VI. Frank y el profesor

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Cuando Frank se había despertado, faltaban cinco minutos para que la alarma sonara. Se había despertado gritando, sudado y muy horrorizado, -como aquella vez que entró a la gasolinera y en el espejo vio a Claudia- pero no recordaba cual era el sueño, hizo el esfuerzo pero no lo logró.
Y gracias a Dios que él no lo recordó, porque dicen que los sueños se hacen realidad, y si ese sueño se haría realidad, Frank volvería a caer en otra depresión.
Dice la biblia en Eclesiastés que todo tiene su tiempo; tiempo para vivir, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir; y un tiempo para construir. Así como Frank había tenido tiempo de estar con Claudia, ya era tiempo de olvidarla. Pero cuanto más parecía olvidarla, más parecía que ella estaba ahí.
Frank hubiese querido que hoy fuera un día normal, ver a Alex y que todo fuese tan normal. Habían pasado dos semanas ya desde aquella noche. Frank iba a la casa de Alex y viceversa, incluso aveces dormían juntos.
Después de salir de la clase de Filosofía, Frank y el profesor se quedaron solos por un largo tiempo, a lo cual Alex se les terminaría uniendo, pero eso fue mucho después.
La clase realmente le había llamado la atención a Frank, cosa que para Frank, la filosofía era lo más aburrido del mundo. El tema había sido "Mensajes del más allá", y eso realmente le interesaba.
-Profesor -se había acercado Frank, a paso lento hacia el escritorio.
-Frank, ¿tienes algunas tarea atrasada?
-No, en realidad no, más bien quería hablarle, de si usted cree en lo que habló hoy...
El profesor, no pudiendo creer lo que Frank acababa de preguntarle, se quedó helado.
Aunque no era nada más que una simple pregunta, y el profesor nunca se imaginó que Frank estuviera viviendo un tipo de situación paranormal, le contestó:
-Creo en el bien y cero en el mal, t creo que todo está en la mente, pero hay ciertas cosas que definitivamente, no lo están, están más allá de lo que nosotros podamos explicar.
-¿Cómo la vida? -dijo Frank, casi sin aliento
-Sí, así es, Frank. ¿Te pasa algo?
Franja no dijo nada, se limitó a mirar hacia la ventana donde un día gris se asomaba de nuevo, miró a Samuel y a Guillermo quienes hablaban y reían con Alex. Entonces, al ver la risa desenfrenada de Alex, supo que tenía que advertir, supo que tenía que hacer algo -cualquier cosa- para que Alex y Frank puedo eran estar juntos que algo...
-¡Frank! -exclamó de nuevos su profesor al verlo ido.
-Lo siento..., pues, no algo así, pero algo muy similar.
-Puedes contarme si quieres.
Se sentó en su escritorio y Frank el primera silla de enfrente, miró al profesor con cierto desprecio y luego suspiró.
-Digamos que ando con alguien, pero cada que intento hacer o estar a solas con esa persona, algo sucede...
-¿Algo? ¿A qué te refieres con algo?
Frank cerró los ojos y, al momento que lo hizo, recordó aquella noche donde la dáliva de Claudia había...
Su pensamiento se interrumpió por la puerta que había sido abierta de golpe. Era Alex, había ido por Frank para comer y se había olvidado completamente.
-Frank, te estoy buscando.
-Lo siento, que me he quedado con el profesor a charlar. Ya voy.
Se despidió del profesor y le dijo que en otra ocasión hablarían de ello, que mientras tanto, disfrutara su momento a solas con esa persona.
Mientras caminaban hacia el restaurante por la Flagg Street, Frank se puso a pensar en su sueño, ahora lo había recordado todo.
Estaban haciendo el amor. Frank tenía saltando sobre sus piernas el culo de Alex, lo cual le excitaba. Miraba con una cara de placer a Alex quien se estremecía al sentir dentro el pene de Frank.
-Oh, Frank -gimió Alex.
-¿Más?
-Sssi.
Se sentó en el borde de la cama y pasó suave te su mano por la espalda de Frank, haciendo que se le erizara la piel por completo. Lo levanto con las piernas enroscadas a su cintura y lo llevo hasta la cocina. Le estaba gustando. Le gustaba todo esto. Le gustaba poder sentir el cuerpo desnudo de Alex, ver cómo se retorcía de placer al saltar en su enorme miembro. Después de lo que siguió, el sueño se convirtió en pesadilla.
Frank había puesto a Alex sentado sobre la barra de la cocina, abrió sus piernas e introdujo de nuevo su miembro en el culo de Alex. Este hizo un gesto y luego besó los labios de Frank. Entonces, sintió algo filoso en su mano. No le tomó importa coa y siguió besando los labios de Frank, esos labios llenos de miel. Cuando quiso poner su mano en su mejilla, le dolió, le dolió mucho.
-¡Auch! -gritó Alex. Miro hacia su mano y una navaja estaba enterrada ahí.
-¡Por Dios, Alex!
Entonces, casi al instante de pronunciar otra palabra, algo volando se clavó en el hombro de Alex, era otra navaja.
-¡No, Alex! -se retiró, desnudo buscó entre los cajones un pañuelo, y al volverse hacia Alex, estaba Claudia, sosteniendo a Alex con una navaja en el cuello.
-Claudia -le costó pronunciar el nombre-, por favor, déjalo en paz.
-¿Ahora eres homosexual? -le dijo Claudia, desafiándolo.
-Ese no es asunto tuyo.
«Frank» escuchó a Alex gritar, pero no pronunció ninguna palabra, ni siquiera movió la boca, entonces volvió a escucharlo, «Frank».
-Por favor -suplicó.
Entonces Claudia le clavó la navaja en el pecho, Alex gritó y de nuevo el «Frank se hizo resonar», volvió a clavarlo y de nuevo escucho su nombre en in grito ahogado. La sangre escurrió de su pecho mientras Alex caía hacia el suelo...
... una sirena de ambulancia despertó de su sueño y miró alrededor. ¿Dónde se había metido Alex? Entonces miró hacia un montón de gente arrinconada, era Frank. Lo habían asaltado y enterrado una navaja mientras a él su sueño lo tenía pertubado. Y los gritos que escuchaba eran el llamándolo a que acudiera a su rescate. Per el sueño. Ese maldito sueño.

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Hola, lo siento por no actualizar, el cel se me descompuso y soy manco en el ordenador, espero que hoy pueda publicar el siguiente cap también

La historia de Frank  «Staxxby»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora