Maybe [h.s.]

XV

Harry comía en un profundo silencio, con el celular en mano.

Yo también comía en un profundo silencio, pero incómoda.

-Es de mala educación comer con alguien en la mesa, y el celular en la
mano.-declaré mirando a un punto fijo del comedor.

Hizo algo tan simple como encogerse de hombros.
Aun no sabía como, pero este hombre podía cabrearme muy rápido.

*
Al terminar la merienda, fui corriendo a mi habitación para recoger mi móvil y ponerme en marcha hacia el grande patio trasero.

-¿Ali?

-¿Pasó algo Abigail?-contesta preocupada.

-No, no ha pasado nada, tranquila.

Escucho como exhala el aire que llevaba contenido en su boca.

-Que bien, pensé lo peor.

-¿Qué pensabas?-expresé intrigada.

-No querrás saberlo.

-Oh claro que quiero saberlo.-recalco lento y encubriendo una risa.

-Tal vez, solo tal vez, llegara a casa con una Abigail encerrada en el baño y una prueba de embarazo-dice-Solo tal vez.

Rodé los ojos.

-Tu vas a ser la primera.

-Pues no, no lo creo-se niega-No tengo ningún pretendiente, aún.

-¿Acaso yo si?

-Bueno pues... -pareció meditarlo-

-Olvídalo-jadeo con una sonrisa.

-¿De que te ríes?

Levanté la vista enfocándome en los ojos glaucos delante mío.

Su manera brusca de enunciar las palabras me provocaba nauseas.

Ali preguntó si todo seguía bien, le respondí efectivamente y luego de despedirme muy rápido, corté la llamada.

¿Qué hacía él aquí?

-¿Qué haces aquí?-increpo con desconfianza.

-Ahora yo vivo aquí-fanfarroneó con una media sonrisa altanera.

-O-oh-susurré con torpeza-Lo olvidé.

-Así veo.

-Bueno, ¿Querías decirme algo?-manifesté aspirando dejar atrás el embarazoso tema.

El hombre se quedó unos minutos en silencio, cavilando sus próximas palabras.

-De hecho, sí.

A punto de responder que lo escuchaba, continuó hablando divagando la mirada por el césped.

-Haré una fiesta el viernes-Harry musitó-Ponte algo lindo.

-Espera, espera, espera. ¿Qué dices?

Antes de que formulara palabra alguna, seguí hablando.

-Esta es mi casa y la respetarás ¿Conforme? No habrá ninguna fiesta el sábado y-

-Viernes-me corrigió levantando el dedo de su mano.

-Como sea-rodé los ojos-No tienes el derecho de actuar aquí, si tengo gana puedo ir a donde mi jefe y reportarte para que te cambien de asesor.

Su mandíbula se tensó inmediatamente y se aproximó a mi cuerpo.

-No quiero problemas, Abigail-

-Yo tampoco los quiero, ni necesito ¿sabes?

Percibí como gruñía en un vano intento de controlar su ira.

-Eso ya lo veremos más adelante-

-¿A que te refieres con adelante?

-Adelante-expresó inválido.

-Eres tan extraño-

-¿Un consejo? No te enamores de mí.

-¿Qué? ¿Por qué me dices eso?-cuestioné desorientada.

-¿Acaso ya estás enamorada de mí?

-No, y jamás me enamoraría de un delincuente.

-No soy un delincuente-negó recto, sin ningún semblante de diversión en sus palabras-Las personas dicen y se proponen cosas, pero ¿Sabes algo? Ellos realmente no saben lo que quieren. Un día quieren algo, al día siguiente lo contrario. Son incrédulos, falsos, mentirosos y repentinos. No confíes en nadie, las personas traicionan. Siempre lo hacen, y siempre se proponen no hacerlo. Caerás enamorada de mí, y no quiero que eso pase. Me amarás hasta que darás la vida por mí, me amarás sin poder medir las consecuencias de ello, me amarás tanto que me dolerá dejarte. Todos tenemos una condición para todo, mi única condición es dejar que no mueras con el propósito de salvarme.

Sin vacilar, fruncí el ceño un par de segundos. No entendía nada.

¿Qué se supone que debería decir ahora? Me había quedado sin palabras.

Solo dije lo primero que pensé.

-No me enamoraré de ti, ya te lo dije-

Levantó las manos en defensa y encogiéndose de hombros.

-Ya lo veremos-

Volteándose, aprecié un atisbo de sonrisa de por medio negaba la cabeza de izquierda a derecha.

No tenía idea de lo ocurrido. ¿Todo había sido una broma? Eso considero.

El chico entró por la puerta delantera de la casa, dejándome sola en el patio trasero.

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¡Lo siento por la demora!
Gracias por leer ;)
~Fer