FINAL

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PDV Narradora.
Diego no habia corrido asi de rápido pero dependía de la vida de la mujer a la cual amaba de la que estaba muy enamorado, ella habia entendido mal la conversación, en realidad si habia empezado por una apuesta pero esta consistia en lograr que le hablara, y lo podia dejar en una semana. El se enamoro y lo llevo a una relación una verdadera, incluso se irían juntos a la universidad y vivirían juntos o por lo menos esos eran sus planes.

Llego al frente de la casa de Adriana paso rápidamente el jardín y tocó la puerta rapido y fuertemente, nadie abrió, rodeo la casa y entro por la ventana de la cocina subió rápidamente las escaleras hasta llegar a la habitación de Adriana. Tenía seguro, no podia entrar, forzó la cerradura esta cedio con un sonoro ruido ahora solo faltaba la habitación del baño, que era mas facil de abrir solo empujo con su cuerpo y la puerta abrió, lo que vio no le hizo sentir mejor.

En la tina estaba Adriana, y no precisamente bañándose, ella se desangraba lenta y dolorosamente. Tomo rápidamente una mascada blanca que estaba en el lavado. Sujetó su muñeca y la ato con fuerza rápidamente se tilo de un rojo oscuro, la cargo en brazos y la llevo abajo la dejo sobre el sofá y llamo a emergencias mientras esperaba no paraba de convencerse que ella estaría bien, el hospital quedaba a 10 minutos a una velocidad rápida, no soporto la espera y salio rumbo al hospital cuando el estaba a punto de salir la ambulancia llegó. Todo paso muy lento para Sebastián, se culpaba de lo sucedido, ella habia sanado con gran dificultad y el la había quebrado totalmente. Si moría el moriría también, pasado una hora los padres de Adriana llegaron.

-¿qué sucedió? -pregunto el papá.

-Yo lo... Lo Siento-dijo al borde de las lágrimas - peleamos y ella... Ella intento suicidarse.

Diego esperaba que el lo echara y le prohibiera acercarse a Adriana, pero el simplemente le ignoro y se dirigió hacia el doctor que justamente salia de las puertas de emergencia.

- La familia de Adriana Soleiro.

-Aqui- respondió el padre, de fondo se oían los sollozos de la madrastra y hermanastra de Adriana.

-Ella esta estable, - Todos dieron un suspiro de alivio - esta fuera de peligro, no perdió mucha sangre, fue muy poco, mañana mismo le damos de alta, deben cuidar de ella aún más y no puede quedarse sola o esto puede volver a ocurrir.

-¡Gracias a Dios! - dijo la familia de Adriana.

-¿Podemos verla? - pregunto Diego

-Si, ella esta despierta.

-No creas que pasaras Diego . - La voz de Helen se oyó gruesa y dura.– Tú tienes toda la culpa.

-Una explicación habrá Helen -dijo con calma su padrastro. -- Vamos Diego

Helen veia con odio al muchacho, el tenia miedo, nervios y mucha angustia. Cuando llegaron a la habitación del hospital Adriana miraba por la ventana su mirada se notaba pérdida, su padre la tomó en sus brazos y juntos lloraron largo rato, cuando Adriana reparó en la presencia de Diego, lo miro con odio.

-¡VETE! Largate... No te quiero ver jamás. Te odio

-Adriana dejame explicar lo que en realidad paso, enserio que no es lo que piensas.

-Será mejor que te vayas Diego ella necesita descansar. - Carol trataba de calmarlo por el bien de Adriana, despues lo acompañó a la puerta.

– Dile por favor que no es lo que cree, yo la amo.

– Lo haré pero debes irte ahora, ella no quiere verte.

El decidio dejar las cosas por las buenas. Pasaron dos meses despues del incidente de Adriana, ella no lograba recuperarse del todo algo le faltaba, algo estaba mal, extrañaba demasiado a Diego, su corazón lo sabia ella pensó, analizó, y medito de pies a cabeza la loca idea de buscar explicaciones, respuestas a todas las preguntas que se formulaban en su cabeza, despues de varias semanas la idea ya no era tan loca, así que fue a la casa de Diego.

El no esperaba su visita y cuando abrió la puerta principal su rostro demacrado y con barba por fin esbozo una sonrisa triste e inesperada, la hizo pasar, le ofreció té, Cafe, soda y agua a todas se negó, le pregunto como se encontraba, ella respondió seca y cortante fue directo al grano y le dijo todas sus dudas, el respondió sincero.

-Te... Te juro que es la verdad, no te mentiría de nuevo, te amo, te amo tanto que estos meses han sido mierda, no lo soporto es demasiado el dolor de tenerte lejos, de pensar a cada segundo que me dejas de amar, de extrañar y que me empiezas a odiar, perdoname-dijo poniendose de rodillas con lágrimas en sus ojos- perdoname, perdoname.

Su voz se apagaba, Adriana lloraba también, ella tiernamente abrazo su cabeza mientras el la abrazaba por la cintura.

-Solo pedia la verdad, solo necesitaba que fueras sincero... Pero tampoco puedo vivir sin ti y siento que es preocupante, pero aun asi te amo y no concibo mi vida sin ti.

Esto lo dijo tomándolo del rostro, para finalizar con un beso uno tierno lleno de necesidad y amor, que poco a poco fue rozado por las lágrimas de ambos. Y allí en la sala de estar se dieron cuenta que su amor era tan inmenso que no podían sentirse lejos, porque su amor también era verdadero.

"Solo Una Vez Más"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora