Yo en Naruto

Parte 19 Examenes Chunin Encuentro entre Jinchurikis

Me levanté de mal humor, es lo que pasa cuando te vas a dormir con lágrimas de rabia. Yugao había sido alguien especial para mí, ella me podía comprender y yo la podía comprender a ella. Pero había cosas que no podía perdonar.

—No pienses en eso, ahora mismo no vale la pena. Hay una invasión a la que sobrevivir.

Camine hasta la cocina de la casa Uchiha que había hecho mía, saque un tazón, una botella de leche, cereales y una cuchara.

Desayuno simple, pero efectivo para acallar el hambre. Apenas los termine deje el servicio sucio en la pica de la cocina y empecé a prepararme el almuerzo. Un bocadillo de queso para la media mañana será perfecto.

Al terminar me fui a mi habitación, me cambié el pijama por mi ropa habitual. Tenía tres mudas iguales. Pantalones oscuros, camiseta marrón, y una chaqueta de entretiempo de color granate.

Me puse las sandalias ninja, a las cuales había tardado mucho tiempo en acostumbrarme, tener los dedos de los pies sin cubrir, se me hacía raro, agarre la bolsa donde tenía mi almuerzo, y comencé a saltar por los tejados del distrito Uchiha, iba a ir directo al estadio.

Llegué sobre las 09:30, todavía faltaba media hora para que empezaran los combates.

—Al final seré Kakashi a la inversa. Siempre pronto, nunca tarde.

Suspire mientras entraba al recinto, ya había algunas personas en las gradas, yo me dirigí a la sección de participantes, el chunnin que estaba de vigilancia me saludo y deseo buena suerte.

Se lo agradecí antes de entrar a las gradas de participantes. Al momento maldije mi suerte.

El trío de la Arena estaba en las gradas, para ser más exacto eran los únicos en el lugar. Y Gaara me miraba como si me deseara muerto.

Decidí ignorar a mi miedo, a mi sentido de la autoconservación, y a mi instinto. Pues en lugar de hacer lo que me pedían, que era irme corriendo de allí como alma que lleva el diablo, me senté en una de las gradas a esperar que empezaran los combates.

A los pocos minutos alguien más entró en las gradas de participantes, fue Fu, venía con una pequeña sonrisa en el rostro. Aunque apenas miró a Gaara se tensó, y al verme frunció el ceño.

¿Qué le había hecho para que se enfadara?

La jinchuriki se apoyó en la barandilla, manteniendo en su campo de visión a todos los presentes.

Gaara sonrió de forma maniática. Kankuro y Temari se alejaron de él dos pasos. La tensión en sus cuerpos era evidente.

La situación se mantuvo así otros minutos hasta que entró Omoi, mi rival en la primera ronda.

—Oh, claramente no quiero pelear contra vosotros.

Se alejó lo más que pudo de Gaara, quedando casi a mi lado.

—Menuda previa, ¿no?

—Y que digas. Me retiraré en caso de enfrentarlos.

—Si no fuera porque necesito el ascenso, haría lo mismo.

—También está eso...— alargó el puño para chocarlo conmigo —Omoi, Kumo.

Choque su puño a la vez que respondía.

—Roger, Konoha.

El chico suspiro.

—Porque la única persona normal tiene que ser mi rival.

—Comparto el sentimiento.

Omoi estiró sus brazos antes de dirigirme una mirada seria.

—Samui, mi compañera de equipo, quiere que te destroce en el combate. Dice que no fuiste en serio contra ella.