Expediente 1958, Jaque a La Reina

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Hacía 6 meses que Marta y Fina habían tenido una fuerte discusión por temas de trabajo, una discusión que acabó con Marta pasando la noche fuera y con Fina llorando desconsoladamente en casa, durante esa noche, Marta bebió más de la cuenta, no solo eso, se pasó de la raya tanto literal como metafóricamente, había quedado con Elena, una antigua compañera de academia.

Marta se pasó la noche bailando y bebiendo con Elena, y en un momento dado, se dejo llevar y la besó.

-Marta... Tienes novia, y por muy bien que me lo esté pasando contigo, no voy a aprovecharme de ti, primero porque tengo novia, Leonor, por si lo habías olvidado, y segundo, porque no quiero morir a manos de Fina. Lo mejor será que dejes de beber y de meterte esa mierda, ir a casa y solucionar tus problemas con la persona adecuada.- Dijo Elena tras el beso.

-Pero yo solo quiero una noche de desenfreno.

-No va a ser conmigo. Ahora llamo a un taxi y que te acerque a casa.

Elena llamó por teléfono, pero fue a Fina a quién llamó y le contó todo lo sucedido, a los 20 minutos Fina apareció en la discoteca que le había indicado Elena.

-Gracias por llamarme, estaba preocupada.

-No hay de que, por cierto, no te enfadades por lo del beso.

-Sé que no es excusa, pero creo que no es consciente del estado en el que se encuentra, hablaremos de ello y lo solucionaremos, pero no voy a dejarla.

-Eres una gran persona Fina, y tenéis suerte de estar la una con la otra, Marta te necesita más que nunca.

-Eres una gran amiga. Da un beso a Leonor de mi parte y ojalá nos veamos pronto las 4.

Fina llevó a Marta a casa, la ayudó a darse una ducha, a ponerse el pijama y a meterse en la cama.

A la mañana siguiente Marta no estaba, solo había una nota despidiéndose de Fina.

"Lo siento, Fina, no puedo seguir haciéndote daño, anoche besé a Elena, me emborraché y me metí 2-3 rayas. No te mereces tanto sufrimiento, eres una persona noble, de buen corazón, inteligente, divertida, alegre, y te mereces tener el mundo a tus pies, y siento que no soy capaz de dártelo ahora mismo. Eres el amor de mi vida y no te estoy sabiendo cuidar, no hace falta ver más, te estoy dejando con una nota, soy una cobarde, no tengo valor de mirarte ahora a la cara. Solo te pido una cosa, jamás dudes de que te he amado, te amo y te amaré con todo mi ser."

A Fina le empezaron a brotar las lágrimas, no podía creer que la mujer de su vida la estuviera dejando, ella solo quería ayudar a Marta, pero estando a su lado.

Marta hizo las gestiones pertinentes para ser instructora en la academia, no tenía fuerzas para seguir en el despacho y no quería estar tampoco en la comisaría y mandó a una empresa de mudanzas para recoger sus cosas, lo cual hizo que a Fina se le partiera más el corazón, pero aun así, Fina no sentía rencor, solo dolor de no poder estar ayudando a Marta, pasó los siguientes 3 meses descompuesta, sin ánimo, era autómata, despacho, casa y casa despacho, hasta que encontró algo interesante para detener a Pedro Carpena y tuvo que ponerse en contacto con Marta, apenas habían hablado, pero no porque ella no quisiera, sino, porque era precisamente la rubia quien estaba intentando poner tierra de por medio.

Aunque si se trataba de una operación que tenían entre manos desde hacía meses, le prometió que le ayudaría.

Marta y Fina seguían de infiltradas en aquella operación policial en la que ya llevaban 3 meses, y no sabían cuánto tiempo más tendrían que seguir y apenas habían conseguido información. Estaban desesperadas, pero tenían que mantener la templanza y tener mucha sangre fría, cualquier paso en falso podría acabar con sus vidas. Marta decidió que se infiltraría como personal de limpieza, mientras que Fina trabajaría en Recursos Humanos. Marta tendría acceso a las habitaciones y despachos, y Fina tendría vía libre para ver los datos de la empresa, clientes, proveedores y trabajadores, además de que cuando estuvieran seguras, colocarían los micros y las cámaras ocultas. Sabían que se movía el blanqueo de capitales, pero debían que tener pruebas irrefutables.