Epílogo

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Epílogo - "Pequeño y tonto puesto de limonada"

El sol se ocultaba en los límites del mar, bañando el agua y nuestros cuerpos con tenues colores del ocaso, el leve bullicio del concierto sonaba detrás de nosotros, pero todavía no comenzaba. Estaba consciente que dentro de poco tendríamos que entrar y buscar nuestros asientos, pero por el momento estaba demasiado cómoda.

Iba a admitirlo, ese puesto de limonada obligatorio me había dado algo más que dinero y, aunque nunca le diría a mi padre, estaba agradecida que no me haya dejado trabajar apropiadamente.

-Ya casi es hora, Dee –susurró Luke detrás de mí, sus brazos enrollados en mi cintura y su rostro escondido en mi cabello, era una de las cosas que más me gustaba que hiciera, me hacía sentir extrañamente tranquila. Suspiré, como había dicho, no estaba demasiado dada a levantarme e ir a meterme en el bullicio.

Pero yo lo había pedido, había llorado y gritado y pataleado hasta que Luke me dijo que sí podía ir a su concierto con los chicos.

Vale, no había hecho tal odisea para poder ir, pero yo lo había sentido así.

-Lo sé, pero ya no quiero ir –Hice un puchero, aunque Luke no me viera, soltó una risita, era bastante predecible que iba a hacer aquello. Se levantó del suelo y se sacudió la arena, me lanzó una sonrisita, tendiéndome la mano.

La tomé y limpié mi pantalón, le dio un suave apretón a mi mano y comenzó a caminar hacia la multitud, lo seguí, algo resignada, pero al entrar a los vestidores, mi estado de ánimo cambió. Sonreí como loca al mirar a Michael y a Calum subidos en muebles, intentando sacar sus maletas y ropa, en el suelo, esparcidos, estaban pequeños vasos de plástico blancos rellenos de agua.

-Vamos, somos un equipo, chicos... -animaba Ashton, él estaba encima de una mesa, apilando los bolsos a su alrededor, cuando me vio, sonrió, mostrando sus hoyuelos -¿Fuiste tú la culpable de esto? –preguntó, me reí, Luke caminó dentro del vestidor y se subió en un sillón, abriendo los brazos hacia Calum para que le diera su bolso y el mío.

-Tal vez...

-Diste la idea, ¿no? –replicó Michael, quitándose la camiseta. Rodé los ojos inocentemente.

-Tal vez...

-Te odio –susurró, negando con la cabeza.

Luke bufó y le lanzó una camiseta a la cara.

-¡Piensa rápido! –gritó, Mike reaccionó tarde y la camisa cayó hacia los vasos de agua, se mojó en segundos.

-¡Luke! –se quejó, mirando su prenda de ropa con tristeza. Luke se encogió de hombros.

-Cinco para salir, chicos –mencionó un muchacho pasando por ahí, Calum hizo una pequeña maniobra ninja para salir de la extraña posición en la que se encontraba y saltó hacia afuera.

Michael lo siguió, saltando hacia la mesa donde Ashton se encontraba y empujándolo, él soltó un chillido y cayó, mojando el suelo y sus botas, miró a Mike con evidente molestia y murmuró una grosería, sacándole el dedo corazón. Su amigo sólo se rió.

Luke saltó hacia mí y me rodeó con sus brazos, hundiendo su rostro en la unión de mi cuello y hombro, enrollé mis brazos a su alrededor y respiré su esencia, olía tan bien, demonios. Soltó una risita y se separó de mí, mirándome con adoración y cariño. Me sentí sobrecogida, amaba cuando hacía eso, pero a veces me hacía sentir vulnerable y eso no me agradaba en lo más mínimo.

-Te quiero, ¿sí? Nunca lo olvides, ¿vale? Te quiero muchísimo, Dee, demasiado –susurró, pegando su frente contra la mía y sonriéndome de manera tierna, le besé la nariz y él se rió, enviando escalofríos hacia mi espina dorsal.

-¿Por qué me lo dices? –susurré, él sonrió de lado y negó con la cabeza, mirándome profundamente.

-Porque si el mundo te odia, te aseguro que yo no lo haré –Tomé su rostro entre mis manos, sonriéndole de la manera más dulce y sincera, en un segundo, su expresión dulce cambió a juguetona y agregó: -Además, amo tus limonadas.

-Yo amo mis limonadas también.

Él soltó una risita y rodó los ojos, apartándose de mí.

-Y te quiero a ti, mucho.

Tomó mi mano, entrelazó nuestros dedos y ambos salimos de la habitación, caminando hacia el escenario, tomó su guitarra del suelo y soltó mi mano, no dejó de mirarme, mientras caminaba hacia atrás, subiendo al escenario, le lancé un beso y él lo atrapó al aire, llevándolo a sus labios, luego me guiñó el ojo. Salió al escenario junto con sus hermanos, mientras el público explotaba en gritos.

Mirando hacia atrás, me di cuenta que estaba más que agradecida por aquel pequeño puesto de limonada.

¿Quién diría que un puesto de limonada me llevaría a esto?

Supongo que a veces las decisiones más tontas nos llevan a grandes cosas.

Esto me llevó a Luke.

"Pequeño y tonto puesto de limonada"

----Lemonade Stand----

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