Capítulo 46

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Así es como terminaba todo. Él, mirando la lluvia caer sin estribos por la ventana de su apartamento, y ella llorando desconsolada en un taxi, mientras hablaba por teléfono con Anna, explicándole entre sollozos lo sucedido, sobre el beso, sobre el engaño, sobre la "No-Prueba Vocal"... sobre Taemin mirando el beso y yéndose sin decir palabra alguna.

- ¡Ese maldito idiota Ducasse!
- ¡Me odia Anna! - gritó _____ sin preocuparse en lo más mínimo de las miradas que el taxista le echaba por el retrovisor, llenas de susto y preocupación por la chica - Jamás me querrá volver a ver después de eso... ahora pensará que soy una mentirosa, ¡Creerá que siempre le mentí sobre eso! - Anna contuvo la respiración, sintiendo por unos segundos sus ojos nublárseles la vista.

Ahora sí, el orgullo sería más fuerte. Para que ella supusiera que no había arreglo, definitivamente las cosas estaban mal.
La conversación continuó todo el camino hacia la casa de _____, donde la castaña no dejaba de llorar a mares, y donde la rubia se quedaba sin palabras de consuelo. Ambas estaban sintiendo como el mundo les caía sobre los hombros, como todo parecía, en esta ocasión, no tener arreglo alguno.
Cuando _____ notó que el taxista estaba dando la vuelta en su calle, colgó el teléfono.

- En la casa color amarilla - dijo _____ señalando hacia su casa con ese gran roble enfrente. Amaba ese árbol.

Guardó el celular en su bolsa, y sacó su cartera. Miró hacia el taxímetro, y pagó la deuda sin ni siquiera fijarse verdaderamente en lo que tenía que dar. El taxista recibió el dinero, le entregó el cambio, y sin más _____ salió a la lluvia que caía a cántaros aquel día. Buscando las llaves en su bolso de mano, corrió hacia el porche y abrió la puerta. Pero lejos de entrar, vio cómo se encontraba sola, y observó muy bien a lujo de detalle cómo es que sería por tiempo indefinido: Ella sola, llorando y sollozando por ese chico que tanto dolor de cabeza le había causado.
Pero eso no se podía quedar así. No, _____ no podía dejar que todo acabara así como así, en un malentendido. Si las cosas acabarían, al menos ella haría que él lo escuchara. Al menos todo acabaría con él sabiendo la verdad, aunque no la fuera a creer.
Así que, simplemente aventó su bolso dentro de la casa, así como su maleta; Tomó sus llaves metiéndolas al bolsillo de su saco, y salió corriendo. Fue poco consiente de la lluvia, de hecho. Simplemente quería ir con Taemin y acabar con aquella estupidez de modo rápido y sencillo; Si tenía que robarle un beso, lo haría. Si tenía que mover tierra, mar y cielo para que le creyera, ella estaba dispuesta; Solamente quería poder verlo sonreír otra vez, o ver el brillo de sus ojos llenos de felicidad. Una felicidad que obviamente no había tenido en el momento del aeropuerto, o el momento de la foto; Era pensar que había estado sufriendo por un engaño más de 72 horas. Algo que no valía la pena.

Taemin pateó con fuerza la mesa de madera, haciendo que callera de lado sobre uno de sus costados. Se encontraba tan furioso con _____, con Ian, con sigo mismo, con Anna, con Kyle, y básicamente se encontraría furioso con cualquiera que apareciera en ese momento en su vida. Es que los había visto. Ya no lo podían negar, _____ ya no tenía excusa; Ducasse y ella habían estado envueltos en un amorío mientras que la castaña le veía la cara de tonto a Taemin. Su orgullo, su mente y su corazón estaban heridos, ella los había abierto dejándolo con tan solo unos cuantos tejidos para unirlos. Era algo que él no le perdonaría jamás en su existencia.

- Maldito el día en que me enamoré de ti, _____ - susurró Taemin, mirando hacia la mesa cuadrada tirada en el suelo - ¡Maldita sea tu existencia _____! ¡Maldito el momento en que me di cuenta de que no puedo vivir sin ti! - volvió a patear con fuerza, gritando a los cuatro vientos blasfemias y declaraciones de odio hacia la única mujer que alguna vez hubiera amado. Pateo la mesa una, dos, y tres veces más, y esta última rompió el cristal del centro; Ya se había tardado en hacerlo - ¡Odio que seas tan irresistible! ¡Tan perfecta! - volvió a patear, y esta vez la mesa se estrelló contra la pared de color verde claro, haciendo que una de las patas se zafara, astillando la madera - ¡Maldito el momento en que me enamoré tan profundamente de ti que perdí la luz de la salida!

- ¡Maldito el día en que pensaste en maldecir eso! - Taemin se heló; Su corazón se detuvo y el tiempo de repente se paró. Ella, ella estaba ahí. Detrás de él, se encontraba _____ Tried, con el cabello mojado y el corazón roto. Empapada de pies a cabeza, ella se presentaba en la puerta de su departamento.

Taemin dio media vuelta, y la observó plasmado. Ella no hizo otra cosa aparte de morderse la lengua para no soltarse a llorar en ese momento; Tenía que tener fuerzas para la discusión que vendría, una inevitable discusión. Quizás la última de las discusiones entre los dos.
Los minutos pasaban, y el temor de cada uno sobre el otro crecía. Simplemente se miraban, sin palabras, sin voces. Solamente sus miradas bastaban para poder gritarse entre sí todo lo que siempre quisieron decirse, pero nunca pudieron.

- ¿Qué haces aquí? - soltó temeroso él, tragando espinas en su garganta. Ella miró hacia sus pies empapados, y tembló ante el frío; No sabía exactamente si había sido gracias al frío de lo indiferente que le era Taemin, o por el hecho de que estaba mojada con agua helada de agosto.
Ella no despegó sus ojos castaños de los de él color miel, y caminó dos pasos sin ser capaz de alejar su mirada. Él tan solo observaba precavido, con su respiración aún agitada por el asunto del ataca-mesas de madera.
- Tenemos que hablar - susurró ella, midiendo terreno. El sintió un calor recorrer su abdomen; Era dolor, sufrimiento y tristeza al recordar lo previamente ocurrido.
- Creo que todo ha quedado bastante claro. Se te cayeron las caretas, ¿No es así? - un golpe bajo para la chica.
- Nunca he tenido caretas contigo. De algún modo, aunque a un principio te odiara o simplemente no te tolerara, siempre fui yo misma contigo.
- Pues en esta clase de momentos es cuando el pasado se pone en duda - vociferó con voz grave y rasposa, una voz que hería más y más a _____.
- Taemin por favor no podemos dejar que esto termine, no así.
- Tú lo diste por terminado - Taemin elevó la mano hasta la altura de su mentón, y elevó dos dedos del resto - y lo hiciste dos veces.
- ¡Yo nunca besé a Ian! ¡Hoy el me besó a mí! - _____ acortó la distancia entre Taemin y ella sin temor ni restricciones; Él no lo venía venir, no pudo predecir como ella lo tomaría del rostro, acariciándolo y haciendo que él no tuviera más remedio aparte de mirarla - Por favor Taemin, no puedes creer eso, nosotros...
- Después de hoy, definitivamente no hay un nosotros Tried - escupió Taemin- Verte hoy fue demasiado. Iba al aeropuerto a recuperarte, a pedirte perdón, a escuchar razones. Iba para no dejarme perderte... pero tu solita te pusiste la soga al cuello.

Aquello era demasiado para la castaña. ¡¿Por qué no entiende?! ¡¿No me escucha?! ¡¿Que es sordo?! ¡Nunca había besado a Ian! ¡Nunca lo haría! ¡Tenía todo lo que necesitaba a su lado!
Taemin se apartó de sus manos de repente, y caminó unos pasos con los hombros sobrellevados de tensión y su rostro demostrando un tremendo coraje entre su entrecejo.

- Vete, _____ - habló sin mirarla- Vete y no vueltas; No quiero verte nunca más.

El que empezó como un nudo terminó por enredar toda su garganta. Las lágrimas derramaron en sus ojos sin siquiera ser sentidas, simplemente ardían tanto mientras rodaban que hacían que _____ se sintiera a desmayar. Sus dientes tintinaban, y sus manos temblaban.
Ese no, ese no sería su adiós.

- No me iré - logró encontrar seguridad en su interior, una seguridad que tomó tan desprevenido a Taemin que lo hizo voltear. Y cuando logró que él la mirara, ella simplemente no lo pensó: Se colgó del cuello de él, y lo besó, gritándole un "Te amo", susurrándole un "No me dejes". Sabiendo que, si no funcionaba, mínimo ese sería el mejor beso de despedida, uno que ni los más grandes poetas pudieron imaginar mientras veían la luna en Grecia u observaban una rosa en Venecia.

Ese beso era casi venenoso, una espina en el corazón de los dos enamorados que temían encontrar la verdad. Las manos de Taemin bajaron por la espalda de la chica, y ella apretó más sus labios contra los de él, deseando con todas sus fuerzas que el tiempo se detuviera y que ninguno de los dos tuviera que acabar con ese momento casi mágico.
En busca de respiración, ambos separaron sus labios de un modo sensual y único, inolvidable. No abrieron los ojos; Temían que eso terminara con el momento. Quizás, el último momento verdadero juntos.

- No me dejes - susurró ella a los labios temblorosos por otro beso de él - No me dejes, Taemin. Te amo, te amé y te amaré hasta que me deje de llamar _____ Tried. ¿Quién diría que podría enamorarme de ti? ¿Quién diría que serias aquel que sin saber buscaba? Simplemente ámame, y no me dejes ir nunca. Quiero ser la que tome tu mano en todo momento en que lo necesitas, la que te despierte en las mañanas, ser la almohada que siempre abrazas y el hombro en el que eres capaz de llorar. Por qué te amo. Y sé que aunque decidieras decirme adiós hoy, nada terminaría por quitarme este sentimiento. Te amo - y sin más, lo volvió a besar. Lo besó sin temor, sintiendo un sí entre sus palabras. Pero en lugar de eso, simplemente sintió el rechazo de unos labios fríos y tensos. _____ abrió los ojos de golpe, y descubrió a Taemin mirándola con detenimiento.
- No puedo - susurró sin respiración- Yo... - sus labios temblaban, así que los apretó en una línea recta, rompiéndole el corazón a la chica.

Frunció sus labios, no aguantaba su quijada quieta, y su pecho se inflaba y desinflaba con rapidez. Tragó gordo, y con ligereza caminó dos pasos hacia la puerta en reversa. Lo miró, intentando adivinar si era una broma, si no lo decía enserio. Pero parecía tan serio que hasta daba miedo. _____ asintió, alzando su rostro, y caminó hacia la puerta. Se recargó en el marco de ésta última, sabiendo que Taemin no le quitaba los ojos de encima.

- Nunca besé a Ian. Nunca lo hubiera hecho aunque hubiera querido, no hubiera podido. Para mi desgracia, sabes cómo estar debajo de mi piel, de mi alma. Aunque lo hubiese besado, te hubiera estado besado a ti en mis pensamientos. Porque te amo - se detuvo, e insegura, bajó la mirada - Solo espero que cuando te des cuenta de esa verdad, ese Te amo no sea un "Te amé" - y sin decir una palabra, _____ salió del departamento, corriendo por todo el corredor, perdiéndose entre las escaleras llena de lágrimas y una tristeza que no lo dejaba seguir con su camino. Lo único que la castaña pedía en ese momento, era sentir el agua de la lluvia helada que caía sobre Nueva York sobre su rostro, puramente para comprobar si aún era capaz de sentir algo.

Taemin se encontraba tan vacío, que pensaba que nada podía ser peor. Esas palabras... no sabía ni que pensar. Su cabeza estaba en un estado de shock total donde ningún pensamiento era enteramente analizado; Más bien tenía tantos amontonados que ni siquiera los distinguía entre sí.
Pero entonces, lo recordó: Los mensajes de voz.
Anna se había preocupado por poner a cargar el teléfono de Taemin antes de que él decidiera ir a seguirla al aeropuerto; En ese momento, se lo agradeció con toda la sinceridad. _____ ya estaba fuera de su vida, pero al menos podría escuchar su voz. Podría tenerla por siempre en su buzón de entrada.
Corrió hacia su habitación, y tomó el teléfono aún conectado al cargador. Lo tomó entre sus manos, y miró hacia la lluvia que caía y chocaba contra su ventana. Su habitación se veía obscura; Las paredes grises no ayudaban mucho, pero ese día había algo más; Él estaba apagado. El ser de Taemin se sentía tan devastado que no había palabras.
Tomó el teléfono, y descubrió dos nuevos mensajes de voz al principio en la pantalla bloqueada. ¿Dos? ¿_____ le había mandado dos? "Te dejó un millón de mensajes de voz..." había dicho Anna; Si, sin duda los dos eran de ella.

Taemin se sentó sin ver ni siquiera en la cama medio tendida junto a la ventana, viendo el reflejo de los relámpagos sobre los edificios que comenzaban a prender sus luces en Nueva York. Apretó el botón "1" como aquella voz femenina le indicaba, llevó su teléfono hasta su oído, y miró por la ventana.

"Taemin..." su voz lo hizo congelarse. Miró hacia su pared blanca, y soltó ciertos escalofríos. Y por primera vez, soltó una lágrima. "No quiero pensar que todo está perdido, yo te amo. Y quiero pensar que tú de algún modo lo haces" ¿De algún modo? ¡De todos y de cada uno de los modos! ¡Te amo _____ Tried! "Por favor, habla conmigo. Tú eres el primer testigo de las farsas de Chismes Dreams y tú eres también el primer testigo de cual grandes son mis sentimientos hacia ti. No quiero perderte, por favor, contesta este mensaje. No recibes mis llamadas, y me estoy comenzando a preocupar tengo algo que contarte. Me han invitado a ir a Los Ángeles para una prueba de voz, y parece ser bastante seria la oferta. No quisiera irme sin despedirme de ti. Llámame, por favor".

Dicen que cuando un hombre llora, ama. Dicen que cuando no, simplemente la olvida. Pero Taemin lloraba, y sus lágrimas ya no se contenían. No quería perderla.
_____, como entre otras tantas reglas, había roto una esencial en la vida de Taemin: Nunca llorar, ni aunque el cielo se caiga, ni aunque la vida se derrumbe. Él había dicho que jamás nadie sería testigo de sus lágrimas. Pero _____, más que ser testigo, fue la razón de éstas mismas. Eso era más profundo, más único. Más doloroso.
El sonido del inicio del segundo mensaje de voz lo tomó desprevenido. Por unos segundos no supo que estaba escuchando, pero luego se quedó helado al entender a quién le pertenecía esa voz. No, no era la voz de _____. Ian Ducasse le había dejado un mensaje de voz.

"No siento agrado por ti, y creo que lo sabes muy bien. Creo que sabes mi interés en Tried, pero lo que no sabes es lo indiferente que ella me es" ¿Qué? Taemin se enderezó, escuchando con atención, y alarmándose. Algo pasaría, algo grande; Podía sentirlo en el latir desenfrenado de su pecho. "Pensé mucho antes de enviarte este mensaje Lee, mucho. Pensé en ser egoísta y quedarme callado, pero eso simplemente heriría a _____ más de lo que ya lo está, y ese tampoco es el punto.
>> Creo que resumiendo, solamente tengo que decir que ella te ama, más de lo que crees. Yo la besé en el aeropuerto, y cuando me separé de ella y te miré, ella se puso como loca a llorar. No le gusto, no me ama. Te envidio, porque ella te quiere del modo en que quisiera que me amara a mí pero no lo hace. Ella solo tiene ojos para ti, Lee. Créeme que hoy me lo dejó más que claro. No la pierdas, que vale mucho la pena. No fue más que un feo beso que ni ella ni yo disfrutamos, ella porque ella solamente quería besarte a ti, y yo porque ella solo quiere besarte a ti. La misma razón.
>> Soy un buen perdedor. Así que, felicidades, Lee. Te ganaste la lotería con esta chica y respecto al beso que salió en Chismes Dreams, ¿Sabías que muchas veces las fotos dependen del ángulo en que la tomes? Si quieres Googlealo. Simplemente no la hieras más de lo que yo lo hice, y pido disculpas por eso. La amo, pero ella te ama a ti. Fin".

Se puso de pie, dejó caer el teléfono. Su estómago se reprimió, sintiéndose ciego, sordo, terco, estúpido e idiota, todo el uno.
De repente, parecía que la luz no se había apagado.
"No la pierdas", se dijo. "No pierdas a la única chica en toda la costa éste que vale la pena."
Pero esta vez, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja. ¡No había habido besos! ¡_____ lo amaba! Por un momento, sintió como si siempre lo hubiera sabido.
Así que solo salió corriendo. Cruzó su habitación sin mirar atrás, pasó por la sala, y corrió por el corredor.
Tenía que encontrarla.
Corrió tan rápido que sus pies ardían por la fricción inexistente. Llegó hasta las escaleras, y bajó de dos en dos a toda prisa, sintiendo como si el tiempo se acababa. El tiempo corría tan rápido que parecía que solamente quería que el tiempo se detuviera.
Sus ojos dilatados, asustados, buscándola. Su adrenalina hasta el tope en que muy apenas podía contenerla.
Llegó hasta la entrada principal del edificio, y abrió la puerta de un golpe. Sintió la brisa de la lluvia de agosto, helada y nueva, casi diluvio. Entonces salió al chorro completo.
El agua lo empapó por completo en cuestión de segundos, las gotas eran violentas y grandes, y nublaban su vista parcialmente.

- ¡_____! - gritó desesperado - ¡_____! - repitió, pero no obtuvo respuesta, Entonces, se echó a correr calle abajo, hacia el norte, donde él pensó que _____ iría para ir devuelta hacia su casa.

La lluvia era tan espesa que se tenía que detener para poder aclarar sus ojos y continuar, gritar el nombre de la chica, y al no recibir respuesta seguir con su camino.

- ¡_____! -Gritó él. Y entonces la vio.

Y ella la escuchó. Y ella sintió que el color abandonaba sus mejillas.

- ¡_____! ¡Espera! - volvió a gritar él, corriendo por en medio de una calle vacía y desolada hacia ella.

No, eso no podía ser. Ella había escuchado su voz.
_____ se dio media vuelta, y lo observó. Totalmente empapado, totalmente vulnerable. Su corazón casi se le salía del pecho.
Sus miradas, aún con la intensidad de las gotas de lluvia, se conectaron. Y no pudieron dejar de mirarse a partir de ahí.
A esos quince metros, ella se sentía aún insegura; Solo se sentiría bien estando en sus brazos.
A esos quince metros, él lo único que deseaba era tomarla en brazos y no dejarla ir nunca.
Al final parecía que ambos estaban en una misma sintonía.
Pero el tiempo estaba detenido, y parecía que ambos querían dejarlos así, solo por si su corazón se llevaba otra desolación. Pero ambos, en su interior, sabían que eso no volvería a pasar a partir de ese momento, serían un "nosotros", como un solo sujeto.
Entonces el simplemente corrió, y ella se dejó atrapar en sus brazos. La abrazó y la alzó debajo de las gotas de lluvia, para que después sus miradas quedaran a dos centímetros, hasta el punto de compartir del mismo aire.
_____ aún seguía sin entender mucho, y él simplemente sonrió de un modo en que no lo había hecho jamás.

- ¿Que estás haciendo? - preguntó ella, deseando sus labios.
- Me di cuenta de esa verdad - él tomó su rostro entre sus manos, y la observó con detenimiento, uno que hasta asustaba tomando en cuenta sus condiciones - ¿Llegué tarde? Quisiera escuchar un "Te amo", y no un "Te amé" - _____ lo miró con las pestañas alzadas, suspirando de felicidad.
Sonrió y se mordió el labio, sin intentar retener las lágrimas que salían a la superficie por sus ojos y que inmediatamente se difuminaban con el agua de la lluvia.

- Nada de eso, Lee - el frunció el ceño - Escucharás un "Te amaré", del tiempo "Para siempre".

Sus labios se juntaron, sus ojos se cerraron. Y de algún modo, sabían que él para siempre no era una metáfora; Era en modo literal. Se amarían, y para siempre. Por siempre, y para siempre. Al menos hasta que sus corazones dejaran de tener la capacidad de amar.

Fin.

¿Quién Entiende A Los Hombres? (Taemin y ____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora