Prólogo

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Hay una Puerta.

Un largo Pasillo.

Fotos de Niños.

Dos Sillas.

Un escritorio.

Una Vieja.

La visión de tener una familia que la amara y adorarán se alejaba cada vez mas.

Lana, una niña de 5 años lleva la búsqueda de encontrar una familia.

-"Lana fue abandonada en el hospital, sus "padres" no pusieron sus nombres reales. No hubo de otra que quedarse en un orfanato"-

Lana siempre a tenido la esperanza de que al pasar esas puertas las siguientes personas serian sus nuevos padres Pero, lamentablemente no.

-¡Hey Ojos de Gato!-.La deprimida cara De lana frunció su ceño cono siempre-¿Esperando tu Mami y Papi?.- La voz de Jacob molestaba bastante, mas que las avispas. Su horrible voz burlesca irritaba.

-Cállate Jacob.- Le contesto Lana con su voz baja y deprimida.

-Deberías aceptarlo nunca te adoptarán ¡Gato!.- Lana solto un suspiro, ya estaba cansada de que le digan gato, y simplemente decidió esperar en la puerta escuchando la horrible voz De Jacob molestarla.

-Mm... Lana si la Vieja Minerva te ve, te dará una paliza como la semana pasada.-

Pues.... Si, el tenía razón la señora, Señorita Minerva era una mujer rebelde, y Enojona con los niños de el orfanato. Sus ojitos te hacían parecer que era una linda mujer que adora a los niños, igual que su trabajo Pero ¡No!.

¡Es una floja!.

-Lo se Jacob.- Le contesto Lana, pero dejo de darle la espalda y se dio para verlo.- Pero, siempre vigilo la puerta por que se que las personas que habrán la puerta de entrada, seran mi siguiente familia, por que yo los reconoceré.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Y Jacob se largo, por que era muy aburrida.

Después de un rato...

-James... Shh...-Dijo Lana, sabra dios con quien hablaba, era de noche y el orfanato da mucho miedo, se ve muy terrorífico. Lana agarraba su gran bata por que le llegaba a los pies, y con una mano agarraba la linterna para no encontrarse con las tablas que rechinan, y evitar que la Señorita Minerva le regañe, claro.

Lana estaba sola, y lo peor hablando sola.

-Te dije que quería agua, hace mucho calor.- Dijo entre susurros mientras veía detalladamente el suelo de madera.

-Lo se, Lo se.- Dijo abriendo la puerta de la cocina.-Pero tengo mucha sed.-

Se dirigió a el gran refrigerador, y lo abrió despacio... Busco entre los topers llenos de lasaña, y mas cosas.

Entre estos encontró una jarra de jugo de naranja que habia exprimido Jennifer.

Lo puso en la mesa de el comedor junto dos vasos.- Ten James.- apartó un vaso y sirvió el otro, y lo tomo lentamente. Cuando lo apartó de su boca sacando un suspiro de satisfacción. Mientras el otro vaso... Tampoco tenia el dulce líquido de naranja...

-Bien, vamonos James.... Mañana sera el ¡gran día, y conseguiremos una familia!.

Lo Que Uno CreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora