Un amor de verano.

¿Qué hago todavía aquí si ya pasó todo? Él se fue y yo me quedé. Ahora quedará el recuerdo, y esperar a que por un casual vuelva el año que viene. Mi madre tenía razón, sólo era un amor de verano, algo pasajero. "Pero ahora a sonreír, todo pasará." decía mi mejor amiga.

Hace dos meses empezó todo, exactamente el 21 de Junio. Mi hermana, de tan sólo un año mayor que yo, me insistía para que fuesemos a la fiesta que unos amigos darían en la playa, a la noche. Me convenció como siempre y cuando me quise dar cuenta, estábamos allí. Desde el paseo marítimo la música se oía, la gente se divertía. Allí, una amiga me presentó al chico de sonrisa perfecta y mirada seductora, un chico dulce, el chico perfecto. Aquella noche fue perfecta, hubo besos, miradas, bailes agarrados y algún que otro 'te quiero' inoportuno, surgidos a causa del alcohol ingerido. Al final de la noche acabamos en ropa interior, dentro del agua y agarrados. Nuestra amistad siguió hasta el punto en el que decidimos ser pareja. Pasaban los días llenos de sonrisas, caricias, besos, tonterías, sentimientos a flor de piel, pero todos sabíamos que no podía ser como un cuento de hadas. Y pasó. Llegó la hora en la que deberíamos separarnos, esa maldita hora en la que cogió ese avión y desapareció. En el otro extremo del continente se encuentra volando el chico que me hizo feliz, pero ahora se quedará en un recuerdo más, en una historia vivida, una enseñanza aprendida, ahora tan sólo se quedará en un simple amor de verano.