Ok, tuve un sueño raro.

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Hace dos días tuve un sueño bastante raro, y lo recuerdo casi todo.

Estaba pasando por unos túneles con agua, pero se parecía mucho al mar porque había corales y esas mamadas. Iba pasando por ese laberinto muy rápido y sin ningún problema. Arriba de mi mirada podía ver el rostro de Rous Cuarso (sí, la de esteban universidad) que me decía a donde ir y me decía cosas (lel), no recuerdo qué, pero eran como susurros, y eso me tranquilizaba. El lugar era oscuro, pero por donde pasaba se iluminaba, como en los juegos de Mario(?). Luego de pasar por todo eso llegaba a una ostra gigante que se abría y ahí conectaba un cable que llevaba en la mano. Al conectarlo salía mucha luz y se ponía en blanco todo. No recuerdo qué pasaba luego, pero pasó eso dos veces.
En alguna parte del sueño estaba en la habitación de una niña, y la niña me pedía que jugara con ella a las muñecas. Saqué de abajo de su cama (la cual tenía una cobija igual a la mía) una caja de zapatos que adentro tenía una muñeca rayada, despeinada, sin ropa y mal tratada. Cuando saqué la muñeca llegó Mitzi (la ratona de RAE). En ese momento mi mamá me levantó pero me dormí de nuevo.
Cuando me dormí volvió a pasar lo de Rous y los túneles. No recuerdo muy bien en el orden en que pasaban las cosas, pero estaba por fuera de la marisquería que hace unos meses fui con mi familia, y por dentro era como una oficina y un cine con una bahía sin mar a un lado. Junto esa "bahía" falsa había una puerta que daba a la habitación de la niña y el interior de la casa. No lo pude ver, pero sabía que había más porque pude ver pasillos.
En ese lugar había unas personas y estaban Mitzi y la iguana que salía en la película de Rango. La iguana me decía qué hacer, y siempre la obedecía.
Me habían pedido echarle agua con una manguera a la bahía falsa. Aunque no me lo habían dicho, yo sabía que tenían un perro ahí, y me ponía a buscarlo. Pude encontrarlo ahí, entre la arena. Estaba vivo, pero no se movía mucho, ya que no tenía patas traseras.
Una vez más me levanté, y una vez más me dormí. Como ya dije, en las dos primeras veces Rose me acompañaba, pero esta vez no. Esta vez estaba yo por mi cuenta. No sabía qué hacer, y era muy importante conectar esos cables. Comencé a preocuparme mucho, llegué a ponerme histérica y a gritar y llorar. Estaba en la oficina llena de computadoras, y cada cable que veía lo arrancaba de su lugar y ponía en otra parte. No podía respirar, en verdad estaba asustada. Estaba parada en medio de la habitación, y en la entrada estaban Mitzi y la iguana. Como si nada apareció la piñata de la sirenita de mi fiesta de 5 o 6 años a mi lado, diciéndome que me calmará, que todo iba a estar bien. Traté de respirar y sin darme cuenta estaba sola en el lugar. Las ventanas se rompieron y se estaba inundando. Rápidamente se llenó completamente, mientras yo seguía ahí, sola.
No recuerdo nada más.

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