Over Again || Alexis Sánchez

Capítulo 5: "Escape"

Después de salir indignada del salón de baile me metí en el baño de mujeres y de ahí no he salido, porque sé que afuera están todos los fotógrafos y periodistas en busca de respuesta y no tengo las agallas para salir, por lo que he estado unos buenos minutos encerrada. Me paré y enfrenté el espejo, suspiré estaba desastrosa. Mi vestido estaba roto en un costado, era como una falda abierta, quedó totalmente inservible, bueno ni me gustaba el harapo, mi peinado se arruinó totalmente, quedé hecha una leona, intenté arreglarme, pero mi cabello de igual manera quedó todo enredado, era una maraña, luego observé mi rostro con detención probablemente tendría un moretón porque estaba rojo y más encima la zorra me había dejado un pequeño corte en el labio. 

TOC, TOC, alguien tocó la puerta la puerta, me quedé en completo silencio, creyendo que así nadie notaría que estoy aquí, soy tan tonta a veces, TOC TOC, oh no de nuevo.

—Preciosa, sé que estai ahí po—Nunca pensé que él vendría a buscarme—ya po ábreme, perdona por reírme po, es que fue chistoso como de película ¿Me intindi?—dijo con su típica pregunta retórica. Suspiré. Ya qué más daba... Le abrí la puerta. 

—Claro bonita la cuestión, me vienes a pedir—hice con mis manos comillas—"perdón", pero te sigues riendo de mi trágica situación—dije dramática. Alexis entró en el cuarto de baño y cerró la puerta con seguro.

—Sigues siendo tan dramática washita—me dijo con una sonrisita en el rostro. A veces era tan flaite, aunque parecía haber mejorado un poco su lenguaje. 

—Odio cuando me dices washita, es tan flaite, ¡mejor ándate!—le dije mirándolo feo. Me irritaba en especial que me mirara con esa sonrisita. 

—También odiabas cuando te decía preciosa, pero ya tuvimos esa discusión ¿no?—dijo tomando un cabello que estaba en mi frente y poniéndolo detrás de mi oreja.—Ahora lo importante es ¿Cómo vas a salir de aquí? Afuera está lleno de periodistas que están buscándote y no creo que quieras salir tan fea en televisión...—lo fulminé con la mirada.

—¡Te odio! Vete, viniste solo a decirme cosas feas—dije exasperándome—¡ándate!—como no se iba lo empecé a empujar pero el maldito era puro músculo, no se movía ni un centímetro con mis empujones—ándate por la chucha, solo viniste a hacerme sentir peor.—No sé qué mierda me pasaba pero unas estúpidas lágrimas empezaron a caer por mis ojos, maldita sea ni siquiera estoy ebria para estar haciendo el ridículo.

—Oye, oye no llores po—me dijo secando mis lágrimas, pero cuando hizo eso mis malditos ojos empezaron a llorar más—Sabes que no lo dije en serio preciosa—yo solo lo miraba con ojos llorosos, ay odio las putas lágrimas, odio llorar. Como vio que yo seguía llorando me abrazó, su camisa olía a perfume, era un aroma muy particular era como una mezcla de aroma a madera y a especias, extraño pero delicioso, aunque en verdad no sabría cómo describirlo bien, simplemente olía a Alexis, sus brazos se sentían como el hogar, demasiado familiares y reconfortantes, por lo que progresivamente me calmé.—Bien preciosa—tomó mi cara con sus dos manos y limpió el resto de lágrimas que quedaban—ahora que te calmaste, tenemos que salir de aquí.

—Pero no quiero enfrentarme a la prensa en este estado—hice un mohín. Alexis tenía su mirada dirigida a algo detrás de mi ¿Qué veía tanto? Me giré y vi exactamente lo que el veía, una ventana...—¿Estás loco si crees que yo voy a saltar por esa ventana? está muy alta—dije puesto sabía lo que pretendía.

—Bueno es eso o la prensa, tú eliges preciosa—me dijo alzando una ceja, me conocía tan bien que sabía que iba a elegir ventana, ay Dios ¡Por qué me metí en esto!.

—¿Por qué me ayudas tanto? ¿Acaso no tienes una novia a la que perseguir que me persigues a mí?—dije, ay no sé por qué dije eso, ven si cuando estoy sobria digo más tonteras que cuando estoy ebria, ahora pensará que estoy celosa... aunque en verdad lo estoy... pero él no tiene por qué saberlo porque quedaré como una patética.