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Kyungsoo deslizó la mano por su bolsillo, tras tantear un poco agarró la llave que era y sacó todo el llavero. Cerró la puerta con estas y se dirigió a las escaleras a la par que abría su mochila.
Comenzó a bajarlas y guardó las llaves volviendo a colocarse la mochila bien.
Era viernes,26 de Octubre. El viento soplaba perezoso por las calles de Seul,arrastrando sin fuerza algunas hojas que yacían en el suelo. Kyungsoo supo que iba a llover una vez estuvo fuera del edificio. El cielo lucía gris y el ambiente permanecía desde hace algunos días húmedo.
No había cogido paraguas, y tampoco iba a volver a subir , la lluvia no era algo que le molestase especialmente.
Comenzó a caminar y se dirigió al mismo sitio al que iba todas las mañanas. Se perdió entre la multitud de gente que solía habitar la ciudad,especialmente en horas de tanto movimiento como era aquella,en la que los habitantes o bien iba a trabajar o a llevar a los niños al colegio. Tras recibir varios empujones y algún que otro codazo acompañado por miradas de asco,Kyungsoo llegó a la pequeña cafetería a la que iba a desayunar. Abrió la puerta y tomó sitio donde pudo.
Los camareros iban y venían de un lado a otro del establecimiento. Parecía que nadie se había percatado de la presencia de Kyungsoo, pero tampoco le molestó.
De hecho si alguien se acercaba a entablar una "amistosa" conversación con él,lo único que recibiría por su parte sería una mirada de odio.
Se quitó la mochila y la dejo sobre sus muslos,ya que no había otra silla libre. Se recostó un poco y alzó la mirada cuando un camarero se le acercó.
- Buenos días.
Le sonrió. El muchacho era bastante alto,y más si lo comparabas con Kyungsoo. Tenia la cara algo alargada y el pelo castaño oscuro y revuelto. Por alguna razón, Kyungsoo sintió que el camarero se daba aires superiores a pesar de mostrarle una agradable sonrisa, y aunque solo le había dado los buenos días, detectó en su entonación algo raro que le hizo dudar si su nacionalidad era coreana.
- Quiero un café con leche por favor.
Respondió automaticamente olvidandose por completo de saludarle. El camarero no pudo evitar dejar escapar una risa atónito y asintió haciendo una pequeña reverencia.
-Ahora mismo.
Respondió a la vez que se alejaba. Kyungsoo dejó la mirada fija en él hasta que se cansó. Elevó un poco la cintura y sacó el teléfono móvil del bolsillo trasero de su pantalón para matar un poco el tiempo.
El café llegó a los pocos minutos. En cuanto el camarero dejó la bebida sobre la mesa,Kyungsoo miró rápidamente la placa que se encontraba en el pecho del camarero."Yifan",pudo alcanzar a leer a tiempo antes de que se separara.
-¿Necesita algo más?
Kyungsoo negó con la mano y sonrió de forma suave. Definitivamente no era de allí. Normalmente no hubiese mostrado tanto interés en alguien,pero Kyungsoo solía frecuentar ese café y era la primera vez que veía a aquel chico.
No se entretuvo mucho más. En cuanto se terminó la bebida pagó y salió del local con la mochila puesta.
Sin darse cuenta se le había hecho tarde, y él era quien abría la pastelería. Si su jefe se enteraba,matarle no sería suficiente castigo. Aceleró el paso todo lo que pudo para llegar cuanto antes al establecimiento que no se encontraba muy lejos de allí.
Sacó de nuevo las llaves en cuanto estuvo escasos metros de la puerta. Dejó la mochila en el suelo y se agachó para subir la verja. Después abrió la puerta y entro a toda prisa encendiendo rápidamente las luces. 10 minutos tarde.
-No pasa nada...
Se dijo a sí mismo mientras encendía el horno que estaba en la cocina. La campanilla de la puerta sonó indicando que alguien había entrado.
Kyungsoo no dijo nada y terminó de preparar el horno antes de salir.
Rezó por lo bajo para que no le pidiesen pan o algún dulce que tendría que estar calentándose en el horno.
Hizo una reverencia cuando estuvo en el mostrador sin si quiera mirar al cliente.
- ¿Qué desea?
Preguntó de forma automática. Exclamó un "oh" cuando alzó la cabeza y vio que se trataba de un chico esbelto y moreno. No sabía porqué,pero al momento pensó que cualquier mujer hubiese deseado tener su figura. Llevaba unos pantalones vaqueros rotos ceñidos a las piernas,una camiseta gris y una mascara. Por ese motivo no pudo llegar a ver bien su rostro. Aún así parecía aniñado,al menos esa imagen le daba el flequillo castaño que caía de forma suave sobre sus ojos. El moreno alzó un brazo hasta la altura de su cintura para mostrarle a Kyungsoo la mochila que había dejado olvidada en la puerta del establecimiento.
-Estaba en la puerta... Así que supuse que alguien de aquí se lo dejó. Algún cliente igu...
-Es mía.
Le cortó Kyungsoo rodeando el mostrador para colocarse a su lado. Hizo una reverencia de nuevo a la vez que cogía la mochila. El otro chico dejó que la cogiese con una sonrisa sorprendido por su comportamiento.
-No la pierdas.
-Lo siento, no lo haré.
Kyungsoo asintió y le devolvió la sonrisa. El otro chico mantuvo su sonrisa, Soo lo pudo notar ya que sus ojos estaban más achinados de lo que deberían. Desvío la mirada cuando el otro también lo hizo,así que no se percató que lo que estaba haciendo el moreno era observar con bastante interés el mostrador.
-¿Es muy caro?
Preguntó volviendo a captar la atención de Kyungsoo.
-¿Cuál?
El más bajo entro a la cocina y dejó la mochila a un lado, volviendo rápidamente al mostrador.
-En general.
Kyungsoo encarnó una ceja extrañado. Se agachó y miró algunos trozos de pasteles que quedaron del día anterior.
-Se ve un poco vacío.
Comentó el moreno riendo bajo.
-Tengo que recolocar las cosas. Se me hizo tarde sin darme cuenta.
Le explicó con un tono tranquilo. Volvió a colocarse en pie y miró a los ojos al moreno,sorprendiéndose al ver que él ya estaba haciéndolo. El moreno bajó rápidamente la mirada hacia los pocos dulces que había.
-Quiero el que más te guste.
-¿Qué...?
°°°
Kyungsoo no le dio el postre que más le gustaba a aquel tal Jongin.
Se limitó a darle el más barato,ya que por su pregunta supuso que no llevaba mucho dinero encima.
Por alguna razón, no se le iba de la cabeza la imagen de Jongin saliendo de la tienda. Ni siquiera ahora que estaba dándose una ducha,allí era donde más solía relajarse y desconectar.
"¿Vendrá otro día?" se preguntaba mientras con la alcachofa de la ducha se aclaraba las piernas.
Suspiró pesadamente al darse cuenta de que seguramente no lo volvería a ver. Kyungsoo no lo admitiría jamás, ni siquiera a él mismo, pero le hubiese gustado hablar con aquel chico que había llamado su atención.
Supuso que se quedaría con las ganas,aunque en parte ya estaba acostumbrado. No era la primera vez que perdía la oportunidad de hablar con alguien por ser una persona tan cerrada, y lamentablemente tampoco sería la última.

Yesterday ( KAISOO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora