One-shots Robby x Miguel

Multitud pt4

Después de lo ocurrido con Kwon, Miguel pensó que finalmente había logrado dejar atrás esa pesadilla. Pero un día, mientras entrenaba en el dojo Miyagi-Do, Kwon apareció una vez más.

Miguel estaba concentrado en su práctica, cuando de repente, Kwon se le acercó por detrás sin hacer ruido. Esta vez, no fue un beso robado ni un simple toque, sino algo mucho más agresivo.

Antes de que Miguel pudiera darse cuenta, Kwon lo rodeó con los brazos y lo inmovilizo contra la pared, agarrando ambas muñecas y apretando su cuerpo contra el suyo de una forma tan violenta que Miguel apenas podía moverse.

—No te preocupes, Miguel, esto va a ser mucho mejor de lo que piensas — Susurró Kwon en su oído, mientras sus manos empezaban a moverse de manera inapropiada.

Miguel intentó luchar, pero la fuerza de Kwon lo mantenía inmovilizado, y el miedo comenzó a apoderarse de él lo que hacía que si fuerza también fuera menos. Justo cuando la situación parecía fuera de control, la puerta del dojo se abrió de golpe.

Axel, quien había decidido visitar Miyagi-Do para entrenar con Miguel, se quedó paralizado al ver la escena.

—¡¡Kwon, suéltalo!! — Gritó Axel, avanzando rápidamente hacia ellos.

Kwon, al darse cuenta de la presencia de Axel, intentó apartarse, pero Axel no dudó ni un segundo en lanzar un fuerte golpe al rostro de Kwon, derribándolo al suelo.

Miguel cayó de rodillas, temblando por el miedo y la angustia que había sentido. Axel, sin perder tiempo, se agachó a su lado, abrazándolo con fuerza y protegiéndolo de cualquier otro intento de agresión.

—Estás a salvo, Miguel. Estás a salvo —Dijo Axel en voz baja, mientras Miguel seguía temblando en sus brazos.

Robby llegó corriendo poco después, y al ver a Kwon salir corriendo y a Axel abrazando a Miguel, su expresión pasó de confusión a furia al entender porque corría. Paso su mirada al más alto mientras lo veía abrazando a su novio. No le costó mucho comprender la situación.

—Axel… —Robby empezó, aún con el ceño fruncido, pero su tono se suavizó—. Gracias por salvar a mi novio.

Axel asintió, pero antes de que pudiera decir algo más, Robby se acercó y, sin pensarlo, apartó a Axel de Miguel, envolviendo a su novio entre sus brazos.

—Lo siento. A pesar de que estoy agradecido contigo...no me gusta que toquen a mi novio, aunque sea para protegerlo — Dijo Robby, con la voz grave, mientras abrazaba a Miguel más fuerte.

Miguel, aún temblando, se aferró a Robby, buscando consuelo en él.

—Robby yo… — Murmuró, pero Robby solo lo apretó más contra su pecho.

—Shh, tranquilo, Miguel. Todo está bien ahora.

Axel, viendo lo que sucedía, asintió, sintiéndose algo fuera de lugar, pero agradecido de haber podido ayudar a Miguel.

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A pesar de la confrontación anterior, Kwon no se detuvo. A la mañana siguiente, volvió al dojo Miyagi-Do, decidido a obtener lo que quería. Esta vez, no solo entró sin previo aviso, sino que avanzó directamente hacia Miguel.

Miguel, quien ya estaba un poco más relajado, alzó la vista cuando sintió que alguien se acercaba. Kwon estaba allí, nuevamente, con una sonrisa desagradable en su rostro.

—Ya basta, Kwon. ¿Qué no entiendes cuando te digo que no quiero nada contigo? — Dijo Miguel, retrocediendo un paso.

Kwon, sin hacer caso, le cerró el paso.

—Miguel, tú no sabes lo que quieres. Pero yo sí — Dijo, acercándose aún más, tocando su rostro sin permiso.

Miguel, al ver lo que venía, dio un paso atrás, pero Kwon no iba a dejarlo escapar tan fácilmente.

—¿Qué no entiendes? ¡Te he dicho que te largues! — Gritó Miguel, ahora completamente aterrado.

En ese momento, Robby apareció en el umbral de la puerta. Al ver la situación, su rostro se tornó rojo de ira.

—¡Ya basta! — Gritó, mientras se lanzaba hacia Kwon con furia.

Miguel intentó detenerlo, pero Robby no lo escuchó. En un parpadeo, estaba frente a Kwon, empujándolo con toda su fuerza.

—¿Te atreves a seguir tocando a mi novio? —Robby rugió, lanzándose hacia él con un fuerte golpe que impactó directamente en el rostro de Kwon.

Kwon, sorprendido por la rapidez de Robby, trató de defenderse, pero Robby estaba decidido a no dejarlo ganar. Se enfrentaron en un feroz intercambio de puños, mientras Miguel observaba aterrorizado, pero también aliviado al ver que Robby no iba a permitir que Kwon se acercara a él nuevamente. Era consciente de que si se atrevía a interferir lo más probable es que se llevará un golpe y no quería eso.

La pelea fue intensa, pero Robby estaba lleno de determinación. No iba a permitir que Kwon tocara a Miguel una vez más y se lo dejaba saber con cada golpe.

Finalmente, después de un par de minutos de lucha, Kwon cayó al suelo, exhausto y atónito. Robby se acercó a Miguel, respirando con dificultad.

—¿Estás bien? — Preguntó Robby, mientras Miguel se acercaba a él, aún temblando.

Miguel asintió, abrazándolo de inmediato.

—Gracias, Robby… Gracias por protegerme.

Robby lo sostuvo con fuerza, acariciando su cabello.

—No voy a dejar que nadie te haga daño, Miguel. Nunca.

Kwon, después de haberse levantado del suelo, se alejó furioso, sabiendo que su presencia en el dojo estaba completamente terminada.

Miguel y Robby se quedaron allí, abrazados, sabiendo que no importaba lo que sucediera, siempre estarían juntos para protegerse mutuamente.

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Hasta pronto 🤍