Rubén
El volumen de la música era bajo, pero aún así se escuchaba de fondo a Pegboard Nerds. Las luces del apartamento estaban bajas y no sé como pero Luzu se había conseguido unas luces de colores de estas que hay en los Pubs nocturnos.
-Vale Wigetta, ¡Ya os falta menos! -Gritó luzu con una sonrisa.
-No sé, sigo insistiendo en que esto es una mala idea.- Dijo Alex, tomando cerveza.
Luzu nos había convencido de hacer una junta entre todos nosotros para hablar y cosas de ese estilo, lo que hace la gente normal. Habíamos terminado en territorio de Alex bebiendo, y de un momento a otro estábamos jugando a los ''Siete minutos en el paraíso''. Lo cual no era genial, ¿Por qué? cosas mías. No había tenido un buen día, pero aún así ellos se la jugaron para traerme acá, aprovechando que Willy y Vegetta están acá en España, para hacer una de nuestras juntas salseantes.
-Cálmateh aleh, no eh tan malo como pareceh.- Claro, lo dice él, que estuvo siete minutos y medio ¡contados! con vegetta ahí. ¡JODER! Es que me cabrea tanto pensar que ellos dos estuvieron ahí encerrados, a oscuras, Casi respirando el mismo aire... ¡No, joder! ¡Cállate hijo de puta!
-Aclaro que yo no quería venir... debería estar editando el vídeo para mis criaturitas. -La sala se llenó de risas.
-No te excuses Rubius, de todos modos siempre subes los vídeos atrasados y tarde de cojones.- Rió Alex, fruncí el ceño, su comentario más que ser una simple broma me terminó por cabrear, pero tampoco podía ir como el Grinch en plena navidad por la vida, borré mi expresión de cabreo.
-No he subido vídeos en un buen tiempo, pronto tendré que hacerlo.- Quería dar por finalizada la plática, pero no había modo de dejar un tema con estos tíos, tomé un trago de cerveza.
-Claro cabrón, te haz dado un buen descanso desde que terminaste con Jen...- La cerveza tan zukulemtha que bebía en ese momento tomó un sabor muy amargo. Mi mirada viajó del suelo a Alex, su cara cambió cuando el codo de cheeto le impactó.
-No seah mala genteh chaval.- Murmuró Cheeto, como se lo agradecía.
-Una cosa no tiene nada que ver con la otra.- No quería ser borde, pero tocar ese tema me tenía un tanto de mala leche, en este último tiempo me había apartado mucho en mi mundo, ella fue una persona importante en mi vida, y siempre es difícil cerrar un ciclo así.
-¡Salid ya wigetta! -Dijo nervioso Luzu.- Ya tíos, no tiene por qué pelear por eso, ¿Vale? Estamos acá para disfrutar un rato y pasarla bien como los subnormales que somos, ¿Entendido?
-Si mami Luzu.- Dijimos todos a la par, Aparecieron Willy y Vegetta por la puerta y se sentaron en el circulo.
-Ok, Willy, Gira la botella.- Willy nos recorrió visualmente a todos, y luego solo giró la botella en el suelo. Giró, giró, estuvo un buen rato girando, hasta que comenzó a bajar la velocidad, apuntó a Alex, Pasó a Cheeto, Luego a Mangel, y como si mi vida me odiase, finalizó en mi.
-¡Oh, damn! -Se armó un salseo colectivo al instante. Vegetta comenzó a decir ''Nadie tocará a mi chiqui'' de una forma divina, Alex y Cheeto comenzaron a gritar ''¡No, el Rubelangel donde!'' y Luzu comenzó a gritar ''¡Rubilly es real!'' Se hizo un silencio.
-... ¿Qué? -Dijo Cheeto.
-Que... es... ¡Anda, siete minutos ya! -Nos miró Luzu, el que controlaba todo deforma justa como la mismísima justicia. No... No me la creo ni yo. Me tomé el resto de la cerveza y me levanté con una actitud de ''Hagamos esto bitches'' algo que hizo un salseo instantáneo, caminamos hasta la habitación que contenía el famoso ''paraíso'' pero antes Vegetta me jaló sutilmente del brazo, y con una sonrisa grande me dijo
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Siete minutos en el paraíso. (Oneshot)
Short Story✖ One shot Rubelangel ✖ La botella giraba, apuntaba a todos los presentes una y otra vez, pero dos miembros del grupo estaban pidiendo a gritos que saliese el contrario. ''Oh~'' Resonó en la sala, los seleccionados por la botella se miraron algo de...