que el mareo fue inmediato. Si no hubiera sido por el golpe que me dio Aisha, habría acabado desplomándome en el suelo. Por cierto, que hermosa es Aisha, que ojos tan hermosos, que labios tan hermosos, que dientes tan...

- Eric ¿me escuchas ya? Eric, por favor, respóndeme - estaba preocupada por mi, se le notaba en la voz - dame una señal de que estás bien.

- Bueno, creo que "bien" no sería la palabra adecuada, yo lo cambiaría por un "ahí lo vamos llevando".

- Eric, menos mal que estás bien - me alegró que se alegrara por mi, pero creo que había dejado claro que bien, lo que se dice bien, no estaba - Venga, haz un esfuerzo por levantarte, Kevin debe estar a punto de llegar.

Kevin. Ese tipo de personas que más que personas parecen animales. Perdonadme animalitos, no era mi intención herir vuestros sentimientos, necesitaba una manera de explicar que clase de ser es Kevin. Chulo, prepotente, soberbio (sin razones para serlo), hipócrita, con dinero, con carnet recién sacado y coche nuevo. Una combinación de atributos que conjuntamente describen a un ser asqueroso.

- Míralo ahí, acaba de aparcar - dijo señalando al estúpido coche del estúpido - Corre Eric, date prisa.

- Ya voy, ya voy - dije mientras aprovechaba para apoyarme bien en Aisha. No tenía ningún problema para caminar, pero cuando uno está enfermo se le da carta blanca y hay que aprovechar - ¿Por qué has tenido que llamarlo a él? ¿Por qué no llamaste a mi padre, o al tuyo?

- Pues porque mi padre no tiene carnet de conducir, y porque no quería darle un susto a tu padre con todo esto.

- Bueno, vale, estás perdonada - tenía que perdonarla, es que se preocupa tanto por mi, y es tan guapa-.

Fuimos a paso ligero hasta llegar a la puerta del coche. Parecía que lo tenía todo planeado. Bajó la ventanilla del coche despacito, y poco a poco fue apareciendo su rostro (menos mal, si llegamos a ver su careto de golpe podría haber sido mortal para nosotros). Llevaba unas gafas de sol, de esas que se pueden comprar en cualquier todo a cien, pero que seguramente el habrá comprado en una tienda óptica del mayor de los prestígios. Miró por arriba de las lentes, y me inspeccionó de arriba a abajo como si aquella hubiera sido la primera vez que me veia, y con esa cara de... con su cara.

- ¿Qué haces ahí parado espinaca?.¿Por qué no subes? ¿Te da miedo montarte en la Máquina del tiempo?

¿Miedo? ¿Máquina del tiempo? Por dios, que viaje más largo me espera. Por dios, que Gilipollas.

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⏰ Última actualización: Aug 16, 2015 ⏰

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