El aire fresco de París envolvía a T/N y Emikukis mientras caminaban por las estrechas calles empedradas, alejándose del bullicio y el glamour de la ciudad. La noche había caído lentamente, tiñendo el cielo de un azul profundo, y las luces del Sena se reflejaban en el agua como pequeños destellos de estrellas. A pesar del ajetreo constante que siempre los rodeaba, había algo especial en este momento, en la quietud que compartían entre ellos.
— "Nunca me había sentido tan… en paz," — murmuró Emikukis, mirando las luces distantes. — "El mundo siempre me ha empujado hacia lo que debo ser, pero aquí, ahora, me siento como si estuviera por fin encontrando quién soy realmente."
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T/N la observó de reojo, apreciando la sinceridad en sus palabras. Había algo en la forma en que ella decía esas cosas que lo tocaba profundamente. No era solo la fama lo que la definía; era su alma, y eso era lo que lo atraía.
— "Me alegra que lo digas," — respondió suavemente, apretando su mano. — "A veces, olvidamos lo que realmente queremos porque estamos demasiado enfocados en lo que otros esperan de nosotros."
Emikukis sonrió y lo miró con una ternura que no había mostrado a nadie más. Sin pensarlo, se acercó y lo abrazó, apoyando su cabeza contra su pecho. T/N cerró los ojos por un momento, disfrutando de la sensación de estar tan cerca de ella. No importaba lo que el mundo dijera o esperara, en ese instante, solo existían ellos dos.
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— "Siempre he sentido que no podía ser yo misma... que debía ser la 'chica perfecta' para los demás," — susurró, apretando un poco más su abrazo. — "Pero contigo, siento que no tengo que esconderme. Me aceptas tal como soy."
T/N sonrió, acariciando su cabello.
— "No tienes que esconderte nunca conmigo," — dijo con firmeza. — "Eres increíble tal como eres, Emikukis."
Los dos se quedaron allí unos momentos, en el abrazo silencioso, disfrutando de la comodidad de su cercanía. Al separarse, T/N sacó su teléfono móvil, que vibró repentinamente.
— "Perdón, tengo que ver esto," — dijo, aún con una sonrisa, pero viendo la pantalla con atención.
Era un mensaje de su manager, algo que, hasta ahora, siempre significaba que algo importante estaba por suceder. T/N leyó rápidamente el contenido, luego miró a Emikukis con una expresión que parecía estar entre la sorpresa y la preocupación.