Están acostados en la habitación de el a oscuras, una oscuridad que ha cualquiera podría parecerle aterradora, especialmente a ella. Pero con el a su lado ella se siente la dueña del universo.
Siempre pide que lo abrace, y ella simplemente lo complace. Como decirle que no a algo tan simple? Cuando el la hace ser mas ella.
Se voltea lento para verla, pero ella parece no reaccionar. Esta dormida, o no?. El acaricia su cabello, le quita los mechones sueltos de la cara para poder acariciar su mejilla que el muerde a menudo. Baja sus caricias desde el brazo, hasta la cintura.
Ella se limita a sentir la mano del chico que para ella lo es todo desde siempre aunque se conocen desde poco.
Suena el celular. Es la madre de ella, al parecer el tiempo decide pasar corriendo sin descanso. Finge despertar y contesta el celular. Cuando cuelga le dice que no tardan en llegar por ella.
La abraza contra su pecho besándola dulcemente en la frente, luego en la mejilla no sin antes morderla suavemente como de costumbre.
Los últimos 10 minutos de ese hermoso día juntos, se besan tierna y apasionadamente, se ríen a carcajadas cuando se acuerdan de algo que nadie mas sabrá.
Suena nuevamente el celular, han llegado por ella. Se nota en la expresión de su cara que le gustaría que ella se quedara, no se si para siempre pero esa noche por lo menos, el lo desea. Se temen este momento del día, pero es inevitable.
Se apresura a tomar sus cosas, pero el la retiene unos minutos mas, solo para estar con ella un rato extra por muy corto que sea.
Se despiden en su cuarto con un dulce beso en los labios para poder despedirse dos nuevamente antes de que ella suba al coche con un beso en la mejilla, pues son solo amigos.
