CAMINO: Hacia un cielo azul.

Extra 07: Devolverte el favor.

Anteriormente Julián intento rescatar a una mujer que era arrastrada por una extraña criatura, esta mujer resulto ser Sahara, la madre de Deusa. Tras pelear con ese ser y salir un tanto herido, Julián se percato que Sahara estaba embarazada así decidió cuidarla y acompañarla hasta su hogar.

En poco tiempo compartieron sus experiencias vividas para conocerse, pero Sahara rompió fuente en medio presentando síntomas nada buenos. Preocupado por ello Julián hizo lo posible para ayudarla, incluso la criatura que acompañaba a Sahara que resulto ser un oscuro, también estaba por dar a luz, sin embargo, al consultar con Inker recibió malas noticias, ambas tanto Sahara como el oscuro llamado Asura, no sobrevivirían al parto y sin sus madres los bebes no vivirían.

Julián tomo la decisión de salvarlas entregándoles parte de su energía vital, a pesar de la advertencia de Tina uso una extraña habilidad, con ella logro su cometido pero cayo inconsciente cerca de Sahara. Cuando Julián despertó encontró a Sahra comiendo la manzana alado de él, más adelante estaba Asura haciendo lo mismo. Él estaba muy débil y conto a Sahra acerca de lo que hizo.

- Se llama "Semilla sagrada" es una semilla a la que únicamente Tina posee acceso, esta drena toda la energía vital de su huésped transformándola en frutas... Como más de una vida me conforma pude sobreviví pero... Tardare muchos años en recuperarme totalmente. – Julián intentaba parecer tranquilo, pero en el fondo sabía que no era así.

- Eres malo mintiendo... ― Ella amamantaba a su bebe. ― Hemos truncado tu deseo de vencer a Edmundo... Lo siento. – Decía Sahra con un tono triste, Julián la cubrió con una capa limpia.

- No pongas esa cara que le pasaras esa tristeza a tu bebe, lo hice porque quise... Nadie me obligo a darles parte de mi vida, así que deja de sentirte mal. – Julián se caminó adelante y estiro su cuerpo.

- Dime... ¿Ya te vas a ir? – Pregunta Sahra un poco melancólica.

- ¿Eh? Ni aunque quisiera podría hacerlo... Me quedare un tiempo aquí, además no podría dejarte sola en tu estado... ― Viendo a la bebe. ― En verdad las niñas son más lindas que los niños. – Contesto Julián y ella se sintió un tanto feliz.

- Sabía que sería una niña, desde antes de concebirla sentía que tendría una niña. Es mi pequeña Deusa... Si acuerdas con tu esposa, también pueden tener una hija. – Dijo Sahra pero él bajo la mirada tristemente.

- Mi esposa siempre quiso una niña... pero... yo nunca podre darle una... En nuestros linajes todos somos hombres, nuestros hijos heredan la maldición y energía de sus padres... De sus madres obtienen únicamente la forma humana... Por eso nunca podre darle, la hija que tanto desea mi esposa. – Julián miro el cielo con una expresión triste, Sahra sintió un poco de pena por él.

Los días pasaron rápidamente, Julián entreno arduamente para recuperar en algo su poder, a ciertas horas regresaba con Sahra y comían juntos. Por ese tiempo se hicieron más cercanos y él le contaba sus anécdotas, algunas eran tristes y otras muy alegres... pero en todas se demostraba el esfuerzo que ponía por su objetivo.

- Jajaja... No puedo creer que hicieras eso... La cara que puso tu suegro, al ver que cumpliste la promesa debió ser invaluable. – Comentaba Sahara aguantando la risa.

- Si... incluso hizo varias reverencias ante nosotros. No podía creer que el emperador en persona estaba frente a él. Pero bueno, fue por Samara que hice todo lo posible para llegar a ese momento. – Dijo Julián recordando esa escena con alegría.

- Ella debe ser muy importante para ti... Aun no puedo creer, que su maldición los guíe a la persona que amaran por toda su vida, parece algo romántico y de fantasía... Sería un hermoso cuento... – Menciono Sahra mientras jugaba con su cabello.