Donde se ocultan los demonios (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 16

Para celebrar el cumpleaños de Jenna, los Gilbert organizaron una velada familiar en casa, velada a la cual Damon y Bonnie estaban invitado porque estos también formaban parte de la familia a ojos de todos.

Damon, como el único del grupo que sabía cocinar, se encargó de preparar la cena mientras Elena ponía los cubiertos y demás.

La chica cogió unos platos de la cocina y estaba llevándolos a la mesa cuando Damon chocó con ella a posta.

-Hmm... -ronroneó él, haciéndola sonreír.

-No hagas eso –le regañó Elena retomando su labor de poner la mesa.

-¿Qué he hecho? –preguntó el chico haciéndose el inocente mientras se dirigía a la cacerola donde estaba preparando una salsa especial para la carne.

-Ya lo sabes, lo has hecho a propósito.

-Sí, tenía el propósito de llegar al fregadero.

Elena rodó los ojos divertido por lo infantil y travieso que podía llegar a ser a veces su novio.

-Ven, prueba esto –le animó él.

Damon recogió un poco de salsa con una cuchara de madera y se la dio a probar a la chica directamente en la boca. Esta cerró los ojos y se relamió los labios deleitarse con el sabor y, cuando abrió de nuevo los ojos, vio cómo Damon se estaba mordiendo el labio inferior disfrutando de la imagen.

-¿Qué te parece? –le preguntó él mirándola intensamente a los ojos.

-Riquísimo.

-¿Y la salsa?

La vampira rió por su pillería para después robarle un beso a su chico.

-Sabe mejor en tus labios –susurró ella sonriente.

Damon le rodeó la cintura con las manos y tiró de Elena para devolverle el beso, el cual se volvió muy pasional cuando sus lenguas se encontraron. El Cazador acorraló a su novia contra la encimera de la cocina y descendió los besos al cuello de esta, quien se agarró a él con fuerza gozando de sus mimos.

Estaban tan concentrados el uno en el otro que solo el carraspeo de alguien entrando en la cocina les hizo separarse.

-Oh, Dios... -murmuró Elena avergonzada porque su tío les había pillado-. Yo, eh... Voy a ver dónde está Jenna...

La chica agachó la cabeza al pasar por el lado Alaric, quien en lugar de estar enojado o sentirse incómodo, estaba muy divertido e incluso agradecido por ver a la pareja tan bien. El hombre siempre se ha preocupado por los Gilbert y nunca había visto a Elena tan viva desde que comenzó a salir con Damon. Al principio Ric pensó que esta relación era un error y que acabaría muy mal, pero ahora daba gracias cada día por haberse equivocado.

-¿Cómo va el plan para quitarle la espada a Klaus? –le preguntó Alaric al chico.

-Estoy en ello, pero antes debo completar el mapa –terminó él diciendo esto en voz baja.

Damon se quedó callado un momento, abrió el grifo del fregadero para hacer ruido y después se giró para mirar muy seriamente a Alaric, quien intuyó por su mirada que algo iba mal.

-No se lo he dicho a Elena –confesó el Cazador en voz baja para que la vampira no le pudiese oír-, pero voy a irme durante un tiempo.

-¿Por qué?

-Como ya sabes, a penas hay vampiros que cazar en los alrededores. Y Klaus se está impacientando.

-Sí, con respecto a eso... ¿De qué hablaste con él el otro día? Me prometiste contármelo.