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La Luna, Marte y Venus avanzaban con rapidez, sus corazones latiendo con fuerza ante la posibilidad de encontrar a la Tierra después de tanto tiempo. Cuando finalmente divisaron la pequeña cabaña en la oscuridad del espacio, sus pasos se aceleraron.

La Luna — ¡Ahí! ¡Es ahí!

Sin dudarlo, la Luna corrió hacia la entrada, pero en su prisa, sus pies resbalaron sobre la superficie helada y cayó de rodillas justo frente a la puerta. Antes de que pudiera levantarse, la puerta se abrió lentamente, y una silueta apareció en el umbral.

Iris.

Desde arriba, miraba a la Luna con una expresión indiferente, sus ojos fríos pero brillando con un matiz oscuro. Su aura era densa, opresiva, como si el ambiente mismo se volviera más pesado con su sola presencia.

Iris — (con una voz calma, pero cargada de veneno) Sabía que vendrían… pero no tan rápido.

La Luna alzó la vista, con el aliento atrapado en su garganta. Marte y Venus llegaron al instante, posicionándose junto a ella. Al ver a Iris bloqueando la entrada, sus ojos se encendieron con furia.

Venus — ¡Déjalo ir, Iris!

Marte — ¡La Tierra no te pertenece!

Ante esas palabras, Iris simplemente sonrió. Pero no era una sonrisa amable ni juguetona… era una sonrisa cruel, llena de una satisfacción perturbadora.

Iris — (riendo suavemente) ¿"Dejarlo ir"? … ¿Te refieres a mi esposo?

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢ó𝐧 (Iris x Tierra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora