Capitulo 3:

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 A lo lejos...en algún lugar de la catacumba se oía el tintinear de una gotera..¨clic...clic...¨

Pero la atención de Pandora estaba centrada en el Nosferatu que aún sostenía su brazo. Sus dedos, completamente deformados por la maldición del abrazo apretaban, no fuerte sino para que sintiera su presencia, pues tan absorta estaba en sus pensamientos que parecía evadida, lejana.

- No puede ser él...- pronunció en un susurro- El nunca haría eso, le conozco.

Sus ojos, tan azules, se posaron en el rostro del Nosferatu. Sus malformaciones eran atroces, sus colmillos traspasaban la carne de sus labios, la mandíbula tenía una extraña y anormal forma. Y sus ojos, pequeños, hundidos y penetrantes daban un aspecto de lucidez que su apariencia desmentía.

- Sí lo es. Sabes que él lo haría. Hace dos siglos que no le ves, las personas cambian, tú has cambiado.

Pandora aún le miraba fijamente. El nosferatu parecía desconcertado. Nunca nadie había soportado su presencia durante tanto tiempo, solo ella. Recordó cuando aún se hospedaba en las catacumbas, aquella niña atrapada en un cuerpo de mujer que le pedía que le hablase, paseaba con él orgullosa, orgullosa de su compañía se sentía protegida. Protegida por un hombre que en realidad pudo haber sido su peor pesadilla.

- Ahora yo no soy el problema, el problema eres TU que me pides que mate a quien fue mi amante durante siglo, no es justo.

- Pero no le amas. No es lo mismo. Ese maldito Tzimisce ha causado todo esto.

Soltó el brazo de Pandora y señalo a su alrededor. Cenizas de vástagos antiguos estaban repartidas por doquier y restos de cadáveres de vástagos aun mas jóvenes descansaban, después de tan atroz muerte, en el encharcado suelo de las catacumbas.

Ella sufrió un escalofrío. El tono de la voz del nosferatu era frío. Duro casi una orden.

- Volveré dentro de dos noches...con mi respuesta -susurró ella-. Y si no te importa -su tono se volvió gélido- quiero salir de aquí cuanto antes.

Él asintió mientras en su boca se dibujaba algo que antaño recibió el nombre de sonrisa. Ella se giró caminando hacia uno de los pasadizos que podía o no llevar a la salida.

- Por cierto, Pandora... -pronunció la voz del nosferatu a lo lejos-. Siento lo de Nerv -añadió en tono sarcástico-.



Catacumbas ©  [Historia Corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora