Confesiones y Confusiones

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Esa mañana me levante, mi hermana estaba mirando la tele mientras sacaba la valija de arriba del ropero, me dió cosa ver a mi hermana tan dolorida, no la había visto así desde el accidente de mamá y papá, en fin, le dije buen día me miró con lágrimas en los ojos y me fui a bañar, tenía que ir a despedirme de mis amigos lo antes posible a Camilo, Valentín, Juliana, Sandra... pero no podía dejar de pensar en Ana, tenía que ir y decirle todo lo que pienso, -es taan lindaa...- pensé, con esos ojos  marrones grandes y redondos, parece que hubiera  toda una galaxia en ellos, y esa sonrisa... uau es hermosa, aunque tiene los dientes un poquito torcidos, pero da igual, son bien blancos como la luna llena, tiene un pelo divino lacio, marrón y cortito como la pibita de "Bajo la misma estrella",  es altísima, de piel quemadita de tanto jugar al fútbol, y en sima eso! juega al fútbol! y en eso escucho una voz gruesa como de hombre de 37 años -Dani quiero hablar con vos...- era mi tío-Estoy ocupado ahora- Le dije.-Por favor Dani es algo importante..., por lo menos para mí...- Susurró.-Bueno, está bien, pasá. Pero que sea rápido- Le dije haciéndome el insensible.-Bueno, gracias!! Mirá Dani, yo los amo, son como unos hijos para mí, pero la cosa es que no van a Italia desde que pasó... ya sabés...-Me dijo.- Se murieron mamá y papá....-Ssi...-Me dijo mientras me tocaba la mano.-Decilo, no tengas miedo-Le dije.-Está bien,  lo que pasa es que me cuesta procesar que mis dos y únicos hermanos se hallan muerto...- Si... se como se siente saber que te falta algo en la familia que es irreemplazable- Le dije con la vos entre cortada, mis ojos parecían una presa llena de agua a punto de estallar, pero me aguanté lo más que pude, no soy de llorar, va, no soy de esos pibes que muestran sus sentimientos, en otras palabras, soy frío.

Mi tío se puso a llorar, nunca lo había visto llorar, una vez lo vi llorar, sólo una vez que fue en el velorio de mis padres, pero mi tío es frio, me acabo de dar cuenta que es igual a mí.

Lo abrasé tan fuerte como pude y no aguanté y largué el llanto, lloramos como 5 minutos hasta que él me dijo:-Te acordás de esa vez que fuimos a la Pedrera con Leo (mi papá), Graciela (mi mamá) y  con Paula?-. S...i...-Le dije secándome los ojos con las manos.- Te acordás que yo estaba nadando con tu padre y casi me ahogo y él me salvó?-. Yo  quise hablar pero no sabía que decirle entonces no dije nada y puse mi brazo sobre su hombro.- El era muy importante para mi, era mi hermano mayor, el que me cuidaba, antes éramos el, nahuel(mi otro tío muerto) y yo contra el mundo, ahora soy solo yo contra el mundo...-. Dijo mientras cerró los ojos dejando caer una lágrima sobre su pie derecho, esa noche hablamos mucho, esa charla fue lo mejor que me ha pasado desde que ma y pa se fueron.

Al día siguiente sonó mi despertador y tío Manuel gritó desde el comedor:- Hora de levantarse!!! Ese lunes no fuimos al liceo, ya que al otro día nos íbamos a ir, yo ya no quería saber nada de estudiar ni nada que tenga que ver con libros que no sean novelas o cosas por el estilo, en fin, fui hasta el comedor, desde el pasillo se escuchaba a mi tío batiendo en café con una fuerza tremenda, hacía unos batidos de café con leche riquísimos, los mejores que he probado en toda mi vida, en fin, en el pasillo largo de mi casa habían muchos cuadros con fotografías de todo tipo, de mi antigua perra Sol jugando en el patio con papá, de Pau y yo cuando nacimos, de mamá con sus hermanas, de mi tío con papá, y obviamente una de todos juntos, creo que esa foto la voy a llevar siempre conmigo, pero... había una que me heló la sangre, la tía Miriam estaba con un hombre alto, flaco, con lentes negros, buzo blanco y jeans, ustedes pensarán por qué es algo raro que mi tía esté con un hombre? pero... lo que pasa es que nunca lo había visto, en  mi vida de 14 años nunca lo había visto, ni escuché hablar de él, en resumen no sabía ni siquiera que existía, claro que esto depertó una intriga bárbara en mi cabeza, por qué había una foto de la tía Miriam en casa? quién era ese hombre? no era que tía Miriam fue siempre soltera? por qué nadie habló nunca de ese tipo?, en fin no le di tanta importancia, y llegué al comedor, me senté al lado de Pau y empecé a untar la manteca en el pan, luego tío Manuel, me dió la taza del batido, lo tomé y me  fui a despedirme con mis amigos, ya que mañana nos íbamos a ir ya... para Roma.

Las 3 caras de la monedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora