La vida en Río de Janeiro era agradable. La luna de miel había sido maravillosa. Habían disfrutado mucho esos días. Pasaron tiempo en la casa de Fernando, pero también salieron a dar muchos paseos en lugares hermosos. Leticia se enamoraba cada vez más, no solo de su esposo, sino del lugar.
Pero la luna de miel no podía ser eterna, así que se terminó. La decisión que habían tomado de vivir en Río de Janeiro por un año era algo que los emocionaba mucho. Leticia podría conocer mejor el mundo en el que Fernando había vivido los dos años pasados, y su trabajo, su vida, su rutina. Después de este año no sabían si volverían a México o decidirían quedarse permanentemente en Río.
Los Padilla estaban felices. Les emocionaba la idea de ir a vivir un año a aquel lugar del que Leticia les hablaba maravillas. Era un cambio muy radical pero les causaba emoción.
Llegaron, después de algunos días, y Leticia y Fernando los recibieron para luego llevarlos a lo que sería su casa. Una casita muy cercana a la de ellos, como a unos 20 minutos. Era una casita pequeña pero muy acogedora. Los detalles en madera le daban un toque rústico y elegante.E: Este lugar es tan bonito (Erasmo miraba todo, cada rincón, cada detalle). Seguro cuesta un ojo de la cara. Hijos, no es necesario que...
F: Suegrito (Fernando interrumpió), usted no se preocupe por eso. A nosotros nos da tanto gusto que estén aquí con nosotros. Es lo menos que podemos hacer.
J: Ay don Fernando, que lindo es usted. Gracias por invitarnos a venir con ustedes.
F: Qué pasó Julietita, ya le dije que no me diga más "don". Soy su yerno, somos familia. Y no se preocupe, estamos felices por tenerlos aquí. Además no tendría corazón para separar a mi Lety de ustedes. Se lo apegados que son y no quería traerla a un lugar tan lejano sin sus papás. Aquí estaremos más cerca.
L: Fernando tiene razón mamita. Así nos haremos compañía. Y no se preocupen más. Pónganse cómodos en este lugar que será su hogar (los abrazó con cariño). Los amo.
Fernando estaba listo para empezar su trabajo como guía turístico. Leticia lo acompañaría de vez en cuando pero en realidad ella también estaría ocupada. Habían tomado la decisión de que colaboraría con Conceptos a distancia, en algunas cosas que pudiera realizar desde su casa, así que se ocuparía de su propio trabajo. Adaptaron en su casa una pequeña oficina. Tenía un ventanal con vista a un lindo paisaje. Le encantaba ver desde ahí la hierba, los árboles enormes y escuchar el cantar de los pájaros. Sin duda, era un lugar muy encantador.
Fernando se levantó muy temprano ese lunes. Se arregló, como normalmente lo hacía, con sus pantalones de mezclilla y una camisa que hacía juego. En esta ocasión, una camisa en color azul marino, que le resaltaba muy bien el color de su piel. Su cabello peinado hacia atrás con gel le lucía impecable. Y su loción inundaba toda la habitación. Leticia lo miraba con una enorme sonrisa. Es que era tan guapo.
F: Mi amor me tengo que ir. ¿Vamos a desayunar juntos?
L: Por supuesto. Está todo listo.
Leticia se acercó a él dándole un suave beso.
F: Te vez perfecta.
L: Mentiroso. Ni siquiera me he arreglado.
Leticia tenía unos jeans de mezclilla color azul y una blusa de tirantes en color blanco. Su cabello largo y brillante caía sobre su espalda, estaba lacio y suelto, y caía con total libertad. Además, no tenía ni una gota de maquillaje.
F: No necesitas hacerte nada más. Te vez lindísima así, que quisiera quedarme contigo todo el día (la abrazó con efusividad).
L: Pues no, don Fernando. Usted tiene que irse a trabajar (le acomodó el cuello de la camisa con sutileza). Lo amo, mucho.
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"Otoño" "Goodbye my love"
FanfictionLa historia empieza cuando Fernando se resigna a que perdió a Leticia en brazos de Aldo Domenzaín. Ella se ve perdidamente enamorada de ese hombre rubio que conoció en el mar. Ella ha demostrado una y otra vez que ama a Aldo y que dejó de amar a Fer...