🥂 CAPÍTULO XXI 🥂

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Narra Amar:

Ahí, en medio de la sala, estaba una mujer de cabello largo y sumamente oscuro, vestida con jeans ajustados y una blusa que hacía relucir su aumento de senos más que notorio. Se veía impecable, como si estuviera ahí esperando desde hace horas.

Graciela:No puede ser -murmuró a mi lado-

Escuché como alguien soltaba un jadeo detrás de mí. Alfredo y Miriam se quedaron paralizados en la entrada, y lo más impresionante fue la reacción de Iván.

Soltó su mochila en el pasillo y salió corriendo hacia ella,la abrazó y la besó con emoción,la vio con ojos de amor,esos ojos que habían sido para mí unos días antes.

Iván:Valeria, mi amor -con la voz cortada-

Sentí que se me movía el piso debajo de los pies,el aire comenzaba a faltarme.

No podía creer lo que estaba viendo.

Me sentí como si me hubiera quedado atrapada en una pesadilla.

Era ella,Valeria Hernández,la esposa de Iván que estaba desaparecida,no era tonta,Valeria Hernández es hija de un gran cantante de Culiacán,su mamá fue maestra durante muchos años y eran muy conocidos,los noticieros explotaron al saber que Iván y Valeria se habían casado sin ningún testigo,dos meses después los noticieros se inundaban con la ficha de desaparición de Valeria.

Sentía que iba a sacar todo lo que había comido,no podía ella estar aquí,no cuando todo marchaba bien,el estómago se me revolvió y corrí a nuestro cuarto,saqué todo en la taza del baño,le bajé a la palanca,me cepillé los dientes y me derrumbe ahí mismo,me hice una bolita en la orilla del baño y me abracé a mí misma permitiéndome sacar todo lo que tenía dentro.

No podía permitir esto,me levanté aún temblando y empecé a sacar mi maleta,eché la ropa como loca y tomé mis maletas,abrí mi aplicación de vuelos y el primero que me apareció saldría hasta mañana a las 8:00 am,compré los boletos y bajé corriendo,no había absolutamente nadie,en el fondo agradecí pero se me hizo chiquito el corazón al pensar en donde se abran metido Iván y esa mujer.

Salí de la casa con el corazón hecho pedazos,sintiendo que la vida me estaba escupiendo en la cara por haber sido tan tonta. El pecho me ardía. No podía creer que todo lo que nos había costado construir se había desmoronado en solo un instante,fueron cuestión de segundos.

Me fui a un hotel,y en cuanto sonó mi alarma me desperté,tenía muchas llamadas perdidas y demasiados mensajes,los ignoré todos,me puse lo primero que vi y me fui,al llegar al aeropuerto las llantas de mi maleta rechinaban al rodar por la acera,encontré un buen lugar y me senté ahí.

Veía a la gente pasar pero yo solo podía pensar en la forma en la que Iván corrió hacia ella, la beso, la abrazó, como si yo nunca hubiera existido,como si no hubiese estado ahí. Como si todo lo que pasamos juntos no hubiera valido nada. Me mordí el labio con fuerza, intentando contener las lágrimas, pero fue inútil. Un sollozo ahogado salió de mi garganta,me tapé la cara y me permití llorar.

Horas después:

Después de un vuelo eterno en el que no pude pegar el ojo, aterricé en Culiacán. El calor húmedo me golpeó en cuanto salí del aeropuerto. Era como un abrazo sofocante que me recordaba que estaba de vuelta en mi tierra, en mi zona de confort... pero no por las razones que hubiera querido.

No llame a nadie. No podía soportar que me preguntaran que había pasado,solo le escribí a mi hermana diciéndole que estaba de vuelta y que me avisaran cuando llegarían ellos. Solo quería encerrarme en mi casa, hundirme en mis sábanas y llorar hasta quedarme seca.

Solamente tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora