3: Buenas Noticias

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Prácticamente teníamos un hijo.

La noche anterior Elay y yo terminamos haciendo el amor en medio de toda la decoración que se encontraba en la casa, ni siquiera me dejó darle su regalo de San Valentín, aunque ahora que lo veía bien no era tan genial o romántico como todos los que el me había dado.

Era día de universidad; me paré antes que el, me puse una de sus camisetas y fui preparar el desayuno para entonces darle su regalo.

Antes de salir de la habitación Clay estaba acurrucado en la especie de camita que estaba en nuestra habitación, estaba enamorada del perrito también.

Deje a mis chicos dormir y fui a hacer mis cosas, no se si era normal la enorme sonrisa que estaba dibujada permanentemente en mi rostro, por supuesto era debido a que el día anterior se reproducía una y otra vez en mi cabeza.

***

Para el desayuno hice de todo un poco, no eran tan geniales como los desayunos que hacia Elay, pero yo también tenía mis dotes. Ya casi había terminado cuando sentí las manos de Elay sobre mi cadera provocando que me sobresaltara un poco.

- buenos días - dijo con esa sexy voz de recién levantado y me dio un beso en la mejilla - umm... huele delicioso - puso su cabeza sobre mi hombro.

- el desayuno ya está casi listo.

- que bueno, porque con todo eso que estoy viendo, como que se abrió mi apetito.

- genial, ve a sentarte, yo llevo el desayuno - pedí y el empezó a besar mi cuello - Elay...

- ummm... de acuerdo - me dio un último beso y fue a sentarse. Yo serví los desayunos y café para ambos, los lleve a la mesa, para entonces desayunar junto a el.

- realmente se ve delicioso.

- quizás no tan genial como tus desayunos - me encogi de hombros y el tomo un bocado de los waffles soltando un sonidito de satisfacción.

- delicioso - sonrió - ¿puedo saber esto a que se debe?.

- quería hacerlo - dije - ya que tu me diste el mejor día de San Valentín, gracias por todo eso.

- ¿gracias?, eres mi novia, como no concertirte un poco - tomo mi mano - todavía hoy te amo más que ayer - reí - créeme.

- es bueno saberlo - agregue - también lo hice porque no me dejaste darte tu regalo - saque la cajita con el regalo en el - espero que te guste.

- lo que sea que este aquí dentro, me va a gustar, es más, ya me gusta sin haberlo visto - sonrei ante eso, y espere que abriera la cajita, lo hizo y vi como se emocionó al ver lo que estaba dentro.

- no es cierto - saco el regalo - no es cierto - no podía creerlo - es... esto... ¡mierda Claire!, esto es demasiado genial - se paró de su silla y se acercó para darme un beso - no entiendo porque pensaste que no amaría esto - me dio otro beso - sabes que me gustan los Yankees.

- pensé que no sería tan bueno.

- ¿bromeas?, son jodidas entradas a un juego de los Yankees, es tan condenadamente genial - yo estaba feliz por eso, el me había dicho lo de los Yankees cuando estábamos en Nueva York, no sabía que le gustará el béisbol, pero si, y era algo que me gustaba de el - gracias, no sabes lo genial que son, ya quiero que vayamos.

- no es necesario que vayas conmigo, podrías ir con Roy.

- no, iré contigo, Roy no es fan del beisbol.

- oh, entonces si, ya quiero ir - concorde y el me besó.

***

Después del desayuno y la sesión de besos, ambos nos vestimos y fuimos como todos los días a la universidad, pero antes pasamos por la casa de la madre de Elay, ya que Clay se quedaria alli, mientras nosotros no estabamos en casa.

Te Soñe Por Siempre (Segunda Parte De "Esa Bonita Pesadilla")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora