Temprano en la mañana, Beatrice estaba sentada en el tocador, con la cara soñolienta, dormitando mientras su cabello era cepillado por Marie. Con los ojos cerrados, cubrió sus labios con su mano antes de dejar escapar un pequeño bostezo. Marie, emocionada, comentaba: —"Muchas personas vendrán. ¿No está nerviosa, señorita?".
Beatrice, todavía adormilada, negó levemente diciendo. —"No, lo estoy, pero ¿por qué hacen una fiesta de té tan temprano? Todavía me gustaría dormir un poco más" —expresó sollozando. Abrió los ojos y miró su cama, declarando en su mente que la extrañaría. —"Marie, ¿está mamá lista ya?".
La mucama contestó: —"La señora Leagan está terminando los preparativos desde antes de la salida del sol; todos en la mansión están ajetreados, después de todo su madre desea que todo esté listo para la venida de los invitados". —Termina de hablar, acomodando mi cabello en algún peinado pedido por mi madre para mí. El peinado en sí parecía unas trenzas soga que se lograban enrollando dos mechones sobre sí y entre cruzándolos. Uniéndose y tejiendo con clips florales a medida que se avanza hacia atrás.
—"Parece que hoy será un día muy largo para todos nosotros; por cierto, tienes un atuendo diferente el día de hoy. ¿Vas a servir en la fiesta?" —preguntó, mirándola a través del espejo. Su atuendo era un vestido de color negro de una pieza, combinado con un delantal de color blanco y con chorreras, y también combinado con una banda katyusha de color blanco con chorreras . Este atuendo no parecía el clásico vestido verde con delantal que siempre tenía.
—"Sí, señorita. Necesitan a la mayoría de las mucamas sirviendo a los invitados."— Expresó con una sonrisa genuina dirigida hacia mí, la cual corresponde al instante.
Al terminar ya de mi peinado y aplicar un poco de rubor, Marie se alejó para ir a mi armario. Dónde retiró un hermoso vestido celeste, adornado con pequeñas flores; colocó con delicadeza el vestido arriba de la cama y luego continuó su camino buscando unos zapatos de tacón del mismo color. Solo pude observar el recorrido con cansancio; solo quería dormir hasta tarde.
—"Marie, ¿tienes alguna pista de quiénes van a venir? Después de todo, ustedes siempre tienen información útil." — Dije con inocencia, sabiendo lo chismosos que son los trabajadores de la mansión, pero dejándolo pasar en este momento porque necesitaba la información.
Marie se sonrojó al saber que una de las señoritas sabía que la servidumbre murmuraba y comentaba cosas que no les conciernen. Tosiendo para disipar la vergüenza, empezó a organizar algunas cosas de la habitación mientras hablaba. —"Vendrán algunos patriarcas de familias prominentes. La señora Leagan dice que es para que ustedes, señorita, socialicen y conozcan a otros jóvenes de la sociedad, pero están buscando fortalecer un negocio de su padre."
Asiento conforme con lo dicho, suspiro. Brevemente he pensado que hoy no sería un día corto. Mi estómago me saca de mi ensoñación al rugir, haciéndome sentir hambre; recuerdo que no he desayunado todavía. En ese momento Dorothy hace acto de presencia abriendo la puerta con un carrito con una bandeja con comida.
—"Señorita Beatrice, la señora Leagan pide que desayune en su alcoba y que baje cuando la mande a llamar." —explica Dorothy, distribuyendo la comida y arreglando la vajilla sobre el carrito de manera que yo pudiera empezar a comer.
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La pequeña Leagan | Candy Candy
FanfictionBecky se sumergió en el mundo de la transmigración y descubrió que no era tan fácil como parecía. Aunque la idea de convertirse en un personaje de su libro favorito era emocionante, se dio cuenta de que debía tener cuidado con las decisiones que tom...