Hasta mi último aliento

Capitulo 15

- Ey! Planeta tierra llamando a Alonza! ¿Tan siquiera estás aquí?- Escucho la voz de Valentina muy lejana, parpadeo varias veces y regreso con ella.

- ¿Decías?

- Sé que estás muy enamorada pero ¿Puedes prestarme aunque sea un poco de tu atención?

- ¡No estoy enamorada de nadie!

- ¿Y Mauricio qué? Está pintado?

- ¡Mauricio nada!- Entonces abre su boca sorprendida y enseguida se pone las manos para taparla- ¿Qué?

- Entonces...¡¡Te gusta el rarito de Victor!!

- Shhh- Me fijo a los lados, estábamos caminando y la gente nos veía como bichos raros, no niego que me hizo gracia pero igual le quería cocer la boca- No, no me gusta Victor, ni Mauricio, ni nadie!!

- Niégalo, pero soy tu amiga y sé que te gusta Mauricio y muy en el fondo tú también lo sabes- ¿Cómo sabe tanto?

Bueno no, no sabe nada, porque Mauricio no me gusta, solo me atrae.

Ehhh bueno es lo mismo, ¿verdad?

Maldición.

Ese desgraciado, si me gusta!.

No, si lo negamos el corazón lo va a entender y se va a compaginar con la mente y ella es más fuerte. Así que no, no me gusta Mauricio.

Yo me reía por lo bajo, por lo ridícula que suena mi conciencia.

- ¿De qué te ríes?- Valentina me observaba con una sonrisita- Te ries porque sabes que lo que dije es verdad.

- Cállate y vamos- Entonces se empezó a reír más fuerte sin importarle lo que dijera la gente. Dios.

Llegamos a la tienda y ella se introdujo enseguida llevándome del brazo. Casi me iba de boca.

- Mira!!!- Valentina veía los vestidos y justo encontró "ese".

- De seguro te quedará muy bien.

- ¿Me lo pruebo?- Yo alzo los hombros.

- Si quieres- Tomó el vestido y fue a llamar a una de las trabajadoras para que la ayudara pero vinieron dos. Cuándo se acercaban, a una de esas mujeres la había visto antes pero no recordaba de dónde.

- ¿En qué podemos ayudarlas?- La mujer a su lado, no me aparta la mirada desde que me vió, no me equivoqué ¡Nos conocemos!.

- ¿Te conozco? Tu cara me parece muy conocida- Me dice algo confundida. En un segundo vuelvo a ver sus ojos y lo recordé.

- Si, eres la chica que me ayudó cuando recién llegué aquí, recuerdas? Me llevaste a una fonda, nos...- Ella abre la boca junto con sus ojos como si acabara de descubrir algo impresionante.

- Ohh si claro, eres tú!. Disculpa por no reconocerte, soy algo distraída.

- No te preocupes...?- Ella se ríe.

- Mery. Soy Mery.

- Muy lindo nombre, Mery. Yo soy Alonza- Ella me da la mano muy amable y suspira.

- Fue una suerte reconocerte, son tantas personas que veo en el día.

- ¿Cómo lo hiciste? Me refiero al reconocerme- Pregunto extrañada.

- Es que en especial tú, me caiste muy bien y...tu mirada es difícil de olvidar- Le sonrío. No me había dado cuenta que ni Valentina ni la otra mujer seguían con nosotras. Fijo la mirada hacia atrás y veo a Valentina sonreírme cuando cruzamos miradas.