Y ahi estaba yo, la chica de 15 años que jamas en su vida habia tenido un novio, a la que jamas volteaban a ver. Ahi estaba, mirandose al espejo una vez mas... tratando de no aplicar demasiado labial en mis delicados y carnozos labios.
Queria pensar que por un momento alguien iba a extrañarme, pero eso era imposible, observe como me quedaban los jeans y la blusa roja sin mangas, mire como tenia rizado mi largo cabello sujetado con un moño dorado. Cuando escuche el claxon volvi al mundo real, baje las escaleras y tome el almuerzo que mi mama se habia esforzado tanto en prepar. Sali de la que mis padres llamaban hogar y cruce el jardin tan precioso que teniamos, lleno de rosas y tulipanes.
Entre en el coche y mi papa comenzo su discurso: —Hija recuerda que tu eres hermosa tal y como eres, no necesitas ser como esas chicas de tu escuela, veras que cuando nos mudemos todo sera diferente...
Las palabras de mi padre me daban vueltas en mi cabeza, cuando por fin le respondi.
—Papa, gracias por todo, en serio, pero quiero ser como ellas, nadie me voltea a ver y sabes a lo que me refiero, respondi tratando de que no me escuchara molesta o frustrada. Cuando llegamos a la secundaria mi papa me dejo en la entrada. Y yo iba decidida a ir por las cosas de mi casillero, ya todo estaba listo para irme de esta maldita ciudad. Y justo cuando llegue a mi casillero vi que uno de los chicos mas guapos me observaba mientras se acercaba hacia mi y los nervios me ponian los pelos de punta, para ser sincera no tenia ni idea de que hoy me veia muy bien. Y cuando empeze a meter las cosas de mi casillero en la caja de carton grueso que tenia en las manos, el ya estaba al lado mio y me pregunto: —¿Necesitas ayuda? —No, ya termine, respondi friamente, algo de lo que no me arrepiento. —¿Te he visto antes?, vuelve a preguntar. —Si, tenemos la mayoria de las clases juntos, vuelvo a responder con la misma frialdad. —Y ¿Cual es tu nombre? Pregunta con cara de intriga —Samantha, Samantha Scott digo con el ceño frunsido. —¿Te gustaria salir conmigo algun dia? Algo asi como una cita, dice penoso. —Lo lamento, me mudare mañana por la mañana, digo señalando la caja con mis cosas adentro. —Que pena, me hubiera gustado de verdad salir contigo... dice descepcionado y por un momento me siento mal por el y digo: —Si... lo lamento, pero tu tampoco te esforzaste mucho en conversar conmigo y la verdad es que no saldria con alguien a quien no conozco, digo y espero no haberlo dicho molesta.
Me arrepiento un poco por irme pero la manera en cómo me vestí me ayuda para saber como debo vestirme en la nueva escuela. -Si... Me hubiera gustado conocerte mejor... Dice y mi corazón sé para un momento. - Lamento que nunca te haya preocupado hablar conmigo, pero sólo te preocupaban por ti... Digo con un tono del que estoy arrepentida de usar. -Disculpa... Dice extrañado. - Ya me escuchaste. Me sentía tan ruda en ese momento que sentía que no era yo la que hacía que las palabras salieran de mi boca. -No lo comprendo... Creí que te agradaba hablar conmigo... Dice apenado. -Y si te refieres a que soy popular podría dejar de serlo por alguien como tu... Vuelve a decir y siento que mi corazón sé me va a salir por el pecho. -Que lástima... Ya no estaré aquí jamás. Digo y tal vez me arrepiento de haberlo dicho.-Hum... Lamento no hablarte jamás... Dice y parece muy apenado. - Si, pero...bueno aún no me voy cierto? Digo sin parecer tan desesperada. - Quisieras hum... Dice con los brazos en la nuca. -Hum... Ir a comer o algo hoy por la tarde? Dice y al p
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Tratar de sobresalir
Teen FictionSam es una chica de 15 años que nunca ha sido muy bonita ni popular y cuando sus padres deciden mudarse su futuro cambiara.