Rarezas.

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Es raro pensar hace cuanto no te veo, es raro porque me parece no haberte visto nunca; oh dulce realidad que alrededor de ti redunda, es raro imaginar todo lo que te puedo extrañar sin poderte mirar; es raro, mira este accionar, es milagroso, antinatural.

Raro es poderte adorar cuando ni siquiera sé qué amar, querer sentir, sentir querer, o querer sentir amar; es raro verte en lo que no puedo mirar y en lo que puedo aunque no sepa si es real o una falasia ficticia, como molinos en la mente del que quiso, y se deshizo en su idealizar.

Como es raro un poema sin final, y el final de un poema sin terminar, como flor que nace sin germinar soy yo; cual gota de lluvia que cayó donde nada era, donde nadie sabe siquiera, donde no hace diferencia si ha llovido poco o fue toda una larga noche entera: es como el brillo de una cabellera, eterna y olorosa a flores, amor de los amores quizá, para alguien que en el mayor de sus temores sueña despierto para poderla vivir dormido.

Es raro como el que vive y no ha vivido, y en aras de ese sutil sin sentido llora lo perdido, añora lo ajeno y espera lo que jamás ha conocido. Es como tú, la existencia, es bonita, es etérea, es dulce a veces; es suave, es como un huracán de sin sabores amargos que enamoran al que sin más raíz que sus sueños tristes se dejó llevar y voló por los aires de lo infinito que le mereces; es como puerta que abre sin llave y bienvenido recibe al que no llega, ruega, alma mía ruega, para que seas tú quien llega.

Es, ligera también, cual magia musicalmente sonora; como compases vivaces en frases voraces de amor sin bases que en fulgores tenaces destruyen y hacen paces, aniquilan, y se esconden en disfraces de dolor y gloria para que en tu rostro lo plasmases, vivieses, dejases; como promesa mía que en el pecho estrujases; no te dije nunca, nunca supiste, y no obstante, ora puede despedaces, ora complaces, y ora miras con la mirada con que un día me embrujases...

Es raro, yo no te conté y tú no te diste cuenta, pero es así y punto; es, porque el silencio otorga y la distancia obliga, pero te lo diré pues ya no soporto morirme debido a este asunto, lo exclamaré aunque la locura me encuentre y el frío me persiga, aunque el tiempo me niegue tres veces y trate a mi alma cual criminal presunto; me acercaré a tu oído y suave como suspiro liberaré mi espíritu en un dicho fugaz, tan fugaz como pueda ser un beso tuyo que a mí me bendiga y tu cariño consiga.

Sabes, al inicio sólo pensaba en qué hacía la felicidad, y lo que la felicidad hacía, sorpresa la mía al entender que en tu pecho latía y con tus ojos se iluminaría mientras los sueños existan, y las esperanzas sean; es raro, porque sin querer pensé de más, y eso que en mi mente nada más un te amo decía.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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